Cuando hablamos de conflicto
nos referimos a las situaciones o
conductas incompatibles entre individuos y grupos, a la divergencia entre
intereses o creencias que hacen que los objetivos y las aspiraciones no
puedan ser alcanzados simultáneamente; dichas situaciones normalmente conducen
a comportamientos agresivos y violentos, aunque no exista implicación directa.
El conflicto evoluciona, se soluciona o estanca.
Cuando no se
soluciona en los primeros momentos, es muy posible que se vaya incrementado
y haciendo más complejo de forma que es cada vez más difícil enfrentarlo; se
producen modificaciones en las
relaciones entre las partes, en las técnicas y estrategias, en el número de
personas que pasan a formar parte, en las
motivaciones y en la percepción del propio problema que es objeto de
conflicto.
Cuando no evoluciona positivamente, llega un momento en que
se estanca porque las partes implicadas tienen que decidir si seguir y tratar
de derrotar al otro o intentar colaborar con él. El final del conflicto se
inicia cuando las partes implicadas entienden que el conflicto está estancado,
que ha llegado a límites no superables o que las consecuencias pueden ser aún
peores si no se soluciona.
Cuando los conflictos son intensos, la ayuda externa es casi
necesaria para solucionarlos.
En el Centro Beatriz ofrecemos mediación familiar siendo los
conflictos más frecuentes los derivados de:
·
Separaciones, divorcios
·
Dificultades propias de familias monoparentales
o reconstruidas
·
Adicciones como la ludopatía, el alcoholismo y
la drogadicción
·
Problemas de organización y disciplina familiar
María Jesús Suárez Duque
Psicóloga y Educadora Social
Centro Beatriz. Apoyo Emocional, Educativo
e Integración social
Solicita una consulta 630723090
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