PRINCIPIOS GENERALES PARA
EVALUAR Y TRATAR CUALQUIER DISFUNCIÓN SEXUAL
1.
El desarrollo y mantenimiento de una disfunción sexual es un problema que afecta
a una pareja y la forma que ésta tiene de comportarse es la responsable. El
objetivo debe ser modificar las conductas de ambos, concretamente, las que usan
en las relaciones sexuales.
2.
Un requisito previo a un programa de intervención específica es dar información
y educación sexual a ambos miembros.
3.
En la mayor parte de los casos es necesario disminuir la ansiedad asociada a la
relación sexual o a las actividades sexuales en general. La mejor forma es
enseñar técnicas y habilidades que le permitan controlarla a voluntad (relajación,
exposición o inoculación del estrés)
4.
Aumentar la comunicación y la mejora de las relaciones generales de la pareja
5.
Los tratamientos deben incluir parte práctica de entrenamiento en cómo
desarrollar nuevas conductas sexuales más adecuadas, así como entrenamiento en
conductas de relación más social (afecto, interés, expresar preferencias o
negarse a determinadas propuestas...)
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