¿QUÉ ES LA TRICOTILOMANÍA? ETIOLOGÍA Y TRATAMIENTO
La tricotilomanía se caracteriza por arrancarse el pelo
corporal de un modo crónico y repetitivo. Entre los lugares de donde se
tira del pelo incluyen:
·
cuero
cabelludo,
·
cejas,
·
pestañas,
·
axilas,
·
cuerpo
y
·
área
del pubis.
La acción de arrancarse el pelo tiende a acontecer en
episodios, exacerbados por el estrés o a veces por la relajación (por
ejemplo, cuando
se lee
un libro o se ve televisión). Deben tenerse en cuenta, y descartarse, todas las
demás causas de pérdida de vello, incluyendo problemas médicos y
dermatológicos, antes de confirmarse un diagnóstico de tricotilomanía.
Las personas con tricotilomanía experimentan una sensación creciente
de tensión inmediatamente antes de arrancarse el pelo o cuando
intentan resistirse a hacerlo. Cuando se arrancan el pelo experimentan una
sensación inmediata de placer, gratificación y alivio.
Se consideraba que era un fenómeno raro, con una
prevalencia del 0,05% al 0,6 %, pero estudios recientes estiman una tasa de
prevalencia de entre un 2% y un 3% de la población (Keuthen, O´Sullivan y
Jeffrey, 1998). Al igual que sucede en el caso del trastorno obsesivo
compulsivo, las personas que padecen tricotilomanía mantienen muy en secreto sus
síntomas. Pueden ocultarlos arrancándose el pelo de aquellas partes del cuerpo
que no son fácilmente visibles, o llevando pelucas o estilos de peinado que
disimulen las áreas de la cabeza de las que se ha arrancado el pelo.
Los niños con tricotilomanía demuestran una proporción
hombre mujer idéntica. Sin embargo, en los adultos son más las mujeres
diagnosticadas
con tricotilomanía. El inicio acontece por lo general en
la infancia o la adolescencia, aunque puede iniciarse antes del primer año de
vida o, como tarde, en la etapa adulta. Parece existir un subgrupo de tricotilomanía
cuyo inicio es anterior a los cinco años de edad (Keuthen, O´Sullivan y
Jeffrey, 1998).
La tricotilomanía coexiste con
frecuencia con otros
trastornos psiquiátricos, incluyendo:
·
los
trastornos de ansiedad,
·
la
depresión,
·
los
trastornos de la alimentación,
·
el
trastorno por déficit de atención,
·
el síndrome
de la Tourette y
·
el
trastorno dismórfico corporal.
Como dato de mucho interés, un estudio observó una tasa
significativamente más alta de pacientes que se arrancaban el pelo cuando
padecían a la vez un trastorno obsesivo compulsivo y un síndrome de la
Tourette, que cuando padecían o bien un trastorno obsesivo compulsivo o bien un
síndrome de la Tourette a solas (Keuthen, O´Sullivan y Jeffrey, 1998).
Las complicaciones de la tricotilomanía
son:
·
la
alopecia (calvicie),
·
infecciones,
·
cicatrices
en los lugares de extracción de cabello,
·
un
crecimiento del pelo más lento o nulo y
·
cambios
en la textura o color del cabello.
Algunas personas se comen el pelo que arrancan y corren el riesgo
de sufrir un dolor de estómago, obstrucción gastrointestinal, peritonitis y,
en casos extremos, incluso la muerte (Keuthen, O´Sullivan y Jeffrey, 1998).
Los repetitivos movimientos de manos y brazos implicados en
el proceso de arrancar el pelo pueden provocar el síndrome del túnel
carpiano y otros problemas neuromusculares (Keuthen, O´Sullivan y Jeffrey,
1998).
¿Cuál es la causa de
la tricotilomanía?
Nadie lo sabe con certeza, pero cada vez hay más certeza de
que pueden encontrarse implicados el funcionamiento y la estructura
cerebrales. Las anormalidades encontradas en los cerebros de las personas
con tricotilomanía se superponen a las encontradas en el trastorno obsesivo
compulsivo y
en el síndrome de la Tourette. La Dra. Susan Swedo y sus
colegas han propuesto que las infecciones por estreptococos pueden
encontrarse implícitas en algunos casos de tricotilomanía de inicio precoz
(Keuthen, O´Sullivan y Jeffrey, 1998).
La tricotilomanía puede manejarse de un modo efectivo
mediante la medicación y la terapia conductual.
La técnica conductual más estudiada y empleada es el entrenamiento en el
hábito de competencia (Azrin y Nunn, 1973). Implica varios
elementos, incluyendo los siguientes:
• Entrenamiento en conciencia. Registre durante una semana todos los
impulsos de arrancarse el pelo, dónde y cuándo ocurren, las emociones previas y
los sentimientos posteriores.
• Identificar los precursores de la
respuesta. ¿Qué hace
con sus brazos y manos justo antes de empezar a arrancarse el pelo? ¿Se toca o
se mesa el cabello? ¿Se toca la cara? ¿Las pestañas?
• Procedimiento de detección de la
respuesta. Describa y
experimente los músculos que emplea cuando se arranca el pelo mediante el
siguiente ejercicio: extienda el brazo y sosténgalo así durante 10 segundos.
Ténselo un poco. Después comience a cerrar el brazo, moviéndolo lentamente
hacia su cabeza. A una cuarta parte del recorrido, deténgase, y
sosténgalo durante otros 10 segundos. A mitad del trayecto, deténgalo y aguante
otros 10 segundos. Lo mismo a tres cuartas partes del recorrido hacia la
cabeza. Cuando su mano se encuentre sobre su cabeza, deténgase, y
mantenga el brazo durante 10 segundos (no toque su cabello). Repita toda
la secuencia hasta que disminuya su impulso de arrancarse el pelo.
• Entrenamiento en la respuesta de
competencia. Elija una
conducta incompatible, una que evite arrancarse el pelo. Debe tratarse de una
actividad físicamente discreta, tal como tensar los músculos, apretar los
puños, asir o apretar un objeto, por ejemplo, su cinturón o una pelota pequeña de
espuma. Practique durante tres minutos, a continuación, relájese un minuto.
Después repítalo cinco veces más.
• Identificar las situaciones que
incitan al hábito. Por
ejemplo: hablar por teléfono, ver televisión, conducir. Estas son situaciones que
desencadenan habitualmente el proceso de arrancarse el pelo. Practique las
respuestas de competencia en las situaciones que lleven con más facilidad a
arrancarse el pelo.
• Entrenamiento en
relajación. Entrenamiento en ejercicios de relajación muscular y de respiración
profunda. Empléelas cuando experimente el impulso de arrancarse el cabello o
cuando el estrés sea elevado.
• Atención positiva (hipercorrección). Si se arrancara el pelo, practique un
cuidado positivo de éste mediante un peinado cuidadoso o retocándose el
maquillaje de los ojos. Se pretende que sea una conducta ligeramente aversiva.
Si se realiza de un modo consistente, hace que arrancarse el cabello sea menos
satisfactorio.
• Entrenamiento en prevención. Practique una
respuesta de competencia cuando y donde sea probable que acontezca la conducta
de arrancarse el cabello.
Otros métodos para
manejar la tricotilomanía
Recopilar el cabello es una técnica
moderadamente aversiva y requiere que el paciente coleccione todo el pelo que
se arranque.
La
terapia cognitivo-conductual también ha sido empleada para ayudar a contrarrestar los
patrones de pensamiento que preceden a la acción de arrancarse el pelo.
Los estudios de casos sobre el uso de la hipnosis con la tricotilomanía
indican que las técnicas hipnóticas pueden beneficiar a
algunos de estos pacientes. (Por favor observe que la hipnosis se ha demostrado
de poca utilidad con el trastorno obsesivo compulsivo clásico). El
enfoque de las técnicas hipnóticos se sitúa en fortalecer la conciencia del
hábito y en reforzar el control conductual de la acción de arrancarse el
cabello.
Se está investigando más sobre este trastorno y de un modo
esperanzador.
Una buena fuente sobre las últimas novedades es el
Trochotillomania Learning Center. Su dirección y su página web: www. trich.org
También puede obtenerse información sobre la tricotilomanía
en la Fundación para el Trastorno Obsesivo
Compulsivo.
Bibliografía
C., P.,
& M., H. B. (2003). Guía práctica del TOC. Pistas para su liberación.
Desclée de Brouwer.
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