INTERVENCIÓN EN TRASTORNOS POR ESTRÉS O TRAUMAS
Los trastornos asociados al estrés pueden estar determinados por problemas o fallos en alguna o varias de las siguientes situaciones implicadas:
Ø Demandas del medio
Ø Percepción y procesamiento de la información -nivel cognitivo-.
Ø Emisión de respuestas motrices y el consiguiente feedback sobre el sistema de percepción y procesamiento.
Ø Emisión de respuestas fisiológicas y el consiguiente feedback sobre el sistema de percepción y procesamiento.
Ø Consecuencia del medio sobre la emisión de respuestas motrices y fisiológicas.
Una vez que el análisis conductual señale en cuál de estos sistemas se está produciendo el problema, se deberá intervenir con las técnicas adecuadas. No hace falta esperar a que se produzca el trastorno para intervenir, el tratamiento temprano o su prevención son preferibles a la intervención sobre un trastorno consolidado.
La modificación de la conducta y terapia conductual proporcionan estrategias y técnicas de intervención tanto para personas que han desarrollado un trastorno como con las que presentan un alto riesgo debido a su modo de respuesta ante las demandas ambientales.
La selección de las técnicas depende de cuáles sean los sistemas de organismo de las conductas afectadas y del tipo de alteración específica. En la mayoría de los casos se requerirá terapias multicomponentes ya que los distintos aspectos implicados en la respuesta de estrés -cognitiva, motor, fisiológica- están estrechamente relacionadas.
Decálogo contra el estrés (Labrador, 1994)
Ø Reducir en lo posible las demandas excepcionales del medio
Ø Modificar la forma de percibir las demandas del medio
Ø Aprender a controlar la activación fisiológica -relajación, respiración, yoga-.
Ø Reducir el consumo de sustancias que provocan automáticamente estrés -dieta, drogas-
Ø Hacer ejercicio físico de forma regular
Ø Descanso adecuado
Ø Aprender a organizar y controlar los pensamientos -técnica de solución de problemas, detección del pensamiento-.
Ø Planificación de actividades y administración del tiempo -en especial aumentar las conductas de ocio y tiempo libre-.
Ø Aprender habilidades sociales y de relación
Ø Integrarse en grupos sociales -familia, clubes-
Demandas ambientales
Se trata de reducir en lo posible las demandas excepcionales del medio atendiendo al decálogo contra el estrés.
La intervención va dirigida a:
1. Tratamiento del procesamiento y la valoración cognitiva de las situaciones ya que las demandas se conceptualizan como excesivas o estresantes sólo en los casos en que los individuos las perciben como tales.
2. Cuando determinadas condiciones o sucesos tienen en sí mismo características que lo hacen estresantes para la mayoría de las personas, la intervención puede dirigirse a que el sujeto lleve a cabo una de estas acciones:
Ø Produzca un cambio importante en su medio
Ø Trate de abandonarlo
Ø Modifique el medio
Con el objetivo de conseguir cambios parciales en el medio, se pueden utilizar técnicas operantes como:
Ø Control de emociones
Ø Técnicas de autocontrol
Ø Administración del tiempo. Procedimiento que enseña al sujeto a organizar el tiempo tomando decisiones previas sobre a que tareas o actividades se va a dedicar, basándose en la importancia o valor de cada tarea dejando espacio para el descanso y ocio.
Problemas de percepción y procesamiento de la información (nivel cognitivo)
Dentro de la valoración cognitiva pueden desarrollarse problemas a partir de un fallo en cada uno de los distintos pasos implicados -evaluación automática inicial, evaluación primaria, evaluación secundaria y selección y organización de respuestas-.
1) Problemas relacionados con la evaluación automática inicial.
En un primer momento puede producirse un fallo a causa de una alteración en la evaluación automática inicial, lo cual hace, que la persona valore el medio de forma automática y eminentemente afectiva como amenazante (emita una respuesta defensiva) cuando en realidad no lo es (estimulación inocua o neutra).
Técnicas de intervención:
Inoculación de Estrés. Se trata de enfrentamientos progresivos a situaciones cada vez más próximas a la situación problema, una vez adquiridas las estrategias para hacerle frente. Se pretende conseguir que la persona cambie esa valoración inadecuada de amenazante y que disponga de respuestas específicas para afrontarla.
Desensibilización Sistemática. Se trata de una técnica para disminuir el valor afectivo.
Exposición
2) Problemas relacionados con la evaluación de las demandas de la situación.
A nivel de procesamiento ya controlado, se produce la evaluación de las demandas de la situación (evaluación primaria) que puede llevar a la aparición de respuestas de estrés cuando supone una hiper o hipovaloración de las mismas
Hipervaloración.
Se da en aquellos casos en los que la persona identifica como estresantes situaciones que objetivamente no lo son, o en los que aun existiendo una situación que implica cierta amenaza el sujeto le otorga a ésta un valor desproporcionadamente alto con respecto a las demandas reales.
Sus consecuencias son una excesiva activación del organismo y una emisión continua de respuestas de estrés.
Técnicas de intervención. Se utilizan técnicas para disminuir el valor efectivo de los estímulos:
§ Exposición y Desensibilización Sistemática. Para disminuir el valor afectivo de los estímulos.
§ Entrenamiento en Solución de Problemas. Para que el sujeto realice una valoración más precisa y ajustada de las demandas ambientales, siguiendo criterios objetivos y no afectivos.
Hipovaloración
Se da en aquellos casos en los que el sujeto no evalúa como estresantes situaciones que en realidad lo son, o cuando tarda en identificar una amenaza.
Las consecuencias pueden llevar a someterse importantes peligros o riesgos.
Técnicas de intervención
§ Entrenamiento en solución de problemas.
Problemas relacionados con la evaluación de los propios recursos (evaluación secundaria)
Pueden producirse notables incrementos en el nivel de activación del organismo por:
a) Hipervaloración de los propios recursos.
El sujeto percibe que tiene capacidad para “hacer frente a todo” y se enfrenta con situaciones que claramente le sobrepasan,
Técnicas de intervención:
§ Reorganización Cognitiva
§ Solución de problemas
b) Hipovaloracción de los propios recursos
El sujeto se considera “incapaz de resolver nada”, por lo que se ve superado por acontecimientos cuya resolución está a su alcance.
Técnicas de intervención:
§ Inoculación de estrés
3) Problemas relacionados con la selección y organización de la respuesta
Se puede producir un desajuste en la valoración de las demandas situacionales y los propios recursos para hacerles frente, que se manifiesta por:
a) Procesamiento inadecuado del ajuste situación/recursos.
§ El sujeto responde a aspectos colaterales o parciales a la situación
§ Incapacidad para decidir qué respuesta emitir (problema de toma de decisiones.
Técnicas de intervención:
§ Reorganización Cognitiva
§ Solución de problemas
b) Supuestos desadaptados
Se trata de prevenir ciertos supuestos desadaptativos subyacentes (creencias, sistemas de valores...) y/o del establecimiento de objetivos inadecuados o desadaptados a conseguir con la respuesta seleccionada.
Técnicas de intervención:
§ Reorganización Cognitiva
§ Solución de Problemas
§ Establecimiento de objetivos
c) Bloqueo por otras respuestas
Surge cuando la selección de la respuesta adecuada está bloqueada por la aparición de respuestas emocionales o cognitivas (p.ej., pensamientos automáticos...) que imposibilitan el correcto análisis de la situación y/o de los recursos.
Técnicas de intervención:
§ Inoculación de Estrés
§ Detención del Pensamiento
Conductas de afrontamiento inadecuadas (nivel motor)
Una vez seleccionada la respuesta a emitir para hacer frente a la situación estresante pueden producirse problemas en la propia emisión (o no emisión) de las conductas motrices. El hecho de no hacer frente a la situación con las conductas adecuadas conlleva el mantenimiento de la activación del sujeto, así como la aparición de efectos colaterales negativos, como malestar emocional o sentimientos de indefensión ante esa situación. Si la situación se mantiene, el problema será cada vez mayor, pues se sumarán el malestar producido por la situación en sí, los efectos de aprendizaje de indefensión y de asociación de respuestas emocionales negativas a la situación.
En este sentido, el sujeto puede emitir conductas inadecuadas por:
a) Falta de conductas adecuadas
El sujeto no puede emitir la respuesta porque no dispone en su repertorio conductual de las respuestas adecuadas. En este caso, es necesario que el sujeto aprenda dichas conductas.
Técnicas de intervención:
§ Modelado
§ Moldeado
b) Emisión de conductas en situaciones inadecuadas
El sujeto puede haber aprendido las conductas las conductas, pero de un modo inadecuado. Así que puede ocurrir que no las ponga en marcha en el momento o situación apropiada porque no identifica los estímulos discriminativos o bien porque en el pasado no fueron premiadas (extinción) o fueron castigadas, o, alternativamente, porque en situaciones similares a la emisión de otras respuestas inadecuadas fue recompensada por lo que actualmente sigue efectuando dichas conductas.
Técnicas de intervención:
§ Control de Estímulos
§ Autocontrol
§ Control de Contingencias
c) Bloqueo por respuestas emocionales
Se trata de casos en los que el sujeto dispone de las respuestas adecuadas, pero éstas se encuentran inhibidas o bloqueadas por determinadas respuestas emocionales o cognitivas. En este sentido, la intervención debe dirigirse a disminuir esas respuestas emocionales.
Técnicas de intervención:
§ Desensibilización Sistemática
§ Exposición
§ Inoculación de Estrés
Activación fisiológica inadecuada (nivel fisiológico)
La aparición de las respuestas fisiológicas que facilitan la aparición de los trastornos psicofisiológicos, depende muy directamente de los aspectos cognitivos y/o motores. En estos casos, se hace necesaria, además de la actuación sobre las mismas respuestas fisiológicas o síntomas evidentes, la modificación de las respuestas cognitivas o motrices responsables de ellas, de acuerdo con las pautas citadas en las secciones anteriores. Por tanto, debe actuarse modificando tanto las respuestas fisiológicas como sus desencadenantes.
Para la modificación de las respuestas fisiológicas en sí mismas se han utilizado diversas técnicas, principalmente
§ Técnicas de relajación, en alguna de sus múltiples variantes (p.ej. progresiva, autógena...)
§ Entrenamiento en Respiración
§ Biofeedback
El objetivo que se pretende alcanzar con la aplicación de estas técnicas ha sido doble:
a) Reducir el nivel de activación general del organismo, en especial en aquellos momentos que facilitan el exceso de respuesta.
Este objetivo parte del supuesto de que, si el sujeto es capaz de reducir de manera voluntaria su nivel de activación fisiológica, los problemas debidos al mantenimiento de niveles de activación elevados pueden obviarse o, cuando menos, disminuirse.
Técnicas de intervención:
Relajación
Control de Respiración
Biofeedback (activación general)
b) Controlar o modificar los niveles de activación de un determinado órgano diana o de alguna respuesta fisiológica específica responsable de un determinado trastorno que queremos tratar.
Técnicas de intervención:
Relajación
Control de Respiración
Biofeedback (RR específicas)
Nota:
Hay que tener en cuenta que los diferentes pasos considerados no siempre se dan de manera ordenada y secuencial, sino que pueden producirse saltos, vueltas atrás, detenciones o reiteraciones, haciendo más complejo el proceso. Lo normal es que se produzcan un continuo de interrelaciones entre los distintos aspectos implicados, con bucles de feedback entre ellos.
Es necesario considerar el estrés como un proceso global en el que se tienen en cuenta:
§ las características de la situación que desencadena la respuesta
§ la interpretación que el sujeto hace de ellas
§ el balance que establece entre las necesidades requeridas por la situación y sus propias capacidades
§ los patrones de activación fisiológica
§ las conductas que ponen en marcha ante la situación
§ las consecuencias de todo ello, tanto a corto como a largo plazo.
Por tanto, no se puede evaluar o tratar el estrés considerando un único factor, se requiere del análisis del continuo juego de interacciones entre todos estos aspectos.
Bibliografía
Buceta, J., Bueno, A. M., & Mas, B. (2001). Intervención y salud: Control del estrés y conductas de riesgo. Madrid: Dykinson.
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