Existen cuatro pilares en el tratamiento del trastorno
bipolar:
·
Medicación
·
Psicoeducación
·
Psicoterapia
·
Autoayuda
Tendrá que trabajar con su psiquiatra y con su equipo médico
para determinar cuál es la combinación que mejor le va. Aunque es probable que
el mejor tratamiento incluya elementos de cada uno de estos cuatro tipos de
tratamiento.
Medicación
La medicación es una parte esencial del tratamiento eficaz
del trastorno bipolar. Es tal vez comprensible que a muchas personas les cree
mucha inquietud tomar fármacos que actúan sobre el cerebro. Sin embargo, es
importante comprender que el trastorno bipolar es un trastorno del cerebro, que
es donde debe actuar la medicación para obtener resultados. Los medicamentos
para el trastorno bipolar actúan corrigiendo fallos en la forma en la que el
cerebro regula el estado de ánimo y el pensamiento. Una vez que los fármacos hayan
empezado a surtir efecto y usted se encuentre mejor, tal vez se sienta tentado
de saltarse algunas dosis. Sin embargo, si deja usted de tomar su medicación,
es probable que vuelvan los síntomas. Asimismo, en algunos casos, la
interrupción brusca de la medicación puede provocar síntomas tales como
insomnio y confusión. Por tanto, usted no debería nunca suspender la
medicación, a menos que se lo aconseje el equipo de salud mental que le esté
tratando. Pero en el caso de que usted decida suspender la medicación, lo más
importante es que se lo diga a alguien.
Dado que el trastorno bipolar es un trastorno variable, que
pasa por una serie de fases y que afecta a las personas de diferentes maneras,
son varios los fármacos que pueden utilizarse para tratarlo. Conforme pase el
tiempo, es posible que su médico le modifique el tratamiento, aumentando o
reduciendo la dosis o cambiándole a una medicación diferente. Esto no implica
necesariamente que los fármacos hayan dejado de funcionar, podría implicar que
su enfermedad ha pasado a otra fase. Los tratamientos farmacológicos para el
trastorno bipolar se pueden dividir en tres categorías principales:
·
las utilizadas para la estabilización y
prevención de nuevos episodios
·
las destinadas a tratar los episodios maníacos o
mixtos y
·
las utilizadas para tratar la depresión.
Las dosis de los fármacos utilizados para tratar los
episodios maníacos, mixtos o depresivos tienden a ser más altas que las
utilizadas para la estabilización. Así, si padece efectos secundarios durante
el tratamiento de un episodio agudo, estos podrían desaparecer una vez vuelva a
estar estabilizado y entonces, le reduzcan las dosis de su medicación.
Tratamiento de los
episodios maníacos o mixtos
Si sufre un episodio agudo de tipo maníaco o mixto, existen
diversos medicamentos que pueden ayudarle a retomar el control sobre su estado
de ánimo y sobre su conducta. Los fármacos que se utilicen dependerán de la
gravedad de los síntomas, del tipo de trastorno bipolar que usted padezca y de
la medicación que le haya dado resultados con anterioridad. El tipo de
tratamiento tendrá que ser evaluado por el médico. Los medicamentos utilizados
son:
·
Litio – uno de los primeros fármacos
utilizados para tratar el trastorno bipolar, el litio puede ayudarle a
estabilizar su estado de ánimo y tratar los episodios maníacos, mixtos o
depresivos. Se le harán análisis de sangre regularmente para asegurarse de que
está recibiendo la dosis correcta.
·
Anticonvulsivantes – algunos medicamentos
utilizados para tratar la epilepsia también se emplean como estabilizadores,
así como para tratar episodios maníacos o mixtos más leves.
·
Antipsicóticos – los medicamentos
utilizados para tratar la psicosis también han demostrado ser beneficiosos en
la manía aguda.
·
Tratamiento de combinación – a veces se
necesita más de un tipo de medicamento para controlar los síntomas.
Tratamiento de los
episodios depresivos
Los episodios depresivos son con frecuencia la parte del
trastorno bipolar más difícil de tratar. El objetivo es devolver su estado de
ánimo a un nivel en el que pueda funcionar normalmente. El reto es conseguirlo
sin desencadenar un episodio maníaco o hipomaníaco. Para tratar la depresión en
el trastorno bipolar se utilizan diferentes tipos de fármacos. Por ejemplo,
algunos medicamentos originalmente utilizados para tratar la psicosis (antipsicóticos)
o la epilepsia (anticonvulsivantes) pueden mejorar los síntomas
depresivos. Para tratar la depresión también se pueden utilizar estabilizadores
del estado de ánimo, en combinación o solos. En el pasado era bastante
frecuente utilizar antidepresivos para tratar la depresión en el trastorno
bipolar. Sin embargo, sabemos que aunque estos fármacos pueden ayudar a algunas
personas, no siempre es el caso. También existe el riesgo de que los antidepresivos
desencadenen un episodio maníaco o mixto. Por este motivo, los médicos a menudo
son cautos a la hora de usar antidepresivos en el trastorno bipolar y
habitualmente los combinan con un estabilizador del estado de ánimo.
Terapia electroconvulsiva (TEC)
La TEC se puede
realizar a algunos pacientes que padecen episodios del ánimo muy severos,
que no responden al tratamiento habitual. La TEC utiliza descargas eléctricas
para inducir convulsiones epilépticas, lo que puede producir una mejoría rápida
de los síntomas. La TEC es un procedimiento muy eficaz y seguro, aunque puede
causar ciertos problemas con su memoria, que suelen desaparecer en unos meses.
Al tratarse de un procedimiento mayor que implica anestesia, requiere un
proceso de consentimiento informado y detallado, en el que usted podrá realizar
todas las preguntas que considere oportunas a su médico. Una vez reunida toda
la información, usted podrá decidir si sigue adelante con el proceso o no.
Estabilización y
prevención de nuevos episodios
Durante el proceso de estabilización se utilizan diferentes
tipos de medicamentos, solos o en combinación, para detener las fluctuaciones
del estado de ánimo de un extremo al otro y mantener un funcionamiento estable.
El tratamiento está concebido para prevenir la recurrencia de los episodios
maníacos, hipomaníacos, depresivos o mixtos, reducir cualquier otro síntoma que
pudiera tener y ayudarle a mejorar en su vida diaria.
Los medicamentos utilizados para prevenir las recaídas se
denominan a veces estabilizadores del estado de ánimo. Algunos de ellos
sólo protegen contra las recaídas en una fase maníaca, mientras que otros
protegen únicamente contra las recaídas en la depresión. Algunos protegen
contra ambas. En ocasiones, los medicamentos que se utilizaban originariamente
para tratar las psicosis (antipsicóticos) o la epilepsia se utilizan también en
la estabilización y prevención de nuevos episodios. Con frecuencia se necesita
una combinación de fármacos. Su médico elegirá la combinación más apropiada
para usted en función de cuál sea su problema más grave -la manía o la
depresión-, y de qué medicamentos hayan sido eficaces en el pasado.
El tratamiento para la estabilización y prevención de nuevos
episodios es de carácter crónico, es decir, a largo plazo. No siempre empieza a
funcionar de inmediato, y puede suceder que no note ninguna mejoría durante las
dos o tres primeras semanas. No obstante, usted deberá seguir tomando la
medicación, ya que suele ser más eficaz si se toma de forma continuada que si
se interrumpe. A largo plazo, el tratamiento continuado debería ayudar a evitar
las recaídas. Después de dos o tres semanas, sus síntomas deberían empezar a
mejorar. Si no es así, informe a su médico.
Una vez hayan empezado a remitir sus síntomas, el siguiente
objetivo del tratamiento será mantenerle sin síntomas el mayor tiempo posible.
Estos períodos asintomáticos se conocen como estado de eutimia o remisión,
y le ayudarán a recuperarse y a vivir la vida que desee vivir. El riesgo de
sufrir una recaída dependerá del grado de adherencia al tratamiento, la
gravedad de los síntomas y si padece o no otros problemas de salud mental.
La recuperación se puede alcanzar previniendo
eficazmente las recaídas a largo plazo.
Efectos secundarios
Al igual que muchos medicamentos, los que se utilizan para
tratar el trastorno bipolar pueden tener efectos secundarios desagradables. Su
equipo médico los conoce perfectamente y controlará su evolución una vez
iniciado el tratamiento farmacológico, y le ayudará a reducir los efectos
desagradables de la medicación, ajustando la dosis o cambiándole a un
medicamento diferente.
Efectos adversos de los medicamentos utilizados para el
trastorno bipolar:
·
Mucha sed
·
Orinar más de lo habitual
·
Visión borrosa
·
Debilidad muscular
·
Diarrea
·
Temblor de manos
·
Dolor de cabeza
·
Mareo
·
Aumento del apetito
·
Aumento de peso
·
Sequedad de boca
·
Problemas sexuales
·
Somnolencia
·
Hipotensión
A veces es difícil saber si un síntoma desagradable se debe
a la enfermedad o a los medicamentos. Por ejemplo, si observa que está afectada
su capacidad para pensar con claridad y tomar decisiones, es posible que se
deba a la medicación, pero con frecuencia es un síntoma del propio trastorno
bipolar. En todo caso, informe al equipo de salud mental que le esté tratando,
ellos podrán ayudarle.
Psicoeducación
Cuanto más sepa sobre su enfermedad, mejor preparado estará
para controlarla. La psicoeducación se basa en este principio dentro de un
programa terapéutico bien estructurado, en el cual un profesional formado
ofrece información especializada, concebida para reducir tanto la frecuencia
como la intensidad de los síntomas. La psicoeducación debería formar parte del
tratamiento integral. Gracias a ella, usted tendrá más conocimientos sobre la
enfermedad y su tratamiento, y podrá afrontarla de manera más eficaz. También
le ayudará a seguir con su medicación. Muchas personas consideran que no sólo
se benefician de la información que reciben durante la psicoeducación, sino
también del propio proceso de aprendizaje.
Hay diferentes formas de psicoeducación: sesiones
individuales con un terapeuta; sesiones destinadas específicamente a los
familiares; sesiones en grupo, en las que participan varias personas con
trastorno bipolar, y sesiones en grupo mixtas, en las que participan varias
personas con trastorno bipolar y sus familiares. Un curso de psicoeducación
debería incluir varias sesiones a lo largo de un período de varios meses o
incluso años. Es probable que sea más eficaz si se imparte durante los períodos
más estables, en los que el usuario está más capacitado para absorber la
información.
En un programa de psicoeducación suelen tratarse los
siguientes temas:
·
Reconocimiento de las causas y factores
desencadenantes de los episodios maníacos y depresivos.
·
Detección precoz de los síntomas de la manía y
la depresión.
·
Estrategias para prevenir los síntomas precoces
que desembocan en episodios completos.
·
Cómo utilizar los diarios sobre el estado de
ánimo para registrar la evolución de su enfermedad.
·
El uso de medicamentos.
·
Cómo reconocer los efectos secundarios y cómo
tratarlos.
·
Embarazo y asesoramiento genético.
·
Los riesgos de interrumpir el tratamiento.
·
Ayuda para evitar el consumo de alcohol y de
drogas.
·
Ayuda en el establecimiento de un estilo de vida
regular.
·
Cómo tratar los problemas de sueño – ya sea
dormir demasiado o poco.
·
Cómo manejar el estrés.
·
Ayuda para la resolución de problemas.
La psicoeducación orientada a la familia incluye aspectos
tales como la carga económica, social y psicológica que a veces supone el
cuidar de una persona con trastorno bipolar
Psicoterapia
Tal vez piense que la “psicoterapia” consiste en tumbarse en
un sofá en una habitación oscura mientras que un analista con barba le formula
una serie de preguntas difíciles sobre su niñez. La realidad es que la
psicoterapia suele ser mucho más agradable que eso. La mayoría de las veces
consiste en sentarse con un terapeuta, individualmente o en sesiones de grupo,
y hablar sobre su trastorno y cómo afrontarlo. De hecho, la psicoterapia se
conoce a menudo como “terapia conversacional”. La psicoterapia es una parte
importante del tratamiento del trastorno bipolar y se lleva a cabo junto con la
medicación. Su objetivo es garantizar que, una vez que tiene sus síntomas bajo
control, dispone de las habilidades y estrategias para afrontar su enfermedad y
poner en orden su vida.
La psicoterapia le ayudará a controlar su estado de
ánimo, a responder positivamente ante cualquier factor desencadenante de sus
síntomas y a crear un entorno de apoyo en el que poder vivir con su enfermedad.
También se centrará en algunas de las habilidades necesarias para poner en
orden su vida, una vez haya iniciado el camino de la recuperación.
Hay distintos tipos de psicoterapia que se llevan a la
práctica de forma ligeramente diferente. Por tanto, podrá elegir el enfoque
psicoterapéutico y el terapeuta con los que se sienta más cómodo. Su equipo
médico le orientará sobre el tipo de psicoterapia más indicado para usted, o
bien podrá conseguir información a través de organizaciones profesionales de
terapeutas o de grupos de autoayuda formados por personas con trastorno
bipolar. Hay varios tipos de psicoterapia para tratar el trastorno bipolar:
Terapia centrada en la familia (TCF): Este tipo de
terapia reconoce que el trastorno bipolar puede afectar a familias enteras, no
sólo a un individuo de la misma. Se enseñan técnicas a las familias para
ayudarles a comunicarse mejor entre sí, afrontar las situaciones difíciles y
ofrecerse apoyo mutuo. El objetivo es reducir los niveles de estrés dentro de
la familia (los cuales pueden agravar los síntomas del trastorno bipolar) y
crear un entorno de apoyo que contribuya a la recuperación del paciente.
Terapia cognitivo-conductual (TCC): Consiste en un
tratamiento estructurado que tiene como objetivo ayudarle a identificar y
cambiar patrones de conducta y pensamiento poco saludables. Puede ser útil para
combatir la depresión.
La Terapia de ritmo interpersonal y social: El
trastorno bipolar altera en muchas ocasiones los patrones de sueño y las
rutinas normales de la vida diaria, lo cual, a su vez, puede afectar a las
relaciones personales y crear dificultades en la forma en la que vive su vida.
Esta terapia tiene como objetivo restablecer esos patrones, haciendo que su
vida sea más controlable.
Otras psicoterapias: Existen otras psicoterapias que
se utilizan con frecuencia en personas con trastorno bipolar, por ejemplo, la
arteterapia y la musicoterapia. Entre estas terapias, unas pueden resultar más
útiles que otras. De hecho, algunas interfieren realmente con la estrategia
adoptada por su equipo médico. Por consiguiente, es importante que informe a su
médico o terapeuta de cualquier otro método que haya probado.
Psicoanálisis El
psicoanálisis es un tipo de terapia especialmente popular entre la población
general. Algunas personas con trastorno bipolar con trastorno bipolar creen que
este método ayuda a tratar los aspectos personales. Sin embargo, el
psicoanálisis no parece tener demasiada utilidad para el tratamiento del
trastorno bipolar en sí.
Autoayuda
Hay varias técnicas
para manejar la enfermedad que podrá usar para controlar su estado de ánimo y
protegerse del impacto del trastorno bipolar.
¿Cómo luchar contra
el estrés?
El estrés es uno de los principales desencadenantes del
trastorno bipolar y, por desgracia, es prácticamente imposible evitarlo por
completo. Sin embargo, es posible reducir el impacto que tiene el estrés en su
vida.
El primer paso para luchar contra el estrés es reconocer
cuándo le afecta. Existen varias señales de alarma:
a)
En su mente:
·
Pensar en sus problemas una y otra vez
·
Pensamiento circular, preocuparse de estar
preocupado
·
Sentirse confuso
·
Sensación de miedo
·
Sensación de estar fuera de control
·
Sensación de que algo terrible va a ocurrir
b)
En su cuerpo:
·
Temblor de manos y sudores
·
Sequedad de boca y garganta
·
Ritmo cardíaco acelerado
·
Opresión en el pecho
·
Dolor de cabeza
·
Tensión en los músculos del cuello
·
Hormigueo en los dedos
·
Dificultad para respirar
·
Sensación de mareo
Aprender a relajarse Es muy fácil de decir, pero mucho más
difícil de hacer, especialmente si ya se siente estresado. Aquí le presentamos
unas cuantas estrategias que puede intentar:
·
Si cree que una situación se está convirtiendo
en estresante, aléjese gradualmente de ella. No la eluda de forma
repentina, ya que esto podría ser igualmente estresante.
·
Evite el alcohol, las drogas, el té,
el café y la cola. Pueden causar ansiedad, agravar el estrés y desencadenar
una recaída.
·
Aprenda algunas técnicas de relajación,
como respirar lentamente.
·
Realice actividades relajantes, tales
como: escuchar música; tomar un baño: dar un paseo; leer un libro o una revista;
meditar o practicar yoga; hablar con alguien, el desahogarse siempre ayuda.
·
Ejercicio. Intente hacer ejercicio de
forma regular y considere la posibilidad de ir al gimnasio o apuntarse a un
equipo deportivo.
·
Simplifique su vida Ya sabiendo que tiene
trastorno bipolar, trate de evitar situaciones estresantes que puedan
desencadenar los episodios. Por ejemplo: Ponga por escrito las situaciones que
le resulten estresantes. Si no puede evitarlas, ¿hay alguna forma de hacerlas
menos estresantes? Aprenda a decir “no”. No se entregue en exceso al trabajo ni
en su vida social. Hable con el departamento de recursos humanos de su empresa.
¿Hay algún trabajo menos estresante que usted pueda desempeñar? Evite trabajar
en el turno de noche. Esto puede alterar su patrón de sueño y hacer que su
enfermedad empeore.
·
Organice su jornada. Escriba un horario
con las tareas y ajústese a él.
·
Aprenda a manejar los conflictos. Algunos
se pueden evitar. En otros casos, considere la posibilidad de pedir a una
persona independiente para que medie. Esto puede ayudar a resolver la
situación.
Técnicas que puede
servir de ayuda
El trastorno bipolar puede influir en su pensamiento,
volviéndole confuso y olvidadizo. Esto puede hacer que le resulte difícil
llevar a cabo las tareas organizativas más simples. Sin embargo, puede recurrir
a diversas herramientas para que dichas tareas le resulten más fáciles de
manejar. Desde agendas, diarios, calendarios y reglas nemotécnicas a
sofisticados ordenadores portátiles; con programas específicos para
organizarse. etc. Estos dispositivos pueden servir para encauzar hasta la vida
más caótica.
Cómo reconocer su
estado de ánimo
Muchas personas con trastorno bipolar aprenden a predecir la
aparición de episodios maníacos o depresivos. Por ejemplo, si lleva un diario
sobre su estado de ánimo podrá ver si existe algún patrón de acontecimientos o
sentimientos que se den con frecuencia antes de un episodio. Esto le permitirá
pasar a la acción en cuanto aparezcan los primeros síntomas.
Cómo luchar contra
el estado de ánimo bajo
Hay una serie de cosas que podrá usted hacer cuando empiece
a sentirse deprimido:
·
Pida ayuda a su médico.
·
Descanse. Muchas veces una noche de sueño
reparador puede suponer una gran diferencia.
·
Manténgase ocupado. El aburrimiento es con
frecuencia un desencadenante de la depresión. Pero no demasiado ocupado. No
deje que las cosas le sobrepasen.
·
Visite a un amigo o a un pariente.
·
Hablar suele ser de gran ayuda.
·
Aumente su confianza Cuando nos sentimos bien,
la mayoría de nosotros seguimos simplemente adelante con nuestras vidas. No
pensamos demasiado en las cosas que estamos haciendo bien. Pero si nos sentimos
deprimidos, todos tendemos a concentrarnos en las cosas negativas. Y eso hace
que nos sintamos incluso peor.
Únase a un grupo de
autoayuda
Vivir con el trastorno bipolar puede ser una experiencia
solitaria. Tal vez sienta que sus problemas son insuperables y que no tiene a
nadie a quien recurrir para obtener ayuda. Aquí es donde los grupos de
autoayuda pueden ser de gran utilidad para seguir adelante con su vida. Hay
diferentes grupos de apoyo, tanto para personas con trastorno bipolar como para
aquellas personas que cuidan de ellos. Con representación en el ámbito local,
nacional e internacional, estos grupos pueden ayudar a las personas con
trastorno bipolar de diferentes maneras.
La mayoría de estos grupos trabajan siguiendo el principio
de que la unión hace la fuerza y de que los problemas se comparten mejor con
aquellos que realmente los entienden. A través de un grupo de autoayuda podrá
unir sus fuerzas a las de otras personas que han pasado por experiencias
similares a la suya. Al reunirse, hablar de los problemas o simplemente
socializar con gente que realmente sabe lo que es vivir con trastorno bipolar,
verá que muchos de los problemas de su vida serán más fáciles de resolver. Hay
grupos especializados en diferentes áreas de apoyo. Por eso merece la pena buscar
el grupo que mejor pueda satisfacer sus necesidades específicas. Quién sabe,
quizás decida unirse a varios grupos. Los beneficios que le pueden aportar los
grupos de autoayuda son los siguientes:
a)
Compartir experiencias. La mayoría de los
grupos de apoyo han sido creados por personas que han pasado por experiencias
similares. Puede ser un gran alivio sentarse sencillamente en una atmósfera
segura y relajada y charlar con alguien que realmente sepa de lo que está
hablando. Es posible que le ayude a expresar sus sentimientos con mayor
libertad y a empezar a resolver la confusión que a menudo rodea a las personas
con trastorno bipolar. Si se siente enfadado, contrariado o frustrado por su
situación o por el tratamiento, le resultará mucho más fácil expresar sus
puntos de vista a alguien que los pueda compartir que a un profesional que tal
vez forme parte del equipo con el que está usted descontento. Por consiguiente,
la mayoría de los grupos de autoayuda están llenos de gente que puede compartir
con usted cómo han hecho frente a la enfermedad y cómo han seguido adelante con
sus vidas. En algunas ocasiones podrán responder ellos mismos a sus preguntas o
sabrán dónde encontrar las respuestas. Muchos grupos de autoayuda han usado
esta experiencia para recopilar valiosa información en folletos, vídeos y
páginas web. Las personas que padecen trastorno bipolar se encuentran a veces
con problemas legales, dificultades económicas, luchando con el sistema de
subsidios o discriminados en el trabajo. En dichas situaciones le será mucho
más fácil defender sus derechos si está respaldado por un grupo de apoyo fuerte
y bien informado.
b)
Redes: Muchos grupos de autoayuda
mantienen vínculos con colectivos de otras áreas de salud mental y más allá de
estos, lo que les permite unir fuerzas y hacer campaña en una amplia variedad
de aspectos en los que están involucradas las personas con el trastorno
bipolar.
c)
Lucha contra la ignorancia y los prejuicios:
Las personas que padecen trastorno bipolar no son las únicas que necesitan
saber más sobre la enfermedad. La sociedad en general sigue siendo
extremadamente ignorante sobre el trastorno bipolar. Esto puede llevar a ideas
equivocadas, prejuicios y abusos. Muchos grupos de autoayuda intentan poner fin
a este desconocimiento mediante iniciativas de sensibilización y campañas
educativas. Hay una gran variedad de grupos y organizaciones que ofrecen apoyo,
orientación o simplemente la capacidad de escuchar.
Aunque los grupos
de autoayuda pueden ser un enorme apoyo para una persona con trastorno bipolar,
es importante que no se rodee únicamente de personas con su misma enfermedad.
Intente no perder el contacto con amigos y familiares. Si es posible, continúe
con actividades que no tengan nada que ver con el trastorno bipolar. Nadie
quiere vivir en un gueto bipolar. Por tanto, la próxima vez que se sienta bien
consigo mismo, deténgase un momento a pensar por qué. Escriba todas las cosas
que le hacen disfrutar de la vida. ¿Cuáles son las cinco cosas mejores de su
vida en la actualidad?
Bibliografía
Merikangas KR, Akiskal HS, Angst J, Greenberg PE, Hirschfeld
RM, Petukhova M, Kessler RC. Lifetime and 12-month prevalence of bipolar
spectrum disorder in the National Comorbidity Survey replication. Arch Gen
Psychiatry. 2007 May;64(5):543-52.Merikangas KR, Akiskal HS, Angst J, Greenberg
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