TAREAS PARA PROBLEMAS
DE PAREJA
Los problemas que se plantean en las parejas
son tan variados que no es fácil realizar una
descripción general. A nosotros nos gusta
distinguir dos grandes tipos de situaciones. Por un
lado, parejas que acuden a terapia porque a lo
largo del tiempo sus integrantes se han ido
distanciando. Suelen tener poca intimidad, una
vida sexual escasa y poco estimulante, con
apenas espacios y tiempos comunes. No hay
grandes conictos, pero tampoco comparten
ilusiones o proyectos.
Por otro lado, parejas en conicto, en las que las
disputas y los altercados son
constantes, más allá de la dosis de conicto inevitable y normal en
cualquier convivencia.
Dichos conictos pueden deberse a
desacuerdos profundos respecto de temas básicos, como,
por ejemplo, tener o no hijos, pero a menudo se
producen en torno a temas irrelevantes,
que, sin embargo, se abordan con un estilo
comunicativo destructivo. Gottman (1994) ha
descrito este estilo comunicativo como la
presencia de los «cuatro jinetes del Apocalipsis»:
críticas personales,
desprecio, actitud defensiva y actitud evasiva. A veces, esta
conictividad se debe a la
existencia de agravios irresueltos del pasado, aunque en otros
casos se ha desarrollado
recientemente a partir de una crisis de conanza desencadenada,
por ejemplo, por una
infidelidad o el descubrimiento de una adicción del otro.
Desde el punto de vista biológico, los problemas
en parejas heterosexuales están
estrechamente ligados a las diferencias
sexuales entre hombres y mujeres, que, por un lado,
motivan, pero, por otro, dicultan la relación (Pérez
Opi y Landarroitajáuregui, 1995).
Estas diferencias sexuales se ven amplicadas por la construcción
cultural del género, por la
forma básicamente patriarcal y machista de
entender las relaciones en nuestra sociedad, así
como por la manera de concebir culturalmente la
función y el papel de la pareja (Beyebach,
Landarroitajáuregui y Pérez Opi, 1998).
Desde el punto de vista sistémico, los
problemas de pareja se suelen remitir al ciclo vital
(Haley, 1973, 1976; Carter y McGoldrick, 1989).
Se entiende que las parejas pasan una serie
de crisis en función de las etapas de desarrollo
que van cumplimentando: «crisis de
compromiso», «crisis de convivencia», «la
crisis del primer hijo», «crisis del nido vacío»,
etcétera. Los problemas surgen cuando la
transición de una etapa a otra no se realiza
adecuadamente y la pareja no consigue adaptarse
a la nueva situación.
Presentación clínica
A la hora de acudir a terapia, los miembros de
la pareja suelen estar en momentos y en
disposiciones diferentes: él no tiene queja de
su vida de pareja, pero ella se siente
profundamente insatisfecha; él está pensando en
la separación mientras ella sigue
apostando por la relación; él no quiere
comprometerse e iniciar la convivencia, pero ella no
desea continuar como pareja sin irse a vivir
juntos. A partir de aquí, lo más habitual es que
la iniciativa de acudir a un profesional sea de
uno de los dos, que a menudo convence o
presiona al otro para que le acompañe y si no
lo consigue termina acudiendo solo a terapia.
Aunque nosotros entendemos que se puede
realizar un trabajo de pareja con solamente uno
de los miembros (Beyebach y Rodríguez Morejón,
1993), haremos un esfuerzo por incluir a
ambos en las sesiones.
Hay también parejas cuya consulta inicial se
circunscribe a una problemática en las
relaciones sexuales (disfunción eréctil,
eyaculación precoz o retardada, vaginismo,
anorgasmia…). A nosotros nos gusta ver la
intervención en disfunciones sexuales desde el
punto de vista de la relación más global de
pareja, que a menudo afecta o es afectada por
las dicultades sexuales.
Estrategia
Probablemente, el mayor reto en una terapia de
pareja es conseguir mantener una posición
omnipartidista, de modo que ambos integrantes
sientan que como terapeutas estamos de
parte de cada uno de ellos y simultáneamente de
parte de la pareja como tal. Para ello
solemos trabajar en formato conjunto, aunque
eventualmente dejemos un espacio de
conversación personal con cada miembro.
Estrategia personal
Los cambios que tratamos de propiciar a nivel personal (aunque podemos trabajarlos
en
formato conjunto) tienen que ver con el conocimiento
mutuo y la recuperación de la
consideración positiva por
el otro («Radares positivos»; «Símbolos entrañables»). A un nivel
más conductual, planteamos el principio de
que «El amor no (sólo) se dice, se hace», es
decir, promovemos la actitud de cuidar
activamente la relación, lo que también implica la
disposición a dejarse inuir en la toma de decisiones
y a apoyar los sueños y aspiraciones
del otro.
Estrategia
interpersonal
Desde el punto de vista relacional, entendemos
que tanto para parejas conictivas como
para aquellas distanciadas se debe trabajar
necesariamente en dos frentes:
Por un lado, ayudar a la pareja a reducir o
controlar las interacciones negativas. Esto implica resolver
los conictos resolubles, pero
también sobrellevar los que resulten irresolubles y dejar de
entrar en interacciones destructivas. Esta
estrategia tendrá prioridad en las parejas
conictivas, pero debe asimismo
complementarse con una segunda línea de intervención:
promover activamente los
intercambios positivos y reforzantes. Trataremos de que ambos
miembros de la pareja sientan que ganan en su
interacción, que les «compensa» seguir
como pareja (Beyebach, Landarroitajáuregui y
Pérez Opi, 1998) («El bote de los deseos»,
«Los quince primeros minutos»). Para ello
fomentaremos los espacios, actividades y tiempos
comunes con tareas como «La sorpresa» o «La
cita», así como la comunicación: «Andar y
hablar cogidos de la mano», «Quejas y anhelos».
Tareas como «El álbum de buenos
recuerdos» o «Símbolos entrañables» permiten
recuperar las emociones positivas de la
pareja, mientras tratamos de exibilizar e introducir
costumbres nuevas («Te espero en el
hotel»).
A veces, es necesario una tercera línea de
intervención: tal vez la pareja esté cambiando
su relación en el presente, pero siguen aorando esporádicamente conictos ligados a
traumas del pasado. Tal vez, hace años, ella se
negó a ir al funeral de la madre de él; quizás
él estaba de viaje justamente en el momento en
que ella dio a luz a su primer hijo; o a lo
mejor ella cometió hace tiempo una indelidad con el mejor de
amigo de él. En ese caso,
habrá que dedicar un espacio a reelaborar y
superar estas vivencias negativas. Las tareas
«Agravios y desagravios» y «Ritual de pasar
página» cumplen este objetivo.
En el trabajo con disfunciones sexuales, es
importante descartar posibles causas
orgánicas, así como los efectos secundarios de
la medicación que puedan estar tomando
(por ejemplo, los antidepresivos tienden a
disminuir el deseo sexual). A nivel cognitivo,
puede ser importante cuestionar algunos mitos y
tabúes sobre la sexualidad, proporcionar
información, manejar posibles temores ligados a
la anticoncepción y contrarrestar la
trampa que supone el exceso de atención
consciente a procesos que en principio deberían
ser automáticos. Desde el punto de vista
interpersonal, promoveremos los elementos lúdicos
de la sexualidad, el humor y el disfrute no
exigente.
Además de las tareas especícas que presentaremos en los
próximos tres apartados, hay
varias tareas genéricas que se prestan
especialmente al trabajo con parejas.
Para promover interacciones positivas sirven:
• «La tarea de fórmula de primera sesión»
(págs. 68-69).
• «Estar atento a los momentos en que
sucede…(una excepción, una mejoría)» (págs. 70-
71).
• «Las tres preguntas para una vida feliz»
(págs. 86-87).
• «Fijarse en qué podría hacer… pero no hacerlo
todavía» (pág. 74).
• «Cara o cruz» (pág. 75).
• «Simular el milagro/un punto más en la
escala» (págs. 76-77).
La tarea de «Haga algo diferente» (págs. 84-85)
puede ser un buen inicio en la estrategia de
interrumpir interacciones negativas. Si algo
que contribuye a las interacciones negativas es
que uno o ambos miembros de la pareja están
desbordados por sus emociones negativas,
puede resultar útil hacerles alguna de las
siguientes propuestas, adaptables a un formato
conjunto:
• «La pequeña felicidad» (págs. 81-82), en este
caso referida a alguna actividad
placentera como pareja.
• «¿Para qué puede servir?» (pág. 88).
• «Elige un color» (pág. 89).
• «5, 4, 3, 2, 1» (págs. 91-92).
• «5,4,3,2,1 con aceptación» (pág. 93).
• «Mensaje positivo con la mano no dominante»
(pág. 96).
A n de gestionar posibles
recaídas y promover el mantenimiento de los cambios puede
recurrirse también a estas tareas genéricas:
• «El plan de emergencia» (págs. 104-105).
• «La caja de recursos» (pág. 106) de la
pareja.
• «Consejos de experto» (pag. 107), en este
caso como una carta que se piensa y redacta
conjuntamente.
5.1.
TAREAS PARA INCREMENTAR
LAS INTERACCIONES POSITIVAS
Como hemos señalado más arriba, el éxito de una
terapia de pareja depende en buena
medida de que se recuperen los aspectos
positivos de la relación. En el nivel cognitivo, esto
supone restablecer el aprecio por la otra
persona y por la vida en común. En el nivel
emocional, recuperar las emociones positivas
ligadas a la historia de la pareja. En el nivel
conductual e interaccional, reactivar
actividades reforzantes y que hagan avanzar la
relación. Todas las tareas que presentamos a
continuación inciden en una o varias de estas
dimensiones.
RADARES POSITIVOS
Descripción:
Se le explica a la pareja que existen dos tipos
de radares, los radares positivos y los
negativos. Estos últimos están destinados a
protegernos de los peligros, los positivos son los
que detectan las situaciones placenteras.
Después, se les pide que hasta la próxima sesión
activen el radar positivo y apunten aquellas
cosas que capta el radar: lo guapa que ves a tu
pareja, algo bonito que ha dicho, un detalle
que ha tenido, etcétera.
Indicaciones:
Esta tarea ayuda a cambiar el punto de vista en
parejas que se han acostumbrado a
focalizar su atención en todo lo que no les gusta del otro. La tarea del radar les permite
jarse en lo positivo a la
vez que la atención del otro refuerza sus propias conductas
positivas.
Fuente:
La indicación de estar atento a los aspectos
positivos de la relación es típica de la terapia
centrada en las soluciones. Esta versión de los
«radares» es de Esther Pérez Opi y José
Ramón Landarroitajáuregui.
LA LISTA DE CUIDADOS
Descripción:
Se pide a la pareja que elaboren una lista que
contenga diez conductas referentes al cuidado
y a las atenciones que les gusta recibir a
diario. Después, se les invita a que traten de
«pillar» a su pareja haciendo alguna de esas
conductas y que las vayan anotando en una
hoja hasta la siguiente sesión. Al nal del día, pueden hablar
sobre las conductas que han
sorprendido en el otro.
Indicaciones:
Esta propuesta va en la línea de la anterior y
se dirige también a propiciar que los
miembros de la pareja valoren y reconozcan las
conductas positivas que el uno hace por el
otro. Hablar sobre ellas unos minutos ayuda a
darles más relevancia.
A tener en cuenta:
Puede resultar necesario que haya un ensayo
previo durante la sesión sobre dos o tres
conductas que hayan percibido durante la semana
anterior.
Fuente:
Se trata de una tarea recogida por José Navarro
(Navarro Góngora, 1992).
SÍMBOLOS ENTRAÑABLES
Descripción:
Se plantea a la pareja que entre los dos
busquen o elijan un objeto cuya presencia despierte
los sentimientos positivos que el uno tiene por
el otro, como por ejemplo algo que les
recuerde su época de noviazgo. El objeto elegido
debe colocarse en un lugar visible de la
casa.
Indicaciones:
Esta tarea busca recuperar los aspectos
emocionales positivos en parejas distanciadas.
A tener en cuenta:
Es conveniente trabajar en sesión los
sentimientos positivos de cada uno hacia el otro antes
de sugerir esta tarea.
Fuente:
Esta tarea la aprendimos de José Navarro
(Navarro Góngora, 1992).
EL ÁLBUM DE LOS BUENOS
MOMENTOS
Descripción:
Se propone a la pareja realizar un álbum de
fotos que recoja su vida en común desde el
noviazgo. Las instantáneas deben representar
los momentos más especiales, hasta crear con
el álbum la historia de pareja que ambos
quieren recordar. Al lado de cada fotografía
pueden escribir entre los dos qué recuerdos les
suscita.
Indicaciones:
Al igual que la anterior, esta tarea busca
acceder a los aspectos emocionales positivos en
parejas distanciadas.
A tener en cuenta:
Un miembro de la pareja puede no estar tan
dispuesto como el otro a realizar la tarea. Y
mientras uno recopila fotos y va preparando el
trabajo, pueden surgir nuevas disputas por
la falta de colaboración del cónyuge. Por eso
es especialmente importante involucrar a
ambos en la tarea.
Fuente:
Ésta es una tarea clásica en terapia de pareja
(Costa y Serrat, 1976), con un toque
narrativo.
LOS QUINCE PRIMEROS
MINUTOS
Descripción:
Proponemos a la pareja que, al volver todos los
días a casa, cada uno de sus miembros
dedique los primeros quince minutos en los que
estén juntos a jarse en qué cosas hace la
otra persona que le llevan a sentirse
satisfecho o agradecido, y de qué forma positiva
reacciona ante ello.
Indicaciones:
Esta propuesta es una adaptación para parejas
de «Las tres preguntas para una vida feliz».
Sirve para fomentar las interacciones positivas
y para hacerlas más visibles: habiendo oído
la tarea, cada uno de los miembros estará más
atento a los cambios del otro… pero también
más dispuesto a hacer cosas agradables.
A tener en cuenta:
La tarea se limita a esos quince primeros
minutos, después la pareja puede hacer lo que
quiera. Si estimamos que quince es demasiado
tiempo, podemos limitarnos a diez o incluso a
cinco.
Variantes:
En ocasiones, uno de los dos miembros de la
pareja está emocionalmente «fuera» de la
pareja, o tiene la intención de estarlo. Tal
vez ella tiene un amante con quien quiere irse; o
él está en terapia como un «último cartucho»,
pero en realidad se inclina más por la
separación. En este caso, la persona no querrá
reaccionar positivamente a la conducta del
otro (puesto que eso le «atrae» hacia la
pareja). Por eso puede ser útil reemplazar la
segunda parte de la tarea (jarse de qué forma positiva
reacciona ante lo que ha hecho el
otro), por la indicación más indirecta de que
se je en cómo le hace sentir exactamente la
conducta del otro.
Fuente:
Luc Isebaert creó esta adaptación de su propia
tarea de «Las tres preguntas para una vida
feliz».
LA SORPRESA
Descripción:
Se le pide a cada miembro de la pareja que una
vez a la semana prepare una sorpresa para
su compañero/a. La sorpresa tiene que consistir
en algo que sepa que al otro le gusta
mucho.
Indicaciones:
«La sorpresa» incide en el aspecto más
conductual, y está especialmente indicada para
parejas que han caído en un exceso de rutina.
A tener en cuenta:
Es una tarea aparentemente sencilla, pero exige
que ambos estén dispuestos a hacer algo
fuera de lo habitual a n de sorprender a su pareja.
Incluso es posible que algún miembro
de la pareja diga que no se le ocurre con qué
podría sorprender al otro. En ese caso valdrá
la pena dedicar un tiempo para charlar sobre la
cuestión.
Variantes:
Esta tarea puede pedirse a los dos en conjunto,
o en secreto a cada uno de ellos.
Fuente:
Esta tarea es una propuesta del grupo de
Milwaukee (De Shazer, 1985).
EL DÍA DEL AMOR
Descripción:
Consiste en sugerir a la pareja que elijan un
día por semana durante el cual, pase lo que
pase, se comporten amable y amorosamente el uno
con el otro.
Indicación:
Para parejas que necesitan reintroducir
interacciones positivas y agradables.
A tener en cuenta:
Si parece necesario, insistimos en que no hace
falta que cada uno se sienta amoroso hacia el
otro; es suficiente con que se comporte de forma amorosa.
Variantes:
Otra opción es que, en vez de acordar un día,
cada uno elija en secreto qué día decide llevar
a cabo la tarea. En ese caso se tratará también
de «pillar» cuál es el «día del amor» de la
otra persona.
Fuente:
Se trata de otra prescripción recogida por José
Navarro (Navarro Góngora, 1992).
LA CITA
Descripción:
Animamos a la pareja a que cada uno de ellos
prepare cuidadosamente, un día por semana
y una semana cada uno, una «cita romántica» con
su compañero. Se les sugiere actuar como
novios, es decir, uno pasa a recoger al otro o
bien quedan en un lugar predeterminado… En
esta cita está totalmente prohibido comentar
los problemas familiares o de pareja.
Indicaciones:
Esta tarea combina el aspecto conductual
(realizar algo placentero) con el elemento
emocional (comportarse como si fueran novios de
nuevo). La prohibición de hablar de los
temas conictivos está especialmente
indicada cuando los problemas maritales o familiares
han invadido todo el espacio de pareja.
Fuente:
Esta tarea es, en diferentes versiones, todo un
clásico en la literatura de terapia familiar y
de parejas (Gottman y Silver, 2000; Minuchin,
1974; Selvini Palazzoli et al., 1990).
EL BOTE DE LOS DESEOS
Descripción:
Se propone a la pareja que cada uno prepare su
propio «bote de los deseos», con diez deseos
escritos en papelitos de colores. Los deseos
deben ser concretos y pequeños, fáciles de
cumplir por la otra persona. La tarea consiste
en que cuando un miembro de la pareja desee
cumplir un deseo al otro, puede abrir el bote y
coger un papelito. Si cumple el deseo, tira el
papel; si en ese momento no le apetece o no
puede realizarlo, lo devuelve al bote y elige
otro. Cada uno tiene que estar atento a que en
su bote siempre haya diez deseos.
Indicaciones:
«El bote de los deseos» es otra forma de
reintroducir intercambios positivos, añadiendo el
elemento del «pedir» de una forma abierta.
A tener en cuenta:
La importancia de la tarea debe residir más en
la alegría que produce ver cumplido un
deseo que en el recuento de qué deseos quedan
sin cumplir. De hecho, no todos los deseos
tienen por qué realizarse.
Es importante que los deseos que se formulen
sean pequeños y concretos. Además,
insistiremos en que deben formularse en
positivo («No chillar cuando llegues a casa» no es
un buen deseo, pero «Un beso cuando llegues a
casa», sí).
Variantes:
Si estamos trabajando la sexualidad de la
pareja, podemos proponerles un «Bote de deseos
sexuales», que se trabaja de la misma manera.
En la actualidad, se comercializan
«talonarios de fantasías sexuales», que se
utilizan según esta misma lógica.
Fuente:
Esta forma lúdica de intercambiar conductas
positivas la aprendimos de José Ramón
Landarroitajáuregui y Esther Pérez Opi.
¿CUÁL ES SU MISIÓN?
¿CUÁL ES SU LEGADO?
Descripción:
Se le sugiere a uno o a los dos miembros de la
pareja que lea las siguientes preguntas y
anote sus ideas. A continuación, puede
compartir sus ideas con su pareja:
• Imagine que el médico le acaba de decir que
sólo le quedan seis meses de vida. ¿Cómo
elegiría pasar ese tiempo?
• Imagine que abre el periódico el día después
de su muerte y ve su propia esquela. ¿Qué
le gustaría que dijera la esquela?
• ¿Qué le gustaría que su pareja pensara de la
vida que han llevado? ¿Cómo le gustaría
que le recordara? ¿Qué legado le gustaría
dejar?
• Utilizando las ideas de las preguntas 1 y 2,
escriba una declaración de objetivos
vitales. ¿Cuál es su propósito? ¿Qué sentido
tiene su vida? ¿Cuáles son los logros más
importantes que le gustaría alcanzar? ¿Qué
aspectos de su vida actual son más
importantes para usted? ¿Cuáles son menos
importantes?
• ¿Qué papel desempeña su pareja en esto? ¿Cómo
le gustaría que le apoyara?
Indicaciones:
Este ejercicio está indicado para parejas en
que el desencuentro es más bien de tipo
existencial. La tarea ayuda a repensar los
propios valores y los del compañero y a tomar
decisiones acerca de cómo apoyarse mutuamente
para vivir conforme a ellos, para que –
como diría John Gottman– cada miembro de la
pareja pueda conseguir su «sueño».
Fuente:
Esta tarea es una pequeña adaptación de un
ejercicio propuesto por John M. Gottman
(Gottman y Silver, 2000).
LA CELEBRACIÓN
Descripción:
Una vez que la pareja ha alcanzado sus objetivos,
se les pide que celebren sus mejorías de
una forma especial: una cena, un viaje de n de semana, una excursión
al lugar en que se
conocieron, etcétera.
Indicaciones:
Este ritual es simplemente una forma de
subrayar los cambios que haya habido y contribuir
a afianzarlos.
A tener en cuenta:
Nos gusta dar un tiempo para que la pareja vaya
pensando de qué forma llevar a cabo la
celebración, por lo que solemos empezar
comentándola como una simple posibilidad que tal
vez valga la pena considerar, antes de
convertirla en una verdadera propuesta en una
sesión posterior.
Variantes:
Nos gusta la variante de Ben Furman (Furman y
Ahola, 1992) de que la pareja invite a la
celebración a todas las personas que de una
forma u otra les ayudaron a resolver sus
dificultades. Esto contribuye a «repartir el
mérito» y afianza el apoyo social a la pareja.
Fuente:
Se trata de una tarea clásica en terapia
familiar, que nosotros aprendimos con José Navarro
(Navarro Góngora, 1992).
VOLVER A CASARSE
Descripción:
Se propone a la pareja que preparen una nueva
boda. Pueden elaborar un listado de lo que
mantendrían y quitarían de su primera boda en
cuanto a los invitados, vestuario, lugar… Y
se les invita a organizar una nuevo enlace como
les hubiese gustado entonces. Además,
cada uno preparará un pequeño discurso de por
qué quiere volver a casarse con la otra
persona.
Indicaciones:
Este ritual tiene dos indicaciones. Por un
lado, como un paso más respecto de la tarea de la
celebración, es una buena opción para parejas
que estuvieron a punto de separarse y que al
nal de la terapia desean
renovar su compromiso. Además, está también indicado en
aquellos casos en que por alguna circunstancia
la boda original no salió bien y eso ha
supuesto un lastre para la relación.
A tener en cuenta:
Si la crisis de la pareja afectó también a los
hijos, éstos también pueden participar de
alguna manera.
Fuente:
Para esta tarea nos inspiramos en el libro
sobre ciclo vital de Frank Pittman (1998). El
trabajo sobre cómo mejorar una boda
insatisfactoria lo aprendimos de Annette Kreuz
(2007).
5.2.
TAREAS PARA BLOQUEAR LAS
INTERACCIONES NEGATIVAS
Las tareas que presentaremos en esta sección
son diversas, pero comparten un mismo
denominador común: tratar de introducir un
cambio en la forma estereotipada y rígida en
que se suelen producir los intercambios
negativos en las parejas. La idea de partida es que
en la mayoría de las parejas que llegan a
terapia se ha establecido un círculo vicioso en el
que se repiten una y otra vez interacciones inecaces e incluso
contraproducentes.
Perturbar este círculo vicioso con alguna de
las tareas que se discuten a continuación abre
la posibilidad de que la situación se
«desatasque». Como ya hemos señalado en la
introducción a este quinto capítulo, nos parece
importante complementar el trabajo de
bloqueo de interacciones negativas con el de
promoción de interacciones positivas.
VENTAJAS E INCONVENIENTES
Descripción:
Se pide a cada uno de los miembros de la pareja
que elabore una lista detallada de cuáles
son las ventajas e inconvenientes de seguir
juntos. A continuación, redactan otra lista con
las ventajas e inconvenientes de separarse.
Indicaciones:
Esta tarea está indicada para personas que se
hallan atascadas en la ambivalencia respecto
a su relación. Parejas que se quejan de estar
juntos, pero tampoco pasan a la acción de
separarse.
A tener en cuenta:
Las dos listas se pueden elaborar de forma
individual; de manera individual y comentándola
una vez que cada uno la ha nalizado; y en ocasiones
directamente de forma conjunta. Si se
trabaja con ambos miembros de la pareja y
aparecen coincidencias en la lista de ventajas
de acabar con la relación, puede preguntarse en
la sesión siguiente de qué forma podrían
tener estas mismas ventajas dentro de la relación.
Fuente:
La tarea se babasa en la idea del balance de
costes y benecios de la relación (Beyebach,
Landarroitajáuregui, Pérez Opi, 1998).
DÍAS PARES E IMPARES
Descripción:
Se pide a la pareja que elijan tres días a la
semana durante los cuales ambos van a
comportarse como si hubiesen decidido separarse
y otros tres días durante los cuales se
comporten como si hubieran decidido seguir
juntos. El séptimo día de la semana cada uno
hará lo que quiera.
Indicaciones:
Esta sugerencia también está indicada para
parejas en que ambos presentan una alta
ambivalencia respecto a la decisión de
separarse o no, sin coincidir temporalmente en la
misma posición. Esta tarea bloquea la rápida
inversión de posiciones que tiene la pareja y
les ofrece la oportunidad de estar a la vez en
la misma posición durante un tiempo
prolongado. También utilizamos esta tarea en el
trabajo con personas que acuden solas a
terapia, con dudas sobre su relación.
Variantes:
Se puede completar esta propuesta con la
indicación de que cada uno vaya registrando, al
final de cada idea, sus pensamientos y
emociones.
Fuente:
Esta tarea es una adaptación de una propuesta
de Mara Selvini Palazzoli y su equipo
(1978).
LA SEPARACIÓN CURATIVA
Descripción:
Se trata de proponer a la pareja una separación
de tres meses como una forma de
reconquistar al otro o, por el contrario, darse
cuenta de que no hay reconciliación. Esta
manera de trabajar conlleva dos reglas
fundamentales: por un lado, ambos tienen que
comprometerse a no mantener relaciones sexuales
ni íntimamente emocionales con
terceros. Y, por otro, es necesario que vivan
en casas separadas. La tarea consiste en actuar
como si fueran novios, llamarse, organizar
citas, hacerse regalos, escribirse mensajes o
mandarse cartas, ir al cine, a cenar… Después
de cada cita, cada uno vuelve a su casa y
recoge en un diario los sentimientos que
experimenta respecto al otro y a la situación.
Pasado un tiempo (dependiendo de cada pareja)
estarán preparados para tomar una
decisión.
Indicaciones:
«La separación curativa» es una especie de
«último cartucho» para aquellas parejas que
llevan tiempo en crisis, pero no se atreven a
dar el paso de la separación y quieren intentar
mejorar. Es una manera de analizar por separado
cómo están en la relación y fuera de ella.
A tener en cuenta:
Para prescribir esta tarea ambos tienen que
comprometerse a cumplir las normas y ambos
deben querer luchar por la relación. Si no, se
corre el riesgo de que mientras uno está
intentando mejorar la situación, el otro
aproveche la separación para que le resulte más
fácil la ruptura.
Durante la «Separación curativa», se organizan
entrevistas individuales de la terapeuta
con cada uno de los miembros, en las que se
revisan los diarios.
Fuente:
Aprendimos este procedimiento de Annette Kreuz
(2007).
ESTAR «DENTRO DE UNA
BURBUJA»
Descripción:
Se propone a cada miembro de la pareja que
cuando a uno de los dos le apetezca tener un
espacio de intimidad y ser respetado por el
otro se ponga un sombrero y permanezca con él
puesto hasta que desaparezca la necesidad de
aislamiento.
Indicaciones:
Sirve para aquellas parejas en que no se
respeta la necesidad de un espacio personal y que
pretenden que el otro esté siempre disponible
para hablar. De todas formas, hay que tener
cuidado de que esta tarea no sea utilizada como
una forma de evitar tratar ciertos temas.
Variantes:
Se puede poner un límite temporal a la
utilización del sombrero. Lógicamente, es posible
convenir cualquier otra señal externa para
indicar que se está «dentro de una burbuja»:
banderas, chapas, pañuelos…
Fuente:
Esta tarea se basa en los planteamientos de la
terapia de parejas cognitivo-conductual
(Costa y Serrat, 1976).
DOS ELOGIOS POR CADA
CRÍTICA
Descripción:
Se sugiere a la persona que critica
constantemente a su pareja que a partir de un momento
dado cada vez que vaya a criticar una conducta
de su cónyuge primero haga dos
comentarios positivos sobre ella.
Indicaciones:
Esta tarea se propone a parejas que
constantemente está criticándose, como una forma de
interrumpir el patrón de descalicaciones mutuas. Además, es
una invitación a buscar
aspectos positivos en la otra persona.
Variantes:
Esta tarea también puede emplearse con padres e
hijos, o entre hermanos.
Fuente:
La investigación de John Gottman sobre la
proporción de intercambios positivos e
intercambios negativos en parejas en conicto fue nuestro punto de
partida para esta tarea
(Gottman, 1994).
HABLAR Y ANDAR COGIDOS DE
LA MANO
Descripción:
Se propone a la pareja que comenten su problema
andando. Primero habla uno en primera
persona sobre lo que siente y piensa al
respecto, con los ojos cerrados, mientras el otro
escucha y lleva de la mano a su compañero como
si éste fuera ciego. Después se
intercambian los papeles.
Indicaciones:
Cuando las discusiones en la pareja son
destructivas, esta tarea abre nuevas opciones al
establecer un contexto de conversación
diferente, que además crea una experiencia
emocional de confianza.
Fuente:
Adaptamos esta tarea de una intervención de
Emilio Gutiérrez.
LAS BALAS
Descripción:
Explicamos a la pareja que sus enfrentamientos
y faltas de acuerdo son una especie de
guerra y que, como todos sabemos, las guerras
se libran, entre otras cosas, con pistolas
cargadas con balas y soldados provistos de
chalecos antibalas. Nosotros les daremos a cada
uno seis balas y tres chalecos simbólicos. Es
decir, cada uno tiene seis posibles peticiones
que puede hacer a su pareja (las balas) y tres
posibilidades de rechazarlas (los chalecos
antibalas).
Cada bala consiste en la expresión clara y
directa de un deseo, por ejemplo: «Quiero que
este domingo comamos en casa de mis padres».
Cuando uno de los dos «dispara» debe dejar
claro al otro que se trata de una de las balas
concedidas en la consulta («Esto es una bala»).
El otro puede responder armativamente y aceptar la
petición, o negarse a ella utilizando
uno de sus «chalecos antibalas».
Indicaciones:
Esta tarea es una forma lúdica de gestionar los
desacuerdos de baja intensidad,
especialmente cuando a los miembros de la
pareja les cuesta negociarlos de forma explícita.
A tener en cuenta:
Suele ser necesario hacer hincapié en que deben
de gastar todas sus balas hasta la sesión
siguiente. No vale utilizar siempre la misma
bala (formular la misma petición) hasta que el
otro no tenga más remedio que aceptarla.
Conviene que cada uno lleve un registro por
escrito de las balas y los chalecos utilizados,
para ayudar después a recordar lo ocurrido
respecto a la tarea durante la puesta en común
en la siguiente sesión. EstEsta puesta en común
es una parte importante de la prescripción, ya
que suele ser generadora de nuevos
significados y posibilidades.
Fuente:
Aprendimos esta tarea de Esther Pérez Opi y
Jose Ramón Landarroitajáuregui.
QUEJAS Y ANHELOS
Descripción:
Explicamos a la pareja que con frecuencia bajo
sus quejas se esconde un anhelo, es decir,
que se quejan porque en realidad desean algo
bueno o curativo en su relación. Por ejemplo:
• Queja: ¿Por qué no bajas nunca la
basura y dejas que se amontone?
• Anhelo: Me gustaría que funcionáramos
más como compañeros de un mismo equipo
en las tareas domésticas.
• Queja: Nunca me llamas durante el día.
• Anhelo: Deseo que nos pudiéramos
sentir cerca el uno del otro, incluso cuando
estamos separados.
• Queja: Estoy hasta las narices de que
cuando tengo una bronca siempre te pongas de
parte de los demás.
• Anhelo: Me gustaría sentirme más
apoyado por ti.
Se les sugiere que en casa elaboren cada uno
una lista de algunas de las quejas que suelen
escuchar del otro y escriban una frase que
exprese cuál es el anhelo que creen que subyace a
la crítica. La lista puede comentarse en la
sesión siguiente.
Indicaciones:
Cuando las quejas mutuas no pueden resolverse
de forma más sencilla mediante la
negociación, esta tarea permite pasar a un
nivel de mayor carga emocional.
A tener en cuenta:
Puede ser necesario practicar la reconversión
de las quejas en anhelos con algunos ejemplos
durante la propia sesión.
Fuente:
Hemos adaptado esta tarea de John M. Gottman
(Gottman y Silver, 2000).
UN EURO POR INSULTO
Descripción:
Se pide a la pareja que cada uno coloque una
hucha en un lugar visible de la casa. Cada vez
que un miembro de la pareja insulta al otro
debe meter un euro en el bote de su cónyuge.
Pasada una semana se recuentan los euros. El
que más euros tenga (el que más insultos ha
recibido) puede gastar en lo que quiera el
contenido de ambas huchas. En caso de empate se
amplía el tiempo de recuento.
Indicaciones:
Sugerimos esta tarea a parejas que llegan con
facilidad a los insultos y que arman que les
cuesta «controlarse».
A tener en cuenta:
Normalmente no proponemos esta tarea aislada,
sino en combinación con alguna otra que
promueva formas más constructivas de discusión.
Si es uno solo el que insulta, lógicamente
propondremos un único bote.
Fuente:
Desarrollamos esta tarea como una manera más de
bloquear las escaladas de violencia
simétricas contraproducentes en la pareja.
ZONAS ROJAS
Descripción:
Se propone a la pareja que busquen y elijan
dentro de su casa «zonas rojas», lugares de su
hogar donde nunca se les ocurriría discutir (la
bañera, una mesa, en la despensa). La tarea
consiste en que a partir de ese momento sólo
pueden discutir en esos lugares marcados. Si la
discusión ya ha comenzado, entonces el que
primero se dé cuenta para y le recuerda a su
compañero que tienen que desplazarse hasta una
«zona roja».
Indicaciones:
Indicada para parejas en crisis con discusiones
constantes o que llegan a altos niveles de
escalada de reproches. Esta tarea les ayuda a
cortar la discusión modicando el contexto
espacial en que tiene lugar.
Fuente:
Esta tarea está en la línea de las
intervenciones ericksonianas de perturbación de la pauta
problema que se utilizan en terapia estratégica
(Fisch et al., 1982) y que en sus primeros
escritos retomaron algunos autores centrados en
las soluciones (De Shazer, 1986; O’Hanlon
y Weiner-Davis, 1989).
DISCUTIR SALTANDO EN LA
CAMA
Descripción:
Sugerimos a la pareja que cuando esté
discutiendo y uno de los dos perciba que la discusión
se está yendo de las manos, pronuncie las
palabras «salto de cama», se suba a la cama y
comience a saltar. Si su compañero quiere
seguir con la discusión tiene que imitarlo. Si no
se sube también a saltar a la cama, la
discusión no se continúa.
Indicaciones:
Esta propuesta es una buena opción para parejas
cuyas discusiones tienden a salirse de
tono.
Variantes:
Se puede sugerir que además de saltar en la
cama lo hagan en ropa interior o desnudos: él
con un sombrero y ella con un lazo en la
cabeza, etcétera.
Fuente:
Se trata de otro ejemplo de intervención sobre
la secuencia problema, en este caso
propuesta por Esther Pérez Opi y José Ramón
Landarroitajáuregui (1995).
EL 1 POR CIENTO DE LA RAZÓN
Descripción:
Se plantea a ambos miembros de la pareja que
durante las discusiones cada uno se je en el
1 por ciento de razón que como mínimo tiene el
otro. La tarea consiste en descubrir ese
porcentaje.
Indicaciones:
Se utiliza con personas que durante sus
discusiones siempre creen llevar toda la razón.
Admitir que haya un 1 por ciento de razón del
otro contribuye a exibilizar la perspectiva y
empezar a ponerse en el lugar del otro.
Variantes:
Para intensicar el efecto puede pedirse
a cada uno que vaya apuntando el 1 por ciento de
razón del otro.
Fuente:
Esta tarea se basa en la tradición de los
entrenamientos en comunicación en parejas (Costa
y Serrat, 1976).
LA DISCUSIÓN ESTRUCTURADA
Descripción:
Se le propone a la pareja una forma estructurada
de hablar sobre sus problemas. El ejercicio
se practica dos días por semana, con un reloj o
despertador encima de la mesa. Para decidir
quién empieza lanzan una moneda al aire. El
primero en hablar expondrá durante diez
minutos su lista de agravios, mientras el otro
se limitará a escuchar. Pasados los diez
minutos, esa persona cesará de hablar, cediendo
el turno a su pareja, que consumirá su
tiempo exactamente de la misma manera. El día
siguiente empieza la otra persona.
Indicaciones:
Esta tarea está indicada para parejas que
constantemente discuten sobre los mismos temas,
sin llegar nunca a una solución. El objetivo
principal es introducir claridad en esta situación
confusa, pero puede funcionar también de forma
paradójica, por saturación. Si hay riesgo
de violencia, la tarea está contraindicada.
A tener en cuenta:
Conviene insistir en que quien hable en segundo
lugar no debe responder a las acusaciones
de quien habló primero, sino plantear sus
propias quejas. Lo dicho durante el ejercicio, y el
ejercicio mismo, no podrá comentarse ni antes
ni durante ni después de finalizado.
Variantes:
En cada discusión estructurada, puede haber
varias rondas de intervenciones, siempre que
se marquen de antemano. En este caso, puede
darse un matiz más psicoeducativo a la tarea,
proponiendo que cada miembro de la pareja haga,
antes de expresar sus puntos de vista, un
pequeño resumen de lo que entendió que le dijo
el otro.
Fuente:
Esta tarea fue propuesta originalmente por
Steve de Shazer y su equipo, cuando aún
trabajaban en una línea más estratégica que
centrada en las soluciones (1982).
TIEMPO FUERA
Descripción:
Se explica a los miembros de la pareja que, en
cuanto en el transcurso de una discusión uno
de los dos perciba que él mismo o su pareja se
están «calentando», haga la señal de «tiempo
fuera» (una «T» con las manos) y abandone
inmediatamente la habitación. La otra persona
no debe ni seguirle ni impedirle que se vaya.
Cuando quien se fue sienta que se ha calmado
(si lo que percibió es que se excitaba la otra,
cuando crea que tal vez se haya calmado)
puede volver a la habitación. Si desea retomar
el tema de conversación puede hacerlo, pero
debe antes reconocer «El 1 por ciento de razón»
que tenía su pareja. Si cualquiera de los dos
vuelve a descontrolarse, se repite el
procedimiento.
Indicaciones:
Se recomienda en casos de parejas cuyas
discusiones son tan intensas que no pueden
encauzarse con la tarea de «La discusión
estructurada». «Tiempo fuera» corta la discusión
antes de que se llegue a un punto en que se
produzca una agresión verbal o física. Si se
trata de violencia de género (es decir, la
violencia no es recíproca ni simétrica, sino un
ejercicio de dominación de uno sobre otro),
esta tarea está contraindicada.
A tener en cuenta:
Cuando haya riesgo de que se llegue a
agresiones físicas, «Tiempo fuera» seguramente
resulte insuficiente y habrá que acompañarlo de
medidas específicas contra la violencia.
Hay que hacer hincapié en que esta tarea no sea
utilizada como una forma más de
agredirse; para ello es importante que quede
claro que el gesto de la «T» es una manera de
proteger la relación, no de echar al otro de la
habitación.
Para una persona que se enardece mucho en las
discusiones no siempre es fácil darse
cuenta de su propio estado de excitación. Puede
ser necesario un trabajo previo para que
aprenda a leer el «termómetro» de su propia
activación. De hecho, el «termómetro» puede
convertirse en una tarea en sí misma, previa a
que empiece a aplicarse «Tiempo fuera».
Fuente:
Esta intervención es un clásico del trabajo con
parejas en que hay riesgo de violencia. La
aprendimos de Pepe Navarro (1992).
RITUAL DE CONGELACIÓN
Descripción:
Se indica a la pareja que busquen por separado
un símbolo u objeto que les recuerde el tema
de discusión. Cuando lo hayan hecho, los ponen
en común comentando por qué los han
elegido. A continuación, colocan los elementos
seleccionados en un recipiente con agua y lo
meten en el congelador. La próxima vez que
surja una discusión sobre el asunto deben dejar
de discutir, ir al congelador y sacar el
recipiente. Durante el tiempo que dure la
descongelación, se les propone hablar sobre los
puntos fuertes y cualidades positivas de su
relación. Una vez que se hayan descongelado los
objetos, pueden, si quieren, continuar con
la pelea por el asunto conflictivo.
Indicaciones:
El «Ritual de congelación» está indicado cuando
lo que motiva las discusiones en la pareja
es siempre un mismo tema, que se plantea de
forma repetitiva y, además, no tiene solución
(por ejemplo, un agravio como una indelidad pasada; una mala
decisión que se tomó en
su momento, etcétera).
Esta propuesta no resulta adecuada cuando un
miembro de la pareja quiere tratar un
tema y el otro nunca le da la oportunidad para
ello, ya que en este caso la tarea supondría
aliarse con quien está evitando hablar y
alienar a quien sí quiere hacerlo.
Variantes:
Hay una tarea similar que utilizamos con
personas que tienen problemas de alcoholismo. En
este caso se trata de pedirles que tengan una
bebida alcohólica conservada en el
congelador, y que si sienten el impulso de
beber esperen a que se descongele.
Fuente:
Esta tarea fue desarrollada originalmente por
Evan Imber-Black (1991).
EL VASO DE AGUA
Descripción:
Se pide a la persona que desconfía de su pareja
que a diario, antes de que ésta llegue a
casa, ponga encima de la mesa un vaso con tanta
agua como desconanza haya sentido
durante esa jornada. Al llegar su pareja tiene
que bebérselo de un trago sin hacer ningún
comentario ni hablar del tema.
Indicaciones:
Esta tarea metafórica está indicada para
parejas en que uno de los miembros ha superado
una adicción, pero el otro sigue desconfiando
de su recuperación.
A tener en cuenta:
Solemos denir que una buena parte de
la desconanza en realidad no es tal, sino una
forma de mantener «la guardia alta» y ayudar a
evitar posibles recaídas. Lo que se bebe en
el vaso simboliza la parte destructiva y poco
útil de la desconfianza.
LA INTERFERENCIA
Descripción:
En una sesión conjunta se pide a la persona
«acusada» que cuando llegue a casa simule
alguna de las conductas de las que se le acusa
(por ejemplo, actuar como si estuviera
borracho o drogado, o como si hubiera estado
con otra persona).
Indicaciones:
Esta tarea se dirige a perturbar el círculo
vicioso que a menudo se produce entre «acusador»
y «acusado» en torno a temas como la bebida,
las drogas o las aventuras extraconyugales:
cuanto más trata el acusado de comportarse con
normalidad para demostrar que la
acusación es infundada, más sospecha el
acusador que están ocultándole algo. La
interferencia anula el valor informativo de la
conducta del acusado y deja al acusador sin
forma de discriminar si el acusado está o no
fingiendo.
A tener en cuenta:
Esta intervención deja desarmado al acusador,
de ahí que sólo es procedente si ambos
miembros de la pareja reconocen (o la terapeuta
tiene muy claro) que las acusaciones son
realmente infundadas.
Fuente:
La interferencia es una de las «tácticas especícas» descritas por Richard
Fisch y sus colegas
del MRI de Palo Alto (Fisch et al., 1982).
PONER A DIETA LOS CELOS
Descripción:
Proponemos a la persona que está bajo sospecha
que cada vez que la otra se disponga a
interrogarla, vigilarla o restringir sus
actividades fuera de casa se niegue a ello, diciendo
«Te quiero mucho, pero no deseo engordar los
celos». La persona celosa deberá también
poner en marcha alguna alternativa a las
conductas controladoras.
Indicaciones:
«Poner a dieta los celos» se dirige a bloquear
el patrón interaccional que se suele establecer
entre una persona celosa y su pareja, en el que
los intentos de aplacar a la persona celosa
en realidad van dando cada vez mayor poder a
ésta sobre la relación. Es una tarea más
directa y colaborativa que la de
«Interferencia».
A tener en cuenta:
Antes de plantear la tarea, revisamos en sesión
con la pareja qué conductas de ambos
alimentan (refuerzan) los celos. Por parte de
la persona celosa, probablemente refuercen
los celos conductas como interrogar al otro,
registrar sus ropas, revisar su móvil o tratar de
restringirle ciertas actividades. Por parte de
la persona bajo sospecha, las conductas que
seguramente estén alimentando los celos sean
dar cuenta de todos sus movimientos, dejarse
registrar la ropa o el móvil, renunciar a
ciertas actividades, etcétera.
Esta tarea es tremendamente ecaz cuando conseguimos que
ambos trabajen
conjuntamente en contra de los celos. Para ello
es necesario «ganarnos» sobre todo a la
persona celosa.
Variantes:
Esta tarea puede combinarse con la de
«Interferencia».
Fuente:
Creamos esta tarea desde una lógica MRI, tras
observar una y otra vez cómo las conductas
con que la persona bajo sospecha pretende
aplacar al acusador en realidad funcionan como
soluciones intentadas ineficaces.
CUADERNO DE PREGUNTAS
Descripción:
A la persona que sufre los celos se le propone
elaborar una lista lo más larga posible con
todas las preguntas que se le ocurran acerca de
lo que motiva sus celos. Éstas deben
contener todas las dudas y sospechas que tenga.
No importa que repita alguna de las
preguntas o que sólo cambie algún mínimo matiz.
Una vez confeccionada la lista, se le pide
a la pareja que elijan un momento al día (entre
treinta y sesenta minutos) para hablar
sobre ella: uno pregunta y el otro contesta.
Pasado ese tiempo no pueden volver a hablar
más del asunto. Si se acaban las preguntas
antes de hora, deberán volver a empezar por la
primera. Esto lo repiten todos los días.
Indicaciones:
Utilizamos esta tarea cuando el componente obsesivo
de los celos lleva a que la tarea de
«Poner a dieta los celos» no funcione. Con esta
prescripción del síntoma buscamos un efecto
de saturación.
Variantes:
Podemos acentuar el carácter paradójico de esta
tarea animando a la persona bajo
sospecha a que añada preguntas a la lista de la
persona celosa.
Fuente:
Descubrimos esta tarea en una publicación de
Esther Pérez Opi (2004).
AGRAVIOS Y DESAGRAVIOS
Descripción:
Cada miembro de la pareja elabora una lista de
las situaciones en que se ha sentido
agraviado por el otro. Al lado de cada agravio,
escribirá qué acto concreto de desagravio de
su pareja serviría para poder «pasar página».
La lista es personal. Durante la sesión
siguiente se comentan las dos listas y se
planea cómo llevar a cabo los desagravios.
Indicaciones:
Recurrimos a esta tarea cuando la pareja ha
mejorado en su interacción presente, pero
sigue sufriendo los efectos negativos de daños
pasados que han quedado enquistados en la
relación.
A tener en cuenta:
Los actos de posible desagravio deben ser
concretos y especícos. Puesto que no siempre
es
fácil para la persona que se siente agraviada
encontrar qué sería un buen desagravio, suele
ser necesario dejarle un tiempo para pensarlo.
Si cualquiera de los dos entiende que no hay
desagravio posible para un agravio dado,
trabajaremos individualmente con la persona a
qué conclusión le lleva eso. A veces,
proponemos nosotros un «ritual de expiación».
Fuente:
Esta tarea también es una propuesta de Esther
Pérez Opi y José Ramón
Landarroitajáuregui.
RITUAL PARA PASAR PÁGINA
Descripción:
Se propone a la pareja elaborar un ritual
simbólico para «pasar página» en sus conictos
irresolubles. Empezamos pidiendo que cada uno
por separado busque símbolos que
representen esos conictos. Durante la sesión, se
fomenta un diálogo acerca del signicado
que esos símbolos tienen para cada miembro de
la pareja. Después, se les indica que en casa
piensen de cuáles de esos objetos o partes de
ellos quieren desprenderse y cuáles creen que
todavía deben conservar un tiempo. En la
siguiente sesión, se comentan sus conclusiones. A
continuación, se les sugiere que cuando se
encuentren preparados se deshagan de forma
ritual de esos objetos, enterrándolos,
incinerándolos, arrojándolos al mar, etcétera.
Indicaciones:
Esta tarea sirve para abordar conictos irresolubles sobre
asuntos no resueltos del pasado.
Solemos emplearla a n de trabajar aquellos conictos que no han podido ni
resolverse en
terapia ni superarse mediante la tarea de
«Agravios y desagravios».
Fuente:
Recogimos esta tarea de una revisión de
rituales terapéuticos realizada por Inmaculada
Ochoa de Alda (1996).
5.3.
INTIMIDAD Y SEXUALIDAD
Las relaciones sexuales12 constituyen una parte
importante del contenido de una terapia de
pareja exitosa. Por una parte, porque suelen
resultar afectadas cuando entre los integrantes
de la pareja existen dicultades en otros niveles.
Por otra, tal vez aún más importante,
porque la erótica de la pareja es fuente de
experiencias e interacciones positivas y un
importante recurso para el cambio.
Por este motivo, nos parece importante incluir
la dimensión erótica en la terapia, incluso
aunque nuestros consultantes tal vez se
muestren inicialmente un tanto remisos a hablar de
su vida sexual. Dedicaremos esta sección a
presentar algunas tareas sencillas que pueden
ayudar a las parejas a mejorar sus relaciones
sexuales. Para el tratamiento de problemas
especícos como la disfunción
eréctil, la eyaculación precoz, el vaginismo o la anorgasmia
remitimos a los protocolos de terapia sexual
que han venido desarrollándose desde los años
setenta (Masters y Johnson, 1970; Kaplan,
1975).
FOMENTANDO LAS FANTASÍAS
ERÓTICAS
Descripción:
Sugerimos a la persona que ponga en marcha todo
aquello que le lleve, le haya llevado o
piense que pudiera llevarle a sentirse
potencialmente excitada. Es posible proponer
opciones como:
• Lecturas, películas o cualquier otro tipo de
material erótico que tal vez le resulte
estimulante.
• Cambiar su apariencia para sentirse más sexy:
se le sugiere que piense en tres o cuatro
cosas que cambiará en su forma de vestir o en
otro de manera que se sienta más sexy
de lo que se siente ahora y se le indica que
lleve a cabo uno de estos cambios cada
semana y se fije en qué efecto surte.
Indicaciones:
Esta prescripción se utiliza con personas que
se quejan de falta de deseo erótico.
A tener en cuenta:
Conviene, en sesión, desmiticar la idea de las fantasías
como deseos insatisfechos, o de
que se han de llevar a la práctica. En el
terreno de la fantasía la libertad no está sometida a
los límites que nos impone la plausibilidad de
la práctica erótica. Las fantasías no tienen
por qué ser saludables, ni lícitas ni
correctas, sólo fantasías.
Fuente:
Aprendimos esta tarea de Chema Rodríguez de
Castro (2003).
DIARIO DE PENSAMIENTOS
ERÓTICOS
Descripción:
Se le pide a la consultante que escriba un
diario personal sobre los pensamientos sexuales
que tiene durante el día. A continuación, se le
sugiere que elija uno de esos pensamientos y
que lo desarrolle en su imaginación en forma de
película, cómic… Un paso más es que lo
escriba o dibuje.
Indicaciones:
Esta tarea se propone a personas con ausencia
de deseo y con dicultades para fantasear.
La recomendamos después de haber realizado la
tarea de estimulación de los deseos
eróticos.
A tener en cuenta:
Si la persona comenta que carece de
pensamientos eróticos durante todo el día, puede
sugerírsele, por ejemplo, que imagine
diferentes encuentros sexuales excitantes para ella y
que escriba en su diario sobre dichos
encuentros. Tal vez sea útil contar con bibliografía
sobre fantasías sexuales de donde tomar ideas.
La recomendación de películas, relatos o
novelas eróticas (sin darles pistas o
expectativas de excitación) constituye en sí misma otra
tarea que completa y refuerza este diario de pensamiento
sexuales.
Fuente:
Esta tarea es una adaptación narrativa que
hemos hecho del trabajo con fantasías eróticas.
FOCALIZACIÓN SENSORIAL
Descripción:
Se sugiere a la pareja que realice el siguiente
ejercicio:
«Desde hoy hasta la próxima vez que nos veamos
os proponemos que vuestros contactos
sexuales sigan unas pautas diferentes a las de
ahora. Durante el ejercicio, queda totalmente
prohibido el coito. Decidiréis de antemano el
día o la noche en que vais a empezar este
experimento. Al llegar al dormitorio ambos os
desnudáis y os tumbáis en la cama. Es
importante que haya luz suciente para veros, tendréis
que decidir si usar velas o bombillas
tamizadas. Una vez desnudos, podéis lanzar una
moneda para ver quién comienza. A
continuación, seguid estas pautas:
• El que comienza puede acariciar al otro todo
el cuerpo excepto los genitales (y los
pechos de ella). Comienza por detrás y después
le da la vuelta para acariciarle por
delante
• Tras diez minutos, cambiáis de papel, y el
que ha sido acariciado ahora acaricia al otro
durante diez minutos.
• Quien está siendo acariciado puede
abandonarse al placer y disfrutar, pero, si se
excita, no pedir nada al otro.
• Lo importante es que os jéis en vuestras sensaciones
cuando acariciáis y sois
acariciados. Qué emociones y sentimientos os
surgen. Qué parte de vuestro cuerpo os
gusta más que os acaricien y cuál os gusta más
acariciar.
Es importante que hagáis este ejercicio al
menos tres veces desde hoy hasta la próxima vez
que nos veamos».
Indicaciones:
Cuando hay problemas en las relaciones sexuales
de una pareja, es habitual que todo lo
corporal termine problematizado, de modo que
ninguno de los dos sea capaz de relajarse y
simplemente disfrutar. A menudo, esto lleva a
una evitación (por parte de uno o de ambos)
de todo lo erótico. Esta tarea pretende
revertir dicho proceso, restaurar un espacio de
intimidad previsible y controlable, en un
contexto de no exigencia. Por eso esta tarea es una
buena forma de empezar casi cualquier
intervención con la sexualidad de la pareja. Insistir
en los detalles prácticos (velas o bombillas,
qué crema usar, etcétera) tiene un valor
distractor, que reduce la ansiedad ligada al
ejercicio.
A tener en cuenta:
Si es muy grande la problematización del cuerpo
(y, en concreto, de los genitales), las
primeras sesiones de focalización pueden
hacerse con la ropa interior puesta.
Esta tarea puede ejercer un efecto positivo de
tipo paradójico, de modo que la pareja
«fracase» porque al nal sí terminen teniendo una
relación sexual. La actitud de la
terapeuta será entonces «reñirles» amablemente…
y sugerir que sigan con el ejercicio.
Fuente:
La focalización sensorial goza de una larga
tradición en terapia sexual desde los trabajos
pioneros de Master y Johnson (1970). Helen
Kaplan habla del pleasuring (Kaplan, 1975).
FOCALIZACIÓN SENSORIAL CON
CARICIAS GENITALES
Descripción:
Se propone a la pareja que en el ejercicio
anterior incluyan los genitales en la sesión de
caricias, pero sin perseguir la consecución del
orgasmo. Se les sugiere que se jen en lo que
les gusta más de lo que hace el otro y en qué y
cómo lo hace.
El último paso es «permitir» el orgasmo y
eventualmente el coito.
Indicaciones:
Esta tarea es una paso más de la anterior y
comparte sus indicaciones.
A tener en cuenta:
Esta tarea sólo puede proponerse una vez que la
pareja ha realizado la tarea de
«Focalización sensorial». Los «permisos» para
la consecución del orgasmo y eventualmente
del coito pueden ir dándoseles según la
evolución de la pareja.
Fuente:
Masters y Johnson (1971); Kaplan (1975).
BAÑO SENSUAL
Descripción:
Se propone a la consultante darse un baño dos
veces a la semana. Debe acondicionar el
cuarto con una luz tenue (pueden ser velas…),
olores agradables, música relajante, etcétera.
Es un momento exclusivamente para ella donde
nada ni nadie puede molestarla. Durante el
baño, se le indica que recorra su cuerpo con
las manos en forma de caricias, jándose en
aquellos puntos que más le gustan. No tiene que
masturbarse, sólo acariciarse mientras
disfruta de la luz, los olores, la música…
Indicaciones:
Este ejercicio está diseñado para mujeres con
falta de deseo sexual, que además reconocen
no haber explorado su cuerpo ni tenido
fantasías sexuales. Normalmente, tampoco han
practicado nunca la masturbación. La tarea las
ayuda a adquirir un conocimiento más
exhaustivo acerca de las partes de su cuerpo
que más las excitan.
Variantes:
En un segundo momento, puede complementarse
esta tarea con la indicación de que la
persona añada una fantasía sexual a la
situación.
Fuente:
Esta variante se basa en los trabajos ya
citados de Masters y Johnson (1971) y Kaplan
(1975).
BAÑO SENSUAL EN PAREJA
Descripción:
Se propone a cada miembro de la pareja bañar al
otro dos veces a la semana. Al igual que
en la tarea anterior, deben acondicionar el
cuarto de baño a su gusto con una luz tenue,
olores agradables, música relajante, etcétera.
Se sortea quién comienza bañando al otro. La
persona que empieza desnuda al otro y acto
seguido le da un baño «a la manera como se
baña a los niños», sin meterse a la vez en la
bañera. El baño termina secando al otro y
dándole un masaje, o simplemente vistiéndolo.
Indicaciones:
Esta tarea está diseñada para parejas en que se
ha perdido el contacto corporal. Sirve para
reforzar el elemento del cuidado en la pareja y
del gusto por el cuerpo del otro. Puede ser
una alternativa a la «Focalización sensorial» o
un complemento de ésta.
A tener en cuenta:
Aunque sería un efecto positivo, el terapeuta
no debe mostrar expectativas sobre la
posibilidad de que surja la excitación durante
el ejercicio. De hecho, se prohíbe que haya
coito. También debemos concretar las
instrucciones en cuanto a la ambientación, la
temperatura del agua, si gel o jabón, si
esponja o no, etcétera, ya que con ello focalizamos
la atención de las parejas y distraemos la
ansiedad que en algunas personas produce
mostrarse desnudo frente al otro.
Variantes:
Esta tarea admite también diversas variantes,
en función de los gustos y preferencias de la
pareja. Para personas muy remisas a iniciar un
trabajo corporal puede ser adecuado
empezar con una versión aún más suave de esta
tarea, limitándola inicialmente al baño de
los pies y añadiendo en semanas posteriores
otras partes del cuerpo.
Fuente:
«Baño sensual en pareja» es una propuesta que
se basa, como las anteriores, en los
planteamientos clásicos de Masters y Johnson
(1971) y Kaplan (1975).
PUNTÚA TUS ZONAS ERÓGENAS
Descripción:
Se les pide que en casa cada miembro de la
pareja dibuje en una cartulina el cuerpo
desnudo del otro por delante y por detrás. Después,
cada uno irá asignando, a cada zona
del cuerpo, una puntuación de 1 a 10 según el
placer que cree que siente su pareja cuando
se la estimula en las diferentes zonas. Al lado
de cada número, pueden ir describiendo
someramente el tipo de estimulación (besos,
tipo de caricias, etcétera) con que se obtiene
esa puntuación. Aunque la puesta en común
pueden hacerla ellos mismos en casa, nos gusta
que tenga lugar en la sesión. Para ello, cada
uno trae su dibujo, se colocan sobre la mesa y
se va contrastando la puntuación asignada con
la que cada uno se da a sí mismo; esta
última puede ir escribiéndose sobre el dibujo
en diferente color.
Indicaciones:
Este juego promueve el conocimiento del propio
cuerpo y el del otro, proporcionando la
oportunidad de hablar de lo que a cada uno le
gusta que el otro le haga de forma amena y
no culpabilizadora. Está indicado para promover
la erótica corporal mas allá de lo genital,
para hablar de caricias, del uso de pañuelos,
plumas, aceites, etcétera.
Fuente:
Aprendimos esta tarea de Esther Pérez Opi y
Jose Ramón Landarroitajáuregui.
EL PENE DE PLASTILINA
Descripción:
Se sugiere a la consultante que moldee con
plastilina un pene. Tiene que personicarlo
dándole un nombre y añadiéndole boca, ojos,
brazos… y adornarlo con algún complemento
que ella elija, como un sombrero, una pajarita,
etcétera. A continuación, se le pide que cada
día coja el pene, lo acaricie, hable con él, se
acaricie ella con las manos del pene, en
denitiva, que interactúe con
él. Este ejercicio lo realizan durante un tiempo razonable,
que, dependiendo de la persona, puede variar
desde dos semanas a un mes. Después de este
tiempo, se le pide que imagine el pene de su
pareja con las mismas características
(sombrero, pajarita…) y cuando se sienta
preparada empiece a acariciarlo igual.
Indicaciones:
Esta tarea está indicada para mujeres que
sienten una aversión o rechazo hacia el órgano
genital masculino. Ayuda a desensibilizar la
ansiedad y establecer una relación lúdica con el
pene.
A tener en cuenta:
En la segunda parte de la tarea hay que incluir
a la pareja; antes de realizar este ejercicio
es fundamental prohibirles el coito.
Fuente:
Desarrollamos esta tarea como una versión
lúdica de algunos ejercicios de desensibilización
para fobias sexuales.
VARIAR EL MENÚ
Descripción:
Se indica a la pareja que hasta la sesión
siguiente exploren entre ellos diversas maneras de
disfrutar sexualmente, pero que no impliquen
penetración.
Indicaciones:
Esta tarea es relevante para parejas cuyas
relaciones sexuales se limitan prácticamente al
coito.
A tener en cuenta:
La metáfora del menú da mucho juego para el
trabajo previo en sesión y para desarrollar
nuevas tareas: tal vez quieran probar un «menú
largo y estrecho», crear un «plato del día» o
preparar un buen «plato combinado». Quizás
deseen utilizar nuevos ingredientes, o
preparar la «comida» en otro lugar de la casa…
Fuente:
Desarrollamos esta tarea a partir de un caso de
Milton Erickson relatado por Jay Haley
(Haley, 1973), caso en que el ilustre terapeuta
utilizaba la comida como metáfora de la
sexualidad.
LOS PLATOS COMBINADOS
Descripción:
Se propone a la pareja que se reúnan en su casa
para elaborar una lista de «platos
combinados» sexuales. Cuando les enunciamos la
tarea, hay que realizar las siguientes
aclaraciones:
1. Es una tarea de pensar y escribir, no de
hacer. Esto les da más libertad y aligera la
presión a la hora de elaborarlos.
2. Que sean platos con ingredientes asequibles,
no tan exóticos que sean imposibles de
conseguir (no valdría «hacer el amor en las
aguas del Caribe» si no está dentro de sus
posibilidades llevarlo a cabo).
3. Los ingredientes deben ser consensuados y
que les gusten a ambos. Si, por ejemplo, el
cunnilingus es algo inaceptable para él o ella, no debe incluirse en ningún
plato.
4. Los platos se enumeran del 1 al 5 o del 1 al
10 (según el número de platos que les
pidamos) en función de su «coste», es decir, de
la energía necesaria para su
elaboración. El plato más barato es el que a su
juicio menos energía requiere (por
ejemplo, un beso), el más caro el que más ganas
o energía necesita (por ejemplo,
«Botella de champán en la bañera, con coito
anal»).
Indicaciones:
Esta tarea está indicada para parejas con una
sexualidad limitada y con pocas variantes.
A tener en cuenta:
En la sesión posterior esta tarea nos sirve
para trabajar con la pareja los siguientes
aspectos:
1. El prejuicio del «todo o nada» en la
erótica.
2. La posibilidad de la negociación de
conductas eróticas y la apertura a otras conductas
fuera de lo coital o además de ello.
3. Lo divertido del «sexo oral» (entendido como
«hablar de sexo»). ¿Qué tal lo pasaron
elaborando los platos? ¿Hubo dicultades para el consenso?
¿Cuál es el plato más
divertido que se les ocurrió?
Fuente:
Aprendimos esta tarea de Esther Pérez Opi y
José Ramón Landarroitajáuregui.
LADIES FIRST
Descripción:
Explicamos a la pareja que, hasta la siguiente
sesión, sólo puede haber penetración en sus
relaciones sexuales después de que ella haya
tenido al menos un orgasmo.
Indicaciones:
Al igual que la anterior, esta tarea pretende
ampliar el repertorio sexual de la pareja,
especialmente en aquellas que pretenden que
ella tenga un orgasmo solamente mediante la
penetración.
A tener en cuenta:
A veces, esta tarea exige proporcionar
información para disipar el mito del orgasmo
vaginal como única forma posible de placer
femenino.
Fuente:
Esta prescripción deriva de los estudios sobre
sexualidad de Masters y Johnson (1971).
ERECCIÓN PROHIBIDA
Descripción:
Proponemos al consultante que al realizar
alguna actividad sexual o alguna de las tareas
comentadas más arriba se esfuerce en no tener
una erección. De hecho, le prohibimos que
la tenga. Si en algún momento notase que está
empezando a tenerla, debe seguir con la
actividad, pero redoblar el esfuerzo para
evitarla.
Indicaciones:
Esta tarea está indicada para personas con
disfunción eréctil en que el denominador común
de las soluciones intentadas es el «intento de
tener una erección». La tarea revierte la
solución intentada ineficaz.
A tener en cuenta:
Como sucede con todas las tareas paradójicas,
conviene que la terapeuta mantenga la
posición de prohibir la erección durante varias
sesiones.
Variantes:
Para personas sin pareja se puede sugerir la
misma tarea viendo una película pornográfica.
Fuente:
Esta tarea es una prescripción de síntoma, en
la línea del MRI (Fisch et al., 1982), pero
también un clásico en terapia sexual (Masters y
Johnson, 1971).
TE ESPERO EN UN HOTEL
Descripción:
Se sugiere a la pareja que reserven habitación
en un hotel de su gusto en su misma ciudad.
Llegarán por separado a la hora jada previamente. Ella sólo
llevará un abrigo, sin
prendas debajo, ni siquiera ropa interior (como
mucho unas medias). Él, además del abrigo,
únicamente podrá vestir pantalones. Y tiene que
llevar dibujado algo en el torso para ella.
Él llegará primero, y la esperará en el bar del
hotel; cuando ella llegue, ambos tomarán
algo en el bar y sólo cuando terminen la
consumición subirán a la habitación.
Indicaciones:
Esta tarea ayuda a reavivar el deseo erótico en
la pareja mediante la complicidad, el
secreto y la novedad.
Variantes:
En el caso de parejas muy pudorosas que no se
atrevan a ir sólo con el abrigo se acepta que
puedan ir vestidos, pero él llevará escondido
en alguna parte de su cuerpo un pequeño
regalo para ella, que tendrá que ir buscando
poco a poco. Ella llevará escrita en partes de
su cuerpo lo que quiere que él le haga en cada
parte en concreto, instrucciones que él
deberá ir descubriéndo poco a poco.
Fuente:
Esta tarea se base en una idea inicial que nos
enseñaron Esther Pérez Opi y José Ramón
Landarroitajáuregui (1995).
INTERCAMBIO DE ROPA
INTERIOR
Descripción:
Se propone a la pareja que cada uno compre ropa
interior para el otro, por separado.
Cuando hayan realizado la compra deben
organizar una cena o evento especial para
intercambiar los regalos. Otro día diferente
han de ponerse cada uno la ropa interior que
les ha sido regalada y salir a una cafetería,
conviene que sea a una hora en que el lugar
esté concurrido. Una vez allí, van al baño,
primero uno mientras el otro espera en la barra,
y viceversa. En el baño se quitan la ropa
interior y cuando llegan a donde está su
compañero se la dan para que la guarde.
Indicaciones:
Este pequeño juego sirve para reavivar el deseo
erótico en la pareja. Compartir una
experiencia íntima y ridícula les ayuda a
recuperar la complicidad.
No se recomienda esta tarea a parejas muy
pudorosas.
Fuente:
Esther Pérez Opi y José Ramón
Landarroitajáuregui (1995).
EL ESPRINT
Descripción:
Proponemos al hombre que, en sus siguientes relaciones
sexuales, trate de eyacular lo antes
posible.
Indicaciones:
Para hombre con eyaculación precoz que intentan
infructuosamente retrasar lo más posible
la eyaculación.
Variantes:
Se puede pedir que la persona vaya anotando,
tras cada relación sexual, cuánto tiempo
tardó en eyacular. Se trata entonces de
establecer nuevos «récords» de rapidez.
Emilio Gutiérrez añade a esta tarea la
prescripción de que el hombre trate de «hacer
fuerza» para eyacular lo antes posible, y añade
la instrucción distractora de que tenga
cuidado con no defecar debido al esfuerzo.
Fuente:
Esta tarea y sus variantes, que aparecen en
diversos autores, pertenecen a la tradición
estratégica: prescribir lo que el paciente
quiere evitar, como forma de conseguir que deje de
poner en marcha soluciones intentadas
ineficaces (Fisch et al., 1982).
Bibliografía
Beyebach, M., & Herrero de Vega, M. (2010). 200
tareas en terapia breve individual, familiar y de pareja. Barcelona:
Herder.
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