FARMACOLOGÍA DEL ALCOHOL
El alcohol etílico o etanol se produce por descomposición
de los carbohidratos vegetales. Las propiedades del alcohol lo hacen igual
de soluble en un medio lipídico que en uno acuoso, propiedad que es
fundamental para explicar cómo actúa el alcohol en el cerebro y en otros
sistemas celulares periféricos.
Sus características químicas le permiten atravesar las
membranas celulares de las paredes del estómago y ser rápidamente absorbido y
distribuido por el sistema circulatorio a todos los tejidos, incluido el cerebro
La mayoría de las drogas psicoactivas producen sus efectos
sobre el SN al interactuar con proteínas receptoras de las membranas celulares.
Sin embargo, el alcohol, siendo una molécula simple, no tiene suficiente
complejidad estructural para interactuar con un receptor específico. Los efectos
del alcohol en el cerebro, al no interactuar con una proteína receptora complica
el conocimiento de sus mecanismos de acción.
Las membranas celulares:
·
Constituyen barreras que permiten mantener intacto
el ambiente interno de la célula y diferenciarlo del ambiente externo
·
Están compuestas de moléculas de lípidos y
proteínas situadas en un orden establecido, pero con capacidad de movimiento a
lo largo de la membrana, fluidez.
·
En las células del SN es fundamental el
mantenimiento de la estructura de la membrana intacta para que la neurona lleve
a cabo sus funciones de transmisión de información nerviosa
El alcohol desordena las membranas neurales, aumentando la
posibilidad de movimiento de lípidos y proteínas. Sin embargo, a medida que la
ingesta se hace crónica, las membranas neurales se vuelven más rígidas
reduciéndose la fluidez, impidiendo que las membranas realicen sus funciones
normalmente.
El alcohol también afecta al ambiente interno de la neurona.
Algunas moléculas del citoplasma neuronal, cuya activación forma parte de la
transmisión de información neurona a neurona son también objetivos del alcohol.
En algunos sistemas neuronales concretos, el alcohol favorece la activación o
síntesis de estas moléculas, resultando un incremento de la respuesta
fisiológica.
Con el abuso crónico y la dependencia del alcohol se pueden
producir lesiones en distintas partes del cerebro que pueden ser:
Macroscópicas: observables con técnicas de neuroimagen. P.ej.,
el cuerpo calloso, protuberancia, tálamo...
Microscópicas: se ha observado que las prolongaciones
dendríticas tienen menor densidad e incluso, que el número de neuronas es menor
en el hipocampo y cerebelo, estructuras que son decisivas para el aprendizaje y
la coordinación motora.
Bibliografía
Belloch, A., Sandín, B., & Ramos, F. (2011). Manual
de psicopatología. Volumen II. Madrid: McGrawHill.
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