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LIBERARSE DE LAS OBSESIONES PURAS

 

LIBERARSE DE LAS OBSESIONES PURAS

Desear olvidar algo es pensar sobre ello.–Proverbio galo

Las formas más típicas de trastorno obsesivo compulsivo presentan pensamientos, sentimientos o impulsos obsesivos combinados con rituales compulsivos, tal como lavarse las manos o efectuar comprobaciones.

Sin embargo, existe una modalidad del trastorno obsesivo compulsivo que implica principalmente cogniciones: pensamientos e imágenes intrusos y horribles donde se causa daño a los demás o se les pone en peligro. Estos pensamientos se experimentan como parte de la propia mente (no como algo que proviene del exterior) y provocan un gran distress, temor y vergüenza. Como la gente con este tipo de trastorno obsesivo compulsivo se siente especialmente sola y asustada, tienden a mantener en secreto sus pensamientos.

Denominamos a este tipo de trastorno obsesivo compulsivo como obsesiones puras u “O.-puras”. En cierta época se pensaba en el ámbito de los científicos conductuales que las personas con obsesiones puras carecían de compulsiones o rituales. Sin embargo, estudios recientes revelan que aunque algunas personas carecen de compulsiones abiertas, muchos otros presentan, de hecho, rituales mentales (Steketee 1993; Freeston y LaDoucheur, 1997). Estos pensamientos contrarrestan y neutralizan el malestar de sus pensamientos involuntarios e intrusos.

Para nuestros fines, consideraremos como obsesiones puras tanto al trastorno obsesivo compulsivo con únicamente pensamientos obsesivos como al que va acompañado de pensamientos obsesivos junto con rituales mentales. A continuación, se presentan algunos ejemplos de obsesiones puras:

Paula, de 25 años, estaba jugando con sus queridos gatos mientras fumaba un cigarrillo. Inesperadamente, irrumpió en su mente el pensamiento de quemar al gato con el cigarrillo. El pensamiento le horrorizó, generando enormes sentimientos de culpa. Se preguntó una y otra vez “Cómo podía albergar tales ideas... Quizás realmente no quiero a mis gatos. ¡Debo de ser una persona horrible para pensar en hacer eso!” Desde entonces cuidar a sus gatos le crispaba los nervios porque pensaba que corrían peligro con ella. Evitaba tocar a los animales excepto cuando era absolutamente necesario.

Anthony, un estudiante de empresariales de 23 años, mientras estaba sentado en el aula, experimentaba el pensamiento intruso de que abría la boca para preguntar algo, perdía el control y vomitaba ante toda la clase. Normalmente no era tímido, siempre había participado activamente en las clases desde niño. Sin embargo, el pensamiento intruso era tan amenazador para él que ahora evitaba plantear preguntas en clase y temía ser cuestionado por sus profesores.

Steve es un profesor muy devoto, de 49 años de edad, que experimentaba pensamientos intrusos e inquietantes con relación a las imágenes de Jesús y la Virgen María. Con frecuencia sus pensamientos implicaban encuentros sexuales con ellos. Las imágenes eran embarazosas y humillantes. Se sentía extremadamente culpable, en especial desde que tendían a incrementarse cuando se encontraba en la iglesia. Al sentirse indigno, evitó entrar en misa.

Robert, un médico de 33 años, se había casado hace un año y su esposa dio a luz a su primera niña. Una noche, mientras contemplaba cómo su bebé dormía tranquilamente, le asaltó a su mente la imagen de tocar los genitales de su hija. Al sentirse culpable, desconcertado y asustado, evitó cualquier contacto físico con la niña. Su esposa empezó a preguntarse por qué se negaba a cambiarle los pañales o a tenerla en brazos

LA NATURALEZA DE LAS OBSESIONES PURAS

Algunas observaciones genéricas con respecto a las obsesiones puras:

Las personas con obsesiones puras experimentan una reacción anormal ante procesos de pensamiento esencialmente normales

Los estudios de investigación efectuados sobre adultos normales (que carecen de síntomas de un trastorno obsesivo compulsivo), revelan que todo el mundo experimenta pensamientos involuntarios e intrusos en alguna ocasión (Steketee, 1998). La diferencia es que las personas con obsesiones puras parecen detentar una hipersensibilidad extrema a estos pensamientos “raros” que ocurren de un modo normal.

El ciclo obsesivo-compulsivo se deriva del esfuerzo por aliviar la culpa y el malestar que se generan por experimentar tales pensamientos.

Esto da lugar a intentos por evitar, suprimir o escapar de los pensamientos

intrusos. Esto amplía e intensifica los pensamientos, empeorándolos

cada vez más. La persona queda atrapada en un circuito

obsesivo-compulsivo interminable.

Las personas con obsesiones puras es muy improbable que lleven a cabo los horribles actos e impulsos que aparecen en su mente

Con independencia de si el pensamiento implica imágenes violentas o de carácter sexual, las personas con obsesiones puras no corren el peligro

de actuar tales terribles pensamientos. La gente que ejecuta tales pensamientos puede experimentar lo que se denomina un “trastorno antisocial de la personalidad”. Son personas que carecen de consciencia. Al contrario que los sujetos con trastorno obsesivo compulsivo tienden a no preocuparse en exceso por sus pensamientos negativos. Su falta de consciencia hace que sus acciones no les parezcan demasiado trastornadoras. Por otro lado, los sujetos con obsesiones puras tienden a estar excesivamente orientados a las normas y a preocuparse por hacer las cosas “bien”. Igualmente, temen y evitan (de un modo obsesivo) hacer cosas “malas”. Tienden a ser perfeccionistas que aplican de un modo patentemente rígido, reglas implacables a todo aquello que piensan, hacen y dicen. Las personas con obsesiones puras sufren bastante más, al preocuparse y temer por sus propios pensamientos de hacer cosas negativas o cometer crímenes, que aquellos con personalidad antisocial.

Los rituales lo empeoran

Para controlar la ansiedad y el malestar producido por pensamientos tan terribles, las personas con obsesiones puras a menudo llevan a cabo sutiles estrategias de neutralización que pasan inadvertidas para los demás. Un ejemplo de ello es repetir, reiteradamente y en silencio, una oración o una afirmación tal como: “Realmente no quiero que pase esto”. Se trata de pensamientos compulsivos que pretenden deshacer mágicamente el pensamiento negativo.

Los pensamientos intrusos no significan nada

Los pensamientos intrusos no nos transmiten nada sobre el carácter de una persona, sus verdaderos deseos o intenciones. Todo lo que comunican es que la persona que experimenta esos pensamientos padece una enfermedad denominada trastorno obsesivo compulsivo. Los intentos por encontrar “significados ocultos” o alguna “causa esencial” de los pensamientos –por ejemplo una negligencia o un maltrato infantil– son en su mayor parte vanos y tan sólo empeoran las cosas.

ANATOMÍA DE UNA OBSESIÓN PURA: UNA VISIÓN PANORÁMICA

La obsesión pura empieza con un pensamiento molesto que es valorado de un modo muy negativo. En la mente de la persona, los pensamientos se experimentan de un modo tan real como las acciones. Entonces se efectúan intentos por evitar o suprimir el pensamiento. Esto conduce a varias “estrategias de control” con miras a reducir la ansiedad, incluyendo rituales mentales. Se disminuye la ansiedad, pero sólo provisionalmente. Después empieza nuevamente el ciclo.

Pensamiento intruso

Evaluación negativa

Incremento de la ansiedad y la preocupación

Control excesivo

Rituales encubiertos

Reducción temporal de la ansiedad

El ciclo se inicia nuevamente

Examinemos ahora con detalle el modo en el que se desarrolla una obsesión pura.

Pensamiento intruso. Evaluación negativa

Aparece en la mente un pensamiento, imagen o impulso que es trastornador, humillante, embarazoso o incluso horripilante. La mayoría de las veces es de contenido sexual o agresivo y genera culpa, vergüenza y desconcierto. Debido a que el trastorno obsesivo compulsivo es la “enfermedad de la duda”, puede provocar que usted dude de ciertos aspectos personales que se sitúan en el núcleo del tipo de persona que cree ser.

Por ejemplo, si a usted le encantan los niños, es probable que su trastorno obsesivo compulsivo genere un pensamiento intruso del tipo: “¿Y si dañara a mis hijos...?”. El pensamiento puede incluir una imagen mental o un impulso férreo que empuje a ejecutar algo embarazoso o humillante. Si usted es especialmente religioso o moral, sus pensamientos intrusos del trastorno obsesivo compulsivo pueden implicar temas religiosos “blasfemos” con un fuerte contenido sexual o agresivo. Si usted es pacífico es probable que sus temas del trastorno obsesivo compulsivo sean de naturaleza hostil y agresiva. Si usted se enorgulleciera de ser una persona extremadamente responsable, posiblemente los pensamientos e impulsos intrusos traten sobre el hecho de cometer actos irresponsables, tal como prender fuego a una casa o empujar a un peatón ante los coches que pasan. Si usted se encuentra seguro de su orientación heterosexual, el trastorno obsesivo compulsivo puede llenar su mente de imágenes sobre actividades homosexuales. Sobra decir que puede ser bastante desesperante.

El contenido de los pensamientos refleja con frecuencia las inquietudes normales que todos experimentan a lo largo de la vida. En el caso de que una cuestión particular del autodesarrollo sea evidente, el contenido de los pensamientos puede reflejar la ansiedad normal sobre tales momentos del ciclo vital. Por ejemplo, los pre-adolescentes que son cada vez más conscientes de su autonomía e independencia es probable que experimenten pensamientos intrusos e involuntarios con respecto a la realización de actos violentos o inmorales para con sus padres. Los adultos jóvenes que ansían establecerse con una pareja pueden experimentar pensamientos intrusos con respecto a su sexualidad. Un recién casado, abrumado por la perspectiva y la responsabilidad de la paternidad, puede presentar pensamientos intrusos en los que daña a niños. El trastorno obsesivo compulsivo parece atacar a las dudas y temores personales que la gente presenta normalmente a medida que pasan por las habituales etapas del ciclo vital.

Evaluación negativa (Fusión pensamiento/acción). Incremento de la ansiedad y la preocupación

Muchas personas con trastorno obsesivo compulsivo padecen el error cognitivo denominado “fusión pensamiento/acción” en el cual los pensamientos se experimentan y sienten como si fuesen acciones. Igualmente, muchos sujetos con obsesiones puras viven sus pensamientos intrusos como la prueba de que pueden llevar a cabo ese terrible acto en el que están pensando.

La lógica del trastorno obsesivo compulsivo sigue un proceso similar a éste:

“Si tengo un mal pensamiento eso significa que soy malo”.

“¡No estaría experimentando tales pensamientos si no fuese verdaderamente malo!”

“Cuantos más pensamientos negativos tenga, más se demuestra que soy malo”.

“Como pienso tanto en hacer cosas perniciosas, eso debe querer decir que es muy probable que haga algo malo”.

“Si no intento por todos los medios evitar que suceda un mal, eso es tan execrable como hacer algo a propósito”.

“Como es factible que vaya a hacer algo malo, sería mejor que estuviera alerta ante la posibilidad. Incluso debiera asegurarme de que los demás se encuentran a salvo de mis malas acciones”.

Incremento de la ansiedad y la preocupación. Control excesivo

Tras etiquetar sus pensamientos como potencialmente peligrosos, los sujetos con obsesiones puras tratan de evitar, suprimir o neutralizar la ansiedad que experimentan debida a sus pensamientos empleando las siguientes estrategias.

• Vigilancia

Tras experimentar una serie de pensamientos intrusos, la mente se pone “en alerta”. A modo de centinela en una atalaya o de “poli” de ronda, la mente llega a preocuparse en gran medida con el hecho de “atrapar el mal pensamiento”. El efecto es que las cogniciones llegan a convertirse en algo más patentemente importante. La mente “rumia” sobre la próxima ocurrencia de los pensamientos y se dedica cada vez más energía a prevenirlos y evitarlos. Los intentos por suprimir o detener los pensamientos son progresivamente más elaborados.

El efecto de la supresión del pensamiento no es probable que ocurra cuando se le imparte a alguien la siguiente instrucción: “!No piense,

bajo ninguna circunstancia, en elefantes rosas!”. Inténtelo, no piense en elefantes rosas durante los siguientes cinco minutos. ¿Cuántas veces apareció el pensamiento de los elefantes rosas en su mente? Como puede ver, los intentos por suprimir los pensamientos sólo sirven para incrementar su ocurrencia (Steketee, 1993; Wegner, 1989).

• Rituales encubiertos

Puede desarrollarse un pensamiento encubierto u oculto para “deshacer” o neutralizar éste, tal como:

o   Orar en silencio: “Perdóname Dios por tener ese pensamiento”.

o   Rimas o frases anuladoras: “Realmente no quiero hacer eso”.

o   Compensar el pensamiento con una idea o imagen “correcta”.

o   Contar en silencio, empleando números “buenos”.

• Comprobación

Muchos pacientes desarrollan estrategias de “comprobación” para calmar sus pensamientos intrusos. Tales tácticas consisten en conductas persistentes, repetitivas y a veces extrañas. Por ejemplo, Paula, la mujer que experimentaba el pensamiento intruso de dañar a sus gatos (a los cuales adoraba) se “comprueba” al tener en mano un cuchillo cerca del cuello del gato durante varios minutos para asegurarse de que verdaderamente no desea dañar a sus queridos gatos. Sólo cuando se siente tranquila al respecto puede dejar el cuchillo.

Un hombre casado heterosexual con el pensamiento intruso de: “Soy gay”, contempla a propósito fotografías de hombres desnudos para “comprobar” si le excitan. Sólo logrará relajarse cuando se asegura de que eso no ocurre.

La comprobación es considerada una estrategia de neutralización que genera tan sólo un alivio momentáneo de la ansiedad del pensamiento. Sin embargo, sólo sirve para mantener a la persona aprisionada dentro de un interminable ciclo obsesivo compulsivo.

CUATRO PASOS PARA LIBERARSE DE LAS OBSESIONES PURAS

“Cuando permito que mis pensamientos sean, ellos me dejan ser a mí”.

–Persona con trastorno obsesivo compulsivo en remisión

Paso 1. Escríbalos

Escribir sus pensamientos obsesivos será probablemente embarazoso, incluso atormentador para sus nervios, ¡pero hágalo! En la hoja de trabajo de los pensamientos intrusos que viene a continuación, evalúe el grado de malestar empleando la escala de USAs que va de 1 a 100. Después observe qué sucedió justo antes de que aconteciera el pensamiento. A eso se le denomina evento desencadenante. Algunos ejemplos de eventos activadores podrían ser sujetar a un niño en brazos, ponerse furioso con su hermano o entrar en una iglesia. Sin embargo, con frecuencia no existe un evento disparador que precede al pensamiento intruso.

Piense ahora en estrategias de neutralización que podría emplear para reducir la ansiedad derivada de sus pensamientos. Entre éstas se incluyen estrategias de comprobación o rituales compulsivos que ya pudiera estar utilizando, tal como contrarrestar un pensamiento negativo con otro pensamiento, frase u oración positivos.

Hoja de trabajo de los pensamientos intrusos

______________________________________________________________

Pensamiento intruso

USAs (0-100)

Evento activador (antes del pensamiento)

Estrategias de neutralización (rituales para tranquilizarse)

______________________________________________________________

1._______________ ______ ___________________ 1.__________________

2._______________ ______ ___________________ 2.__________________

3._______________ ______ ___________________ 3.__________________

4._______________ ______ ___________________ 4.__________________

5._______________ ______ ___________________ 5.__________________

6 _______________ ______ ___________________ 6.__________________

MAIOR 197

7._______________ ______ ___________________ 7.__________________

8._______________ ______ ___________________ 8.__________________

______________________________________________________________

Paso 2. Recuérdese:

“!Yo no soy mis pensamientos obsesivos compulsivos!”

Trate de creer que el pensamiento del trastorno obsesivo compulsivo carece de sentido y que no implica nada con respecto a lo que usted puede o no llevar a cabo. ¿En qué grado cree realmente que ejecutará el pensamiento? Realice un listado de sus pensamientos intrusos en la hoja de trabajo de valoración de los pensamientos intrusos. Evalúe sus creencias empleando esta escala de valoración de 8 puntos:

0 1 2 3 4 5 6 7 8

0= Ninguna probabilidad.

4= Posibilidad bastante fuerte.

8= Es extremadamente posible que actúe según mis pensamientos intrusos.

Hoja de trabajo de valoración de los pensamientos intrusos

______________________________________________________________

Pensamiento intruso Probabilidad de llevar a cabo el pensamiento

______________________________________________________________

1. ___________________________________________ _____________

2. ___________________________________________ _____________

3. ___________________________________________ _____________

4. ___________________________________________ _____________

5. ___________________________________________ _____________

6. ___________________________________________ _____________

7. ___________________________________________ _____________

8. ___________________________________________ _____________

______________________________________________________________

La mayoría de las personas que padecen obsesiones puras valorarán, en un inicio, sus creencias entre 4 y 8. Esto indica la presencia de una fusión pensamiento/acción y la tendencia a dudar, lo cual son sellos auténticos del trastorno obsesivo compulsivo. Recuerde, la fusión pensamiento/acción es la idea de que por el simple hecho de pensar en algo negativo hará que eso ocurra.

Paso 3. Acepte la presencia del pensamiento y resístase al impulso de poner en marcha estrategias de evitación/neutralización

Aceptar la presencia del pensamiento exige que permita que éste permanezca allí sin juzgarse en absoluto. El juicio es definido en el diccionario Webster como: “la capacidad para formarse una opinión mediante la diferenciación y evaluación; la formación de una opinión tras una consideración o deliberación”. Como seres humanos, nos sentimos impelidos a dotar de significado a nuestra experiencia, a realizar juicios. Abstenerse de todo juicio con respecto a sus pensamientos intrusos exige esfuerzo, pero potencia su habilidad para convertirse en un observador objetivo de sus propios sin llegar a bloquearse en exceso por ellos.

Paso 4. Confronte su pensamiento: realice ejercicios de exposición para habituarse a la presencia del pensamiento

Los pensamientos intrusos se experimentan con frecuencia junto con emociones de preocupación y miedo. Pueden presentarse todas las respuestas fisiológicas clásicas, incluyendo taquicardia, sudor en las palmas de las manos y sequedad bucal. El proceso de “desensibilizar” su cerebro de los pensamientos implica exponerse deliberadamente ante los pensamientos negativos hasta que el cerebro tenga la oportunidad de “habituarse”, es decir: de experimentar el pensamiento desligado de todo malestar.

Para demostrar el modo en el que funciona esto, diga su nombre o el de alguien a quien aprecie mucho –o un nombre vinculado a un apego o reacción, tal como el de su hijo, pareja, padre o jefe. Ahora preste atención a su “sentimiento” interno como respuesta a dicho nombre. Después repita el nombre nuevamente una y otra vez. Siga este proceso de reiteración un mínimo de 50 veces.

Observe el modo en el que cambia su reacción al nombre después de la repetición número cincuenta. Preste atención al “sentimiento” interno que se genera como respuesta al nombre en estos momentos. Observe cómo el nombre ya no ejerce el mismo impacto emocional. ¡Incluso probablemente le suene a una mera sucesión de sílabas carente de significado! Este es el modo de funcionamiento ahora familiar proceso de habituación.

Debido a la constante repetición, su sistema nervioso se ha “aburrido” del “significado”, en un principio original, que se hallaba vinculado a ese nombre. Este es el modo en el que funciona: al repetir un pensamiento temido, pierde su poder e impacto sobre usted.

EJERCICIOS DE HABITUACIÓN AL PENSAMIENTO

La meta de los siguientes ejercicios es ayudarle a experimentar un pensamiento incómodo sin sentir un excesivo malestar.

Ejercicio 1. Exposición escrita

1. Consiga un bloc y divida la hoja en dos columnas. En el lado izquierdo, escriba el pensamiento. En la columna derecha anote su nivel de USAs (0-100).

2. Resístase a evitar o distraer la ansiedad, así como a elaborar ritos para eliminarla de la consciencia.

3. Regrese a la columna izquierda, pase a la siguiente línea y escriba de nuevo el mismo pensamiento. Evalúe su nivel de USAs de nuevo en la columna derecha.

4. Repita los pasos 1-3 hasta que su nivel de USAs baje a 20-30. Podría tener que escribir el pensamiento unas 50 veces o más antes de que

su nivel de USAs empiece a descender. Cuando esto suceda, prosiga con el siguiente pensamiento y repita los pasos 1-3.

Ejercicio 2. Exposición grabada

1. Empleando un casete, grabe los pensamientos repitiéndolos, una y otra vez, aproximadamente 30 veces.

2. Rebobine el casete y escuche reiteradamente el pensamiento repetido. Sea consciente de su tendencia a evitar escucharlo o a distraerse en la tarea.

3. Observe su nivel de USAs tras cada escucha. Anótelo. Rebobine y escuche de nuevo.

4. Repita los pasos 1-3 hasta que su nivel de USAs se reduzca a 20-30.

La meta de ambos ejercicios es ayudarle a empezar a coexistir con sus aterradores pensamientos sintiendo un malestar menor. ¡Nunca nadie falleció o perdió el control simplemente por la presencia de un pensamiento! Es la interpretación del significado del pensamiento el que determina el modo en el que se comportan las personas. Aunque es poco realista esperar que sus pensamientos intrusos se marchen mágicamente, experimentará un importante alivio una vez que haya comprendido que un pensamiento ¡es sólo un pensamiento! ¡Nada más que eso!

Recuerde la siguiente frase tan raída: “¡Resista lo que resista, persiste!”

Esto significa que el trastorno obsesivo compulsivo se nutre de

sus persistentes esfuerzos por evitar, suprimir o crear un sentido excesivo

fuera de sus pensamientos intrusos. Cuando deje de intentar, de un

modo tan obstinado, controlar la actividad de su mente, disminuye el trastorno

obsesivo compulsivo.

Ejercicio 3. Estrategias de auto diálogo

El Dr. Schartz, es su libro Brain Lock (1996), discute el concepto del “observador imparcial”, que consiste en la capacidad que poseen todos los seres humanos para observar sus propios pensamientos, sentimientos y conductas. También puede ser un observador imparcial de sus propios pensamientos. Trate de prestar atención a su conversación interna con el trastorno obsesivo compulsivo. Permita la presencia de los pensamientos intrusos, pero no les confiera el control. ¡Adopte una aproximación activa a los pensamientos intrusos! Reemplace su auto diálogo negativo con afirmaciones más positivas. Por ejemplo:

Cuando se sorprenda diciendo:

“Estos pensamientos negativos significan que soy malo”.

Responda a su cerebro:

“Sólo se trata de mi química cerebral hiperactiva”.

Cuando se sorprenda diciendo:

“Quizás lleve acabo esos pensamientos negativos”.

Responda a su cerebro:

“No soy yo. Es sólo mi trastorno obsesivo compulsivo”

Cuando se sorprenda diciendo:

Estos pensamientos negativos deben querer decir que soy malo”.

Responda a su cerebro:

“Es sólo un pensamiento del trastorno obsesivo compulsivo y no significa absolutamente nada”.

Cuando se sorprenda diciendo:

“Quizás esta vez no se trate del trastorno obsesivo compulsivo”.

Responda a su cerebro:

“Esto constituye incluso más evidencia a favor de que se trata el trastorno obsesivo compulsivo”.

Al aprender algunas estrategias de auto diálogo, dispondrá de varias herramientas

valiosas para “replicar” a los pensamientos intrusos. Al reinterpretar

sus significados, se vuelven menos trastornadores.

Ejercicio 4. Exposición intensiva a la grabación para la fusión pensamiento/acción

Esta exposición es muy útil para aquellos que sobrestiman la probabilidad de que pueden dañar a los demás. Como esta exposición puede ser altamente estresante, se aconseja que se realice en presencia de un profesional cualificado de la salud mental. Un casete portátil, tal como un walkman con cascos, es lo más útil para este ejercicio.

1. Prepare el ejercicio de exposición grabado tal como se indica en el ejercicio 2.

2. Póngase los cascos y escuche la cinta en presencia de una persona que sea el objetivo o blanco del daño o peligro temido, su pareja o padre. Si es un niño, póngale incluso sobre su regazo.

3. Escuche la cinta en presencia de la persona referida. Permita que su ansiedad se incremente. Resístase a evitarla, suprimirla o a efectuar rituales. Permanezca en la situación de exposición durante desde un mínimo de 45 minutos hasta 90 como máximo. Su objetivo es reducir su nivel de USAs por debajo de 20 a través de la habituación al pensamiento temido.

Use este ejercicio para cerciorarse más sobre el limitado poder que detentan sus pensamientos para causar daño.

ENFRENTÁNDOSE A LOS RITUALES ENCUBIERTOS

Pero ¿y qué sucede con los rituales encubiertos o de pensamiento? Se trata de compulsiones mentales llevadas a cabo de un modo interno y que incluyen oraciones repetidas, frases, palabras, contar números, recordar el pasado y equilibrar pensamientos (uno positivo frente a otro negativo). Consisten en patrones de pensamiento repetitivos que se efectúan a modo de respuesta directa ante un pensamiento obsesivo. Su propósito es neutralizar el malestar de los pensamientos obsesivos.

Además de los ejercicios mencionados, emplee las técnicas de prevención del ritual para reducir sus rituales encubiertos. Enfréntese a éstos del mismo modo que lo haría con cualquier otra conducta o ritual compulsivo. Entre algunas de las técnicas útiles se incluyen las siguientes:

Demora del ritual: posponga la ejecución del ritual encubierto. Hágalo durante unos minutos, horas o días.

• Detención del pensamiento: Imagínese una gran señal roja de stop mientras grita de modo subvocal “STOP” tan fuerte como sea posible antes de la ejecución del ritual mental. Esto tiene el efecto de crear un cortocircuito” en el uso automático del ritual, lo cual alivia el malestar del pensamiento intruso. (Esto no pretende “detener” los pensamientos intrusos. Si se empleara para tal fin, la técnica de la detención del pensamiento sólo los incrementaría. Su

uso tan sólo se destina como herramienta que evita que lleve a cabo sus rituales compulsivos mentales).

Usted puede encontrarse confuso con respecto a la diferencia existente entre pensamientos obsesivos y compulsión mental. Para discernir la diferencia, plantéese las siguientes preguntas:

¿Este pensamiento le provoca ansiedad? Si la repuesta es “sí”, se trata de un pensamiento obsesivo. La estrategia general de autoayuda es confrontar, invitar, alentar y enfrentar el malestar de dicho pensamiento.

¿Este pensamiento alivia la ansiedad? Si la repuesta es “sí”, se trata de una compulsión mental. La estrategia general de autoayuda es

bloquear, reducir o cambiar este pensamiento de cualquier modo posible. Un modo de alterar la cualidad “automática” de una compulsión es progresar en la dirección correcta.

Durante años, se creía con certeza que las obsesiones puras eran mucho más difíciles de tratar que las compulsiones abiertas. Desde nuestro punto de vista e información, hemos descubierto que esto no es necesariamente cierto. Creemos que empleando las técnicas descritas anteriormente, combinadas en muchos casos con la medicación adecuada, puede librarse de las obsesiones puras. Y la recompensa es grande: aliviarse de la frustración de enfrentarse con el constante “ruido” que inunda su mente.

¿Se irán definitivamente, y por completo, sus obsesiones puras?

Probablemente no. Tienden a reaparecer en los momentos en los que la vida se vuelve estresante. Pero, en resumen, puede aprender a vivir de un modo más cómodo con sus irritantes pensamientos. Pueden convertirse en un mero y ocasional ruido de fondo cuando aprenda a disfrutar nuevamente de la vida.

Bibliografía

C., P., & M., H. B. (2003). Guía práctica del TOC. Pistas para su liberación. Desclée de Brouwer.

 

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