Actualmente se incluyen dentro de las conductas adictivas tanto el consumo de sustancias psicoactivas que producen dependencia, tales como el alcohol, la heroína, la cocaína, las anfetaminas...como las distintas conductas, como el juego patológico, las compras compulsivas, el sexo compulsivo... (Becoña, 1998a)
Una característica central de las conductas adictivas es la pérdida de control. La persona con una conducta adictiva no tiene control sobre dicha conducta, aparte de que ésta produce dependencia, tolerancia, síndrome de abstinencia y una incidencia negativa muy importante en su vida, que va a ser en muchos casos la causa de que acuda en busca de tratamiento o de que le fuercen a hacerlo.
Elementos característicos de la adicción (Gossop, 1989):
- · Un fuerte deseo o un sentimiento de compulsión para llevar a cabo la conducta particular (especialmente cuando la oportunidad de llevar a cabo tal conducta no está disponible)
- · La capacidad deteriorada para controlar la conducta (especialmente en términos de controlar su comienzo, mantenimiento o nivel en el que ocurre)
- · Malestar y estado de ánimo alterado cuando la conducta es impedida o se deja de hacer
- · Persistir en la conducta a pesar de la clara evidencia de que está produciendo graves consecuencias al individuo.
Características principales de las conductas adictivas (Echeburúa, 1999):
- · Pérdida de control
- · Fuerte dependencia psicológica
- · Pérdida de interés por otras actividades gratificantes
- · Interferencia grave en la vida cotidiana
- · Evaluación de las adicciones
Evaluación de las adicciones
La evaluación conductual permite obtener información para tomar decisiones terapéuticas. Esta evaluación se lleva a cabo a lo largo de todo el proceso de intervención, aunque con máxima relevancia al principio y antes de comenzar. Con ella podemos identificar:
- · Las conductas que integran el problema adictivo y las variables que han permitido su aparición y actual mantenimiento
- · Establecer los objetivos
- · Seleccionar las técnicas de tratamiento
- · Valorar los resultados de forma precisa al inicio, final y seguimiento
Para ello se dispone de instrumentos de evaluación como:
- · Entrevistas clínicas estructuradas y no estructuradas
- · Autoinformes
- · Cuestionarios
- · Pruebas psicofisiológicas
- · Entrevistas con personas significativas...
Al mismo tiempo, junto a la evaluación conductual, es necesario llegar a un diagnóstico del problema (DSM-V). En este trastorno es importante diferenciar el uso del abuso y de la dependencia:
Uso: Consumo sin consecuencias negativas, son esporádicos o usa dosis moderadas.
Abuso: Uso continuado a pesar de las consecuencias negativas
Dependencia: Uso excesivo de la sustancia que produce consecuencias negativas significativas a lo largo de un largo período
Entrevista
Autorregistro
Evaluación del Trastorno de ansiedad inducido por sustancias
Evaluación
Tratamiento de las adicciones
Objetivos a conseguir
Aunque son muchas las sustancias y conductas a las que las personas pueden adquirir dependencia, en todas las intervenciones los objetivos a conseguir son:
1. Reconocimiento de que se tiene un problema
2. Evaluar adecuadamente la conducta adictiva y otros posibles problemas asociados
3. Desintoxicarlo, si es el caso.
4. Deshabituarlo psicológicamente
5. Entrenarlo en prevenir la recaída
6. Cambiar a un estilo de vida saludable
7. Los objetivos son graduados en función de la propia dependencia
Tanto en las drogas legales como en las ilegales, hay un proceso de negación de los adictos. Las drogas les producen placer, satisfacción, bienestar (reforzamiento positivo) y, al mismo tiempo, les permite evitar el síndrome de abstinencia (reforzamiento negativo). Por ello, la dependencia se mantiene en el tiempo y el proceso de reforzamiento hace que las graves consecuencias que suelen acompañar a éste impidan asumir el problema.
Una vez que la persona lo asume, hay que hacerle ver que precisa ayuda, que tiene que cambiar su conducta por las graves y evidentes consecuencias, pero que la persona no ve en ese momento.
Superada la fase de negación del problema o minimización del mismo, hay que delimitar el problema, los factores relacionados y otros problemas que han causado la dependencia (fase de evaluación de la conducta adictiva).
El tratamiento, se va a orientar inicialmente a que consiga la abstinencia, la cual, variará según la dependencia (nicotina, juego, internet, nicotina...)
En la cocaína y drogas de síntesis, como el juego y casi todas las adicciones comportamentales, lo más importante es la dependencia psicológica, convirtiéndose la deshabituación psicológica en el aspecto esencial en ellos.
La deshabituación psicológica pretende conseguir que la persona dependiente de una sustancia o del juego sea capaz de afrontar la abstinencia. Por ello, se le entrena mediante técnicas en afrontar la vida sin drogas, en poder evitarlas, rechazarlas y en reorganizar su ambiente de modo que puede estar sin ellas. Esto es un proceso complejo porque cuando se encuentran mal pueden recuperarse rápidamente consumiendo. Las drogas producen efectos inmediatos, entre consumo y efecto pasan pocos segundos. Además, hay gran disponibilidad y la persona sabe acceder a ellas. Las drogas consiguen no solo un efecto inmediato, sino que, por el consumo previo, se han hecho claramente reforzantes. Hay que buscar alternativas de refuerzo por el individuo y para contraponer las consecuencias negativas del consumo (ya que cuando es adicto sólo ve las positivas) a las ventajas a nivel personal, familiar, social...
El entrenamiento en recaídas es de gran relevancia, convirtiéndose en un componente del tratamiento, siendo más probable que mantenga la abstinencia si cambia su estilo de vida, lo cual no es fácil y va a depender de múltiples circunstancias (sujeto, familia, madurez, oportunidades, medio social...)
El mantenimiento de la abstinencia puede ser facilitado al hacer un seguimiento y al poder intervenir en los problemas asociados al consumo de drogas.
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