NEUROCIRUGÍA
La
medicación y la terapia cognitivo-conductual son tratamientos alternativos para
las personas que padecen un trastorno obsesivo compulsivo. La mayoría de los
sujetos logrará al menos alguna mejora a partir de ellos, pero algunas personas
no lograrán una mejora adecuada.
Los
pacientes severamente resistentes al tratamiento son tratados en ocasiones con
neurocirugía. Estas
operaciones se llevan a cabo en tan sólo unos pocos centros esparcidos
por el mundo.
La cingulotomía
es el procedimiento quirúrgico más frecuente en el trastorno obsesivo
compulsivo. Otras alternativas incluyen la capsulotomía anterior, la
tractotomía subcaudada y la leucotomía límbica.
La mayoría
de estas operaciones emplean un dispositivo denominado “marco esterotáctico” para provocar
lesiones quirúrgicas muy pequeñas en lugares estratégicos.
Las
posibles complicaciones de estas operaciones pueden incluir infecciones,
hemorragias, crisis epilépticas, aumento de peso y hemiplejía (parálisis
parcial). Normalmente las crisis se controlan mediante la medicación
anticonvulsiva.
La
neurocirugía no siempre mejora los síntomas del trastorno obsesivo compulsivo.
Los cirujanos provocan a veces pequeñas lesiones la primera vez, dejando la
puerta abierta a la generación de lesiones más extensas en una segunda
operación.
También
es importante percatarse de que los tratamientos que no funcionaron antes de la
operación podrían hacerlo tras ésta. La terapia cognitivo-conductual
constituye una parte importante de los cuidados postoperatorios. También
podría requerirse la medicación. Es probable que la mejoría sintomática sea
progresiva en vez de inmediata, necesitándose varias semanas o meses para que
se manifieste plenamente.
¿Quién
necesita neurocirugía?
¿Quién
requiere de neurocirugía para el tratamiento de su trastorno obsesivo
compulsivo?
La
mayoría de los centros exigen que los pacientes agoten todas las alternativas
de tratamiento antes de acometer la neurocirugía. Esto incluye un ensayo
intensivo con la terapia cognitivo-conductual e intentos adecuados con la
mayoría de los medicamentos disponibles (al menos 10 semanas con cada uno y en
las dosis más altas que se toleren). La enfermedad debe afectar severamente al funcionamiento
psicosocial y provocar un sufrimiento considerable. La mayoría de los centros
exigen que el paciente haya seguido un tratamiento intensivo durante un mínimo
de 5 años (Jenike, 1998).
Bibliografía
C., P.,
& M., H. B. (2003). Guía práctica del TOC. Pistas para su liberación.
Desclée de Brouwer.
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