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DIFERENCIAS DEL TOC Y EL TRASTORNO DE PERSONALIDAD OBSESIVO COMPULSIVO

 


El trastorno de personalidad obsesivo compulsivo

Cuando pensamos en personalidad, generalmente lo hacemos en frases que describen la conducta global de la gente: “Tiene una personalidad afectuosa y agradable” o “Su personalidad es fuerte, tenaz o dominante”, etc.

Una personalidad constituye un conjunto consistente, duradero, “desde la cuna a la tumba”, de respuestas aprendidas y heredadas genéticamente ante una multitud de situaciones y desafíos vitales. Se trata de características que no varían en gran medida durante el ciclo vital.

Cuando un “estilo” de personalidad o un conjunto de características de personalidad provocan un exceso de estrés o dificultades en la vida, se puede afirmar que una persona padece un “trastorno de personalidad”.

De acuerdo con el DSM-IV-R, las personas con trastorno de personalidad obsesivo compulsivo (TPOC) se caracterizan por la preocupación

por los detalles, normas, listas, la disciplina, el perfeccionismo y el control interpersonal a expensas de la flexibilidad, la franqueza y la eficacia. Perciben el mundo en blanco o negro, en términos de todo nada. No existen áreas grises. Cualquier cosa exenta de perfección es inaceptable.

Este patrón comienza en el inicio de la vida adulta y se halla presente en una serie de contextos variados en la vida de la persona.

En el ámbito laboral, la gente que padece este trastorno tiende a ser altamente eficiente, confiable y organizada, pero a menudo con demasiada

exageración. Pueden llegar a dedicarse con excesivo celo a detalles de la tarea, perdiendo con frecuencia de vista “el bosque entre los árboles”.

En sus vidas personales, desdeñan el cambio y la espontaneidad; en vez de ello prefieren lo previsible, la repetición y un modo de vida

excesivamente rutinario. Tienden a mantener sus emociones y su conducta bajo un control excesivo y dan la impresión de ser bastante fríos y reservados.

Diferencias entre el trastorno obsesivo compulsivo y el trastorno de

personalidad obsesivo compulsivo.

Aunque las personas con trastorno obsesivo compulsivo presentan con frecuencia características del trastorno de personalidad obsesivo

compulsivo, sólo un porcentaje mínimo (entre un 6% y un 25%) padecen en realidad un trastorno de personalidad obsesivo compulsivo en

toda regla (Baer y Jenike, 1998).

La principal diferencia entre ambas patologías estriba en el grado de deterioro vital. Las personas con trastorno obsesivo compulsivo sufren de un modo substancial por su problema y desean deshacerse de éste. Por otro lado, los individuos que padecen un trastorno de personalidad obsesivo compulsivo, rara vez se sienten incómodos o sienten la necesidad de recibir ayuda por sus dificultades. A menudo desconocen los problemas que originan sus conductas hasta que se lo plantean compañeros de trabajo o familiares que se han visto afectados negativamente por su comportamiento.

Cuando un sujeto con trastorno obsesivo compulsivo sufre, a la vez, un trastorno de personalidad obsesivo compulsivo, ciertas características tales como la rigidez, el perfeccionismo y la necesidad de control convierten a las conductas del trastorno obsesivo compulsivo en elementos más difíciles de modificar. Esto se debe, en gran medida, a la renuencia de la persona con trastorno de personalidad obsesivo compulsivo a aceptar una orientación e intervención externa –lo cual implica que ellos no son “perfectos”. Desafortunadamente, cuando alcanzan un punto en el que están preparados para enfrentar con entusiasmo sus problemas, todo parece ya perdido. Sin embargo, en el momento que se alcanza el “punto más bajo” llega la oportunidad del cambio.

Bibliografía

C., P., & M., H. B. (2003). Guía práctica del TOC. Pistas para su liberación. Desclée de Brouwer.

 

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