LIBERARSE DE LAS
OBSESIONES PURAS
Desear olvidar algo es pensar sobre ello.–Proverbio galo
Las
formas más típicas de trastorno obsesivo compulsivo presentan pensamientos,
sentimientos o impulsos obsesivos combinados con rituales compulsivos, tal como
lavarse las manos o efectuar comprobaciones.
Sin
embargo, existe una modalidad del trastorno obsesivo compulsivo que implica
principalmente cogniciones: pensamientos e imágenes intrusos y horribles
donde se causa daño a los demás o se les pone en peligro. Estos
pensamientos se experimentan como parte de la propia mente (no como algo
que proviene del exterior) y provocan un gran distress, temor y
vergüenza. Como la gente con este tipo de trastorno obsesivo
compulsivo se siente especialmente sola y asustada, tienden a mantener
en secreto sus pensamientos.
Denominamos
a este tipo de trastorno obsesivo compulsivo como obsesiones puras u “O.-puras”. En cierta
época se pensaba en el ámbito de los científicos conductuales que las personas
con obsesiones puras carecían de compulsiones o rituales. Sin embargo, estudios
recientes revelan que aunque algunas personas carecen de compulsiones abiertas,
muchos otros presentan, de hecho, rituales mentales (Steketee 1993;
Freeston y LaDoucheur, 1997). Estos pensamientos contrarrestan y neutralizan el
malestar de sus pensamientos involuntarios e intrusos.
Para
nuestros fines, consideraremos como obsesiones puras tanto al trastorno
obsesivo compulsivo con únicamente pensamientos obsesivos como al que va
acompañado de pensamientos obsesivos junto con rituales mentales. A
continuación, se presentan algunos ejemplos de obsesiones puras:
Paula,
de 25 años, estaba jugando con sus queridos gatos mientras fumaba un
cigarrillo. Inesperadamente, irrumpió en su mente el pensamiento de quemar al
gato con el cigarrillo. El pensamiento le horrorizó, generando enormes
sentimientos de culpa. Se preguntó una y otra vez “Cómo podía albergar tales
ideas... Quizás realmente no quiero a mis gatos. ¡Debo de ser una persona
horrible para pensar en hacer eso!” Desde entonces cuidar a sus gatos le
crispaba los nervios porque pensaba que corrían peligro con ella. Evitaba tocar
a los animales excepto cuando era absolutamente necesario.
Anthony,
un estudiante de empresariales de 23 años, mientras estaba sentado en el aula,
experimentaba el pensamiento intruso de que abría la boca para preguntar algo,
perdía el control y vomitaba ante toda la clase. Normalmente no era tímido,
siempre había participado activamente en las clases desde niño. Sin embargo, el
pensamiento intruso era tan amenazador para él que ahora evitaba plantear
preguntas en clase y temía ser cuestionado por sus profesores.
Steve es
un profesor muy devoto, de 49 años de edad, que experimentaba pensamientos
intrusos e inquietantes con relación a las imágenes de Jesús y la Virgen María.
Con frecuencia sus pensamientos implicaban encuentros sexuales con ellos. Las
imágenes eran embarazosas y humillantes. Se sentía extremadamente culpable, en
especial desde que tendían a incrementarse cuando se encontraba en la iglesia. Al
sentirse indigno, evitó entrar en misa.
Robert,
un médico de 33 años, se había casado hace un año y su esposa dio a luz a su
primera niña. Una noche, mientras contemplaba cómo su bebé dormía
tranquilamente, le asaltó a su mente la imagen de tocar los genitales de su
hija. Al sentirse culpable, desconcertado y asustado, evitó cualquier contacto
físico con la niña. Su esposa empezó a preguntarse por qué se negaba a
cambiarle los pañales o a tenerla en brazos
LA NATURALEZA DE LAS
OBSESIONES PURAS
Algunas observaciones genéricas con respecto a las obsesiones
puras:
• Las
personas con obsesiones puras experimentan una reacción anormal ante procesos
de pensamiento esencialmente normales
Los
estudios de investigación efectuados sobre adultos normales (que carecen de
síntomas de un trastorno obsesivo compulsivo), revelan que todo el mundo
experimenta pensamientos involuntarios e intrusos en alguna ocasión (Steketee,
1998). La diferencia es que las personas con obsesiones puras parecen detentar
una hipersensibilidad extrema a estos pensamientos “raros” que ocurren de un
modo normal.
El
ciclo obsesivo-compulsivo se deriva del esfuerzo por aliviar la culpa y el
malestar que se generan por experimentar tales pensamientos.
Esto da
lugar a intentos por evitar, suprimir o escapar de los pensamientos
intrusos.
Esto amplía e intensifica los pensamientos, empeorándolos
cada
vez más. La persona
queda atrapada en un circuito
obsesivo-compulsivo
interminable.
• Las
personas con obsesiones puras es muy improbable que lleven a cabo los horribles
actos e impulsos que aparecen en su mente
Con
independencia de si el pensamiento implica imágenes violentas o de carácter
sexual, las personas con obsesiones puras no corren el peligro
de actuar tales terribles pensamientos. La gente que ejecuta tales
pensamientos puede experimentar lo que se denomina un “trastorno
antisocial de la personalidad”. Son personas que carecen de
consciencia. Al contrario que los sujetos con trastorno obsesivo compulsivo tienden
a no preocuparse en exceso por sus pensamientos negativos. Su falta de
consciencia hace que sus acciones no les parezcan demasiado trastornadoras. Por
otro lado, los sujetos con obsesiones puras tienden a estar excesivamente
orientados a las normas y a preocuparse por hacer las cosas “bien”. Igualmente,
temen y evitan (de un modo obsesivo) hacer cosas “malas”. Tienden a ser perfeccionistas
que aplican de un modo patentemente rígido, reglas implacables a todo aquello
que piensan, hacen y dicen. Las personas con obsesiones puras sufren
bastante más, al preocuparse y temer por sus propios pensamientos de hacer
cosas negativas o cometer crímenes, que aquellos con personalidad antisocial.
• Los
rituales lo empeoran
Para
controlar la ansiedad y el malestar producido por pensamientos tan terribles,
las personas con obsesiones puras a menudo llevan a cabo sutiles estrategias de
neutralización que pasan inadvertidas para los demás. Un ejemplo de ello es
repetir, reiteradamente y en silencio, una oración o una afirmación tal como:
“Realmente no quiero que pase esto”. Se trata de pensamientos compulsivos que
pretenden deshacer mágicamente el pensamiento negativo.
• Los
pensamientos intrusos no significan nada
Los
pensamientos intrusos no nos transmiten nada sobre el carácter de una persona,
sus verdaderos deseos o intenciones. Todo lo que comunican es que la persona
que experimenta esos pensamientos padece una enfermedad denominada trastorno
obsesivo compulsivo. Los intentos por encontrar “significados ocultos” o alguna
“causa esencial” de los pensamientos –por ejemplo una negligencia o un maltrato
infantil– son en su mayor parte vanos y tan sólo empeoran las cosas.
ANATOMÍA DE UNA OBSESIÓN
PURA: UNA VISIÓN PANORÁMICA
La
obsesión pura empieza con un pensamiento molesto que es valorado de un modo muy
negativo. En la mente de la persona, los pensamientos se experimentan de un
modo tan real como las acciones. Entonces se efectúan intentos por evitar o
suprimir el pensamiento. Esto conduce a varias “estrategias de control”
con miras a reducir la ansiedad, incluyendo rituales mentales. Se
disminuye la ansiedad, pero sólo provisionalmente. Después empieza
nuevamente el ciclo.
Pensamiento intruso
Evaluación negativa
Incremento de la ansiedad y la
preocupación
Control excesivo
Rituales encubiertos
Reducción temporal de la ansiedad
El ciclo se inicia nuevamente
Examinemos
ahora con detalle el modo en el que se desarrolla una obsesión pura.
Pensamiento intruso.
Evaluación negativa
Aparece
en la mente un pensamiento, imagen o impulso que es trastornador, humillante,
embarazoso o incluso horripilante. La mayoría de las veces es de contenido
sexual o agresivo y genera culpa, vergüenza y desconcierto. Debido a que el
trastorno obsesivo compulsivo es la “enfermedad de la duda”, puede provocar que
usted dude de ciertos aspectos personales que se sitúan en el núcleo del tipo
de persona que cree ser.
Por
ejemplo, si a usted le encantan los niños, es probable que su trastorno
obsesivo compulsivo genere un pensamiento intruso del tipo: “¿Y si dañara a mis
hijos...?”. El pensamiento puede incluir una imagen mental o un impulso férreo
que empuje a ejecutar algo embarazoso o humillante. Si usted es especialmente
religioso o moral, sus pensamientos intrusos del trastorno obsesivo compulsivo
pueden implicar temas religiosos “blasfemos” con un fuerte contenido sexual o
agresivo. Si usted es pacífico es probable que sus temas del trastorno obsesivo
compulsivo sean de naturaleza hostil y agresiva. Si usted se enorgulleciera de
ser una persona extremadamente responsable, posiblemente los pensamientos e
impulsos intrusos traten sobre el hecho de cometer actos irresponsables, tal
como prender fuego a una casa o empujar a un peatón ante los coches que pasan.
Si usted se encuentra seguro de su orientación heterosexual, el trastorno
obsesivo compulsivo puede llenar su mente de imágenes sobre actividades homosexuales.
Sobra decir que puede ser bastante desesperante.
El
contenido de los pensamientos refleja con frecuencia las inquietudes normales
que todos experimentan a lo largo de la vida. En el caso de que una cuestión
particular del autodesarrollo sea evidente, el contenido de los pensamientos
puede reflejar la ansiedad normal sobre tales momentos del ciclo vital. Por
ejemplo, los pre-adolescentes que son cada vez más conscientes de su autonomía
e independencia es probable que experimenten pensamientos intrusos e
involuntarios con respecto a la realización de actos violentos o inmorales para
con sus padres. Los adultos jóvenes que ansían establecerse con una pareja pueden
experimentar pensamientos intrusos con respecto a su sexualidad. Un recién
casado, abrumado por la perspectiva y la responsabilidad de la paternidad,
puede presentar pensamientos intrusos en los que daña a niños. El trastorno
obsesivo compulsivo parece atacar a las dudas y temores personales que la gente
presenta normalmente a medida que pasan por las habituales etapas del ciclo
vital.
Evaluación negativa
(Fusión pensamiento/acción). Incremento de la ansiedad y la preocupación
Muchas personas
con trastorno obsesivo compulsivo padecen el error cognitivo denominado “fusión
pensamiento/acción” en el cual los pensamientos se experimentan y sienten
como si fuesen acciones. Igualmente, muchos sujetos con obsesiones puras
viven sus pensamientos intrusos como la prueba de que pueden llevar a cabo ese
terrible acto en el que están pensando.
La
lógica del trastorno obsesivo compulsivo sigue un proceso similar a éste:
“Si tengo un mal pensamiento eso
significa que soy malo”.
“¡No estaría experimentando tales
pensamientos si no fuese verdaderamente malo!”
“Cuantos más pensamientos negativos
tenga, más se demuestra que soy malo”.
“Como pienso tanto en hacer cosas
perniciosas, eso debe querer decir que es muy probable que haga algo malo”.
“Si no intento por todos los medios
evitar que suceda un mal, eso es tan execrable como hacer algo a propósito”.
“Como es factible que vaya a hacer algo
malo, sería mejor que estuviera alerta ante la posibilidad. Incluso debiera
asegurarme de que los demás se encuentran a salvo de mis malas acciones”.
Incremento de la
ansiedad y la preocupación. Control excesivo
Tras
etiquetar sus pensamientos como potencialmente peligrosos, los sujetos con
obsesiones puras tratan de evitar, suprimir o neutralizar la ansiedad que
experimentan debida a sus pensamientos empleando las siguientes estrategias.
•
Vigilancia
Tras
experimentar una serie de pensamientos intrusos, la mente se pone “en alerta”.
A modo de centinela en una atalaya o de “poli” de ronda, la mente llega a
preocuparse en gran medida con el hecho de “atrapar el mal pensamiento”. El
efecto es que las cogniciones llegan a convertirse en algo más patentemente
importante. La mente “rumia” sobre la próxima ocurrencia de los pensamientos y
se dedica cada vez más energía a prevenirlos y evitarlos. Los intentos por
suprimir o detener los pensamientos son progresivamente más elaborados.
El
efecto de la supresión del pensamiento no es probable que ocurra cuando se le
imparte a alguien la siguiente instrucción: “!No piense,
bajo ninguna circunstancia, en elefantes rosas!”. Inténtelo, no piense en elefantes rosas
durante los siguientes cinco minutos. ¿Cuántas veces apareció el pensamiento de
los elefantes rosas en su mente? Como puede ver, los intentos por suprimir los
pensamientos sólo sirven para incrementar su ocurrencia (Steketee, 1993;
Wegner, 1989).
•
Rituales encubiertos
Puede
desarrollarse un pensamiento encubierto u oculto para “deshacer” o neutralizar
éste, tal como:
o Orar en silencio: “Perdóname Dios por
tener ese pensamiento”.
o Rimas o frases anuladoras: “Realmente no
quiero hacer eso”.
o Compensar el pensamiento con una idea o
imagen “correcta”.
o Contar en silencio, empleando números
“buenos”.
•
Comprobación
Muchos
pacientes desarrollan estrategias de “comprobación” para calmar sus
pensamientos intrusos. Tales tácticas consisten en conductas persistentes,
repetitivas y a veces extrañas. Por ejemplo, Paula, la mujer que experimentaba
el pensamiento intruso de dañar a sus gatos (a los cuales adoraba) se
“comprueba” al tener en mano un cuchillo cerca del cuello del gato durante
varios minutos para asegurarse de que verdaderamente no desea dañar a
sus queridos gatos. Sólo cuando se siente tranquila al respecto puede dejar el
cuchillo.
Un
hombre casado heterosexual con el pensamiento intruso de: “Soy gay”, contempla
a propósito fotografías de hombres desnudos para “comprobar” si le excitan. Sólo
logrará relajarse cuando se asegura de que eso no ocurre.
La
comprobación es considerada una estrategia de neutralización que genera tan sólo un alivio
momentáneo de la ansiedad del pensamiento. Sin embargo, sólo sirve para
mantener a la persona aprisionada dentro de un interminable ciclo obsesivo
compulsivo.
CUATRO PASOS PARA
LIBERARSE DE LAS OBSESIONES PURAS
“Cuando permito que mis pensamientos sean, ellos me dejan ser a
mí”.
–Persona con trastorno obsesivo compulsivo en remisión
Paso 1. Escríbalos
Escribir
sus pensamientos obsesivos será probablemente embarazoso, incluso atormentador
para sus nervios, ¡pero hágalo! En la hoja de trabajo de los pensamientos
intrusos que viene a continuación, evalúe el grado de malestar empleando la
escala de USAs que va de 1 a 100. Después observe qué sucedió justo antes de
que aconteciera el pensamiento. A eso se le denomina evento
desencadenante. Algunos ejemplos de eventos activadores podrían
ser sujetar a un niño en brazos, ponerse furioso con su hermano o entrar en una
iglesia. Sin embargo, con frecuencia no existe un evento disparador
que precede al pensamiento intruso.
Piense
ahora en estrategias de neutralización que podría emplear para
reducir la ansiedad derivada de sus pensamientos. Entre éstas se incluyen
estrategias de comprobación o rituales compulsivos que ya pudiera estar
utilizando, tal como contrarrestar un pensamiento negativo con otro
pensamiento, frase u oración positivos.
Hoja
de trabajo de los pensamientos intrusos
______________________________________________________________
Pensamiento
intruso
USAs (0-100)
Evento
activador (antes del pensamiento)
Estrategias
de neutralización (rituales para tranquilizarse)
______________________________________________________________
1._______________
______ ___________________ 1.__________________
2._______________
______ ___________________ 2.__________________
3._______________
______ ___________________ 3.__________________
4._______________
______ ___________________ 4.__________________
5._______________
______ ___________________ 5.__________________
6
_______________ ______ ___________________ 6.__________________
MAIOR 197
7._______________
______ ___________________ 7.__________________
8._______________
______ ___________________ 8.__________________
______________________________________________________________
Paso 2. Recuérdese:
“!Yo
no soy mis pensamientos obsesivos compulsivos!”
Trate de
creer que el pensamiento del trastorno obsesivo compulsivo carece de sentido y
que no implica nada con respecto a lo que usted puede o no llevar a cabo. ¿En
qué grado cree realmente que ejecutará el pensamiento? Realice un listado de
sus pensamientos intrusos en la hoja de trabajo de valoración de los
pensamientos intrusos. Evalúe sus creencias empleando esta escala de valoración
de 8 puntos:
0 1 2 3
4 5 6 7 8
0=
Ninguna probabilidad.
4=
Posibilidad bastante fuerte.
8= Es
extremadamente posible que actúe según mis pensamientos intrusos.
Hoja
de trabajo de valoración de los pensamientos intrusos
______________________________________________________________
Pensamiento
intruso Probabilidad de llevar a cabo el pensamiento
______________________________________________________________
1.
___________________________________________ _____________
2.
___________________________________________ _____________
3.
___________________________________________ _____________
4.
___________________________________________ _____________
5. ___________________________________________
_____________
6.
___________________________________________ _____________
7.
___________________________________________ _____________
8.
___________________________________________ _____________
______________________________________________________________
La
mayoría de las personas que padecen obsesiones puras valorarán, en un inicio,
sus creencias entre 4 y 8. Esto indica la presencia de una fusión
pensamiento/acción y la tendencia a dudar, lo cual son sellos auténticos del
trastorno obsesivo compulsivo. Recuerde, la fusión pensamiento/acción es la
idea de que por el simple hecho de pensar en algo negativo hará que eso ocurra.
Paso 3. Acepte la presencia del pensamiento y resístase al impulso de
poner en marcha estrategias de evitación/neutralización
Aceptar
la presencia del pensamiento exige que permita que éste permanezca allí sin
juzgarse en absoluto. El juicio es definido en el diccionario Webster como: “la
capacidad para formarse una opinión mediante la diferenciación y evaluación; la
formación de una opinión tras una consideración o deliberación”. Como seres
humanos, nos sentimos impelidos a dotar de significado a nuestra experiencia, a
realizar juicios. Abstenerse de todo juicio con respecto a sus pensamientos intrusos
exige esfuerzo, pero potencia su habilidad para convertirse en un observador
objetivo de sus propios sin llegar a bloquearse en exceso por ellos.
Paso 4. Confronte su pensamiento: realice ejercicios de exposición para
habituarse a la presencia del pensamiento
Los
pensamientos intrusos se experimentan con frecuencia junto con emociones de
preocupación y miedo. Pueden presentarse todas las respuestas fisiológicas
clásicas, incluyendo taquicardia, sudor en las palmas de las manos y sequedad
bucal. El proceso de “desensibilizar” su cerebro de los pensamientos implica exponerse
deliberadamente ante los pensamientos negativos hasta que el cerebro tenga la
oportunidad de “habituarse”, es decir: de experimentar el pensamiento desligado
de todo malestar.
Para
demostrar el modo en el que funciona esto, diga su nombre o el de alguien a
quien aprecie mucho –o un nombre vinculado a un apego o reacción, tal como el
de su hijo, pareja, padre o jefe. Ahora preste atención a su “sentimiento”
interno como respuesta a dicho nombre. Después repita el nombre nuevamente una
y otra vez. Siga este proceso de reiteración un mínimo de 50 veces.
Observe
el modo en el que cambia su reacción al nombre después de la repetición número
cincuenta. Preste atención al “sentimiento” interno que se genera como
respuesta al nombre en estos momentos. Observe cómo el nombre ya no ejerce el
mismo impacto emocional. ¡Incluso probablemente le suene a una mera sucesión de
sílabas carente de significado! Este es el modo de funcionamiento ahora
familiar proceso de habituación.
Debido
a la constante repetición, su sistema nervioso se ha “aburrido” del
“significado”, en un principio original, que se hallaba vinculado a ese nombre.
Este es el modo en el que funciona: al repetir un pensamiento temido, pierde su
poder e impacto sobre usted.
EJERCICIOS DE
HABITUACIÓN AL PENSAMIENTO
La meta
de los siguientes ejercicios es ayudarle a experimentar un pensamiento incómodo
sin sentir un excesivo malestar.
Ejercicio
1. Exposición escrita
1.
Consiga un bloc y divida la hoja en dos columnas. En el lado izquierdo, escriba
el pensamiento. En la columna derecha anote su nivel de USAs (0-100).
2.
Resístase a evitar o distraer la ansiedad, así como a elaborar ritos para eliminarla
de la consciencia.
3.
Regrese a la columna izquierda, pase a la siguiente línea y escriba de nuevo el
mismo pensamiento. Evalúe su nivel de USAs de nuevo en la columna derecha.
4.
Repita los pasos 1-3 hasta que su nivel de USAs baje a 20-30. Podría tener que
escribir el pensamiento unas 50 veces o más antes de que
su nivel
de USAs empiece a descender. Cuando esto suceda, prosiga con el siguiente
pensamiento y repita los pasos 1-3.
Ejercicio
2. Exposición grabada
1.
Empleando un casete, grabe los pensamientos repitiéndolos, una y otra vez,
aproximadamente 30 veces.
2.
Rebobine el casete y escuche reiteradamente el pensamiento repetido. Sea
consciente de su tendencia a evitar escucharlo o a distraerse en la tarea.
3.
Observe su nivel de USAs tras cada escucha. Anótelo. Rebobine y escuche de
nuevo.
4.
Repita los pasos 1-3 hasta que su nivel de USAs se reduzca a 20-30.
La meta
de ambos ejercicios es ayudarle a empezar a coexistir con sus aterradores
pensamientos sintiendo un malestar menor. ¡Nunca nadie falleció o perdió el
control simplemente por la presencia de un pensamiento! Es la
interpretación del significado del pensamiento el que determina el modo
en el que se comportan las personas. Aunque es poco realista esperar
que sus pensamientos intrusos se marchen mágicamente, experimentará un
importante alivio una vez que haya comprendido que un pensamiento ¡es
sólo un pensamiento! ¡Nada más que eso!
Recuerde
la siguiente frase tan raída: “¡Resista lo que resista, persiste!”
Esto
significa que el trastorno obsesivo compulsivo se nutre de
sus
persistentes esfuerzos por evitar, suprimir o crear un sentido excesivo
fuera de
sus pensamientos intrusos. Cuando deje de intentar, de un
modo
tan obstinado, controlar la actividad de su mente, disminuye el trastorno
obsesivo
compulsivo.
Ejercicio
3. Estrategias de auto diálogo
El Dr.
Schartz, es su libro Brain Lock (1996), discute el concepto del “observador
imparcial”, que consiste en la capacidad que poseen todos los seres
humanos para observar sus propios pensamientos, sentimientos y conductas.
También puede ser un observador imparcial de sus propios pensamientos. Trate de
prestar atención a su conversación interna con el trastorno obsesivo
compulsivo. Permita la presencia de los pensamientos intrusos, pero no les
confiera el control. ¡Adopte una aproximación activa a los pensamientos
intrusos! Reemplace su auto diálogo negativo con afirmaciones más positivas.
Por ejemplo:
Cuando
se sorprenda diciendo:
“Estos pensamientos
negativos significan que soy malo”.
Responda
a su cerebro:
“Sólo se
trata de mi química cerebral hiperactiva”.
Cuando
se sorprenda diciendo:
“Quizás
lleve acabo esos pensamientos negativos”.
Responda
a su cerebro:
“No soy
yo. Es sólo mi trastorno obsesivo compulsivo”
Cuando
se sorprenda diciendo:
Estos
pensamientos negativos deben querer decir que soy malo”.
Responda
a su cerebro:
“Es sólo
un pensamiento del trastorno obsesivo compulsivo y no significa absolutamente
nada”.
Cuando
se sorprenda diciendo:
“Quizás
esta vez no se trate del trastorno obsesivo compulsivo”.
Responda
a su cerebro:
“Esto
constituye incluso más evidencia a favor de que se trata el trastorno obsesivo
compulsivo”.
Al
aprender algunas estrategias de auto diálogo, dispondrá de varias herramientas
valiosas
para “replicar” a los pensamientos intrusos. Al reinterpretar
sus
significados, se vuelven menos trastornadores.
Ejercicio 4. Exposición intensiva a la grabación para la fusión pensamiento/acción
Esta
exposición es muy útil para aquellos que sobrestiman la probabilidad de que
pueden dañar a los demás. Como esta exposición puede ser altamente estresante,
se aconseja que se realice en presencia de un profesional cualificado de la
salud mental. Un casete portátil, tal como un walkman con cascos, es lo más
útil para este ejercicio.
1.
Prepare el ejercicio de exposición grabado tal como se indica en el ejercicio
2.
2. Póngase
los cascos y escuche la cinta en presencia de una persona que sea el objetivo o
blanco del daño o peligro temido, su pareja o padre. Si es un niño, póngale
incluso sobre su regazo.
3.
Escuche la cinta en presencia de la persona referida. Permita que su ansiedad
se incremente. Resístase a evitarla, suprimirla o a efectuar rituales.
Permanezca en la situación de exposición durante desde un mínimo de 45 minutos
hasta 90 como máximo. Su objetivo es reducir su nivel de USAs por debajo de 20
a través de la habituación al pensamiento temido.
Use este
ejercicio para cerciorarse más sobre el limitado poder que detentan sus
pensamientos para causar daño.
ENFRENTÁNDOSE A LOS
RITUALES ENCUBIERTOS
Pero ¿y
qué sucede con los rituales encubiertos o de pensamiento? Se trata de
compulsiones mentales llevadas a cabo de un modo interno y que incluyen
oraciones repetidas, frases, palabras, contar números, recordar el pasado y
equilibrar pensamientos (uno positivo frente a otro negativo). Consisten en
patrones de pensamiento repetitivos que se efectúan a modo de respuesta directa
ante un pensamiento obsesivo. Su propósito es neutralizar el malestar de los
pensamientos obsesivos.
Además
de los ejercicios mencionados, emplee las técnicas de prevención del ritual
para reducir sus rituales encubiertos. Enfréntese a éstos del mismo modo que lo
haría con cualquier otra conducta o ritual compulsivo. Entre algunas de las
técnicas útiles se incluyen las siguientes:
• Demora
del ritual: posponga la ejecución del ritual encubierto. Hágalo durante
unos minutos, horas o días.
•
Detención del pensamiento: Imagínese
una gran señal roja de stop mientras grita de modo subvocal “STOP” tan fuerte
como sea posible antes de la ejecución del ritual mental. Esto tiene el
efecto de crear un cortocircuito” en el uso automático del ritual, lo cual alivia
el malestar del pensamiento intruso. (Esto no pretende “detener” los
pensamientos intrusos. Si se empleara para tal fin, la técnica de la detención
del pensamiento sólo los incrementaría. Su
uso tan sólo se destina como herramienta que evita que
lleve a cabo sus rituales compulsivos mentales).
Usted
puede encontrarse confuso con respecto a la diferencia existente entre pensamientos
obsesivos y compulsión mental. Para discernir la diferencia,
plantéese las siguientes preguntas:
• ¿Este
pensamiento le provoca ansiedad? Si la repuesta es “sí”, se trata de un pensamiento
obsesivo. La estrategia general de autoayuda es confrontar,
invitar, alentar y enfrentar el malestar de dicho pensamiento.
• ¿Este
pensamiento alivia la ansiedad? Si la repuesta es “sí”, se trata de una compulsión
mental. La estrategia general de autoayuda es
bloquear,
reducir o cambiar este pensamiento de cualquier modo posible. Un modo de
alterar la cualidad “automática” de una compulsión es progresar en la dirección
correcta.
Durante
años, se creía con certeza que las obsesiones puras eran mucho más difíciles de
tratar que las compulsiones abiertas. Desde nuestro punto de vista e
información, hemos descubierto que esto no es necesariamente cierto. Creemos
que empleando las técnicas descritas anteriormente, combinadas en muchos casos
con la medicación adecuada, puede librarse de las obsesiones puras. Y la
recompensa es grande: aliviarse de la frustración de enfrentarse con el
constante “ruido” que inunda su mente.
¿Se irán
definitivamente, y por completo, sus obsesiones puras?
Probablemente
no. Tienden a reaparecer en los momentos en los que la vida se vuelve
estresante. Pero, en resumen, puede aprender a vivir de un modo más cómodo con
sus irritantes pensamientos. Pueden convertirse en un mero y ocasional ruido de
fondo cuando aprenda a disfrutar nuevamente de la vida.
Bibliografía
C., P.,
& M., H. B. (2003). Guía práctica del TOC. Pistas para su liberación.
Desclée de Brouwer.
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