LA TÉCNICA DE LA
FLECHA DESCENDENTE
Puede
localizar sus propias CCP por medio de la técnica de la flecha descendente:
1)
Seleccione un
pensamiento negativo de su registro diario de estado de ánimo
y trace bajo el mismo una flecha descendente. La flecha sirve de símbolo que
representa preguntas como la siguiente:
«Si este
pensamiento fuera cierto, ¿me trastornaría? ¿Qué significaría para mí?».
2)
Cuando usted se haga
estas preguntas, le vendrá a la mente un nuevo pensamiento negativo. Escríbalo justo debajo de la flecha dibuje
otra flecha por debajo de él. Formúlese de nuevo los mismos tipos de preguntas.
3)
Si
repite este proceso varias veces, generará una cadena de pensamientos negativos.
4)
Cuando
usted repase estos pensamientos, podrá determinar con facilidad sus creencias contraproducentes.
Ejemplo:
Ante el pensamiento negativo
«¿Y si
suspendo el examen?».
En
primer lugar es bueno convertir las preguntas retóricas del tipo «Y si en
afirmaciones cuando se trasladan a la columna de «Pensamientos negativos»
del registro diario de estado de ánimo. Así podrá desmentir con más facilidad
ese pensamiento.
Puede
escribir «Puedo suspender el examen» en su registro diario de estado de
ánimo.
Le dije:
Sabemos
que eres un gran estudiante, de modo que lo más probable es que hagas muy bien
el examen. Pero vamos a suponer lo contrario. Imaginémonos que verdaderamente
suspendes el examen
¿Qué
significaría eso para ti? ¿Por qué te trastornaría eso?
—Entonces,
quedaría mal delante de mis compañeros —dijo.
Le dije
que escribiera esto bajo la flecha y que pusiera otra flecha debajo. Después,
le pregunté:
—Y
entonces, ¿qué? Supongamos que suspendes el examen y que quedas mal delante de
tus compañeros.
¿Qué
significará eso para ti? ¿Por qué te trastornaría eso?
—Entonces,
me perderían el respeto —dijo él.
Yo le
pedí que escribiera eso también y que pusiera otra flecha debajo.
Repetimos
este proceso varias veces hasta que acabamos con el pensamiento:
«Eso
significaría que yo no valgo nada».
En
general, uno ya ha terminado con la técnica de la flecha descendente cuando
llega a un pensamiento como éstos:
• Eso
significaría que no valgo nada.
• Eso
significaría que la vida no vale la pena.
•
Entonces no podría volver a ser feliz nunca.
Éstas
serían las CCP encontradas en este caso:
•
Perfeccionismo.
•
Perfeccionismo percibido.
•
Adicción a la aprobación.
• Adicción
a los logros.
•
Falacia del foco.
•
Falacia del reguero de pólvora.
Estas
creencias son extremadamente comunes en las personas que padecen ansiedad
por la actuación.
La
preocupación en este caso concreto no se debía al hecho de que debía hacer el
examen, sino a su manera de pensar en ello. Al parecer, basa su autoestima en
sus logros y en recibir la aprobación de todos.
Es muy
perfeccionista y supone que sus compañeros de clase serán tan dados a juzgar y
a criticar como él. Se siente como si estuviera actuando en un escenario, bajo
la luz de un foco, y como si tuviera que impresionar a sus amigos para que
éstos le apreciaran. También cree que sus amigos son como clones, que reaccionarán
todos exactamente de la misma manera, de modo que, si uno de ellos lo desprecia,
todos lo despreciarán. Naturalmente, estas actitudes lo someten a una presión
enorme.
Si
bien las CCP siempre contienen un fondo de verdad, tienden a ser muy engañosas.
En
primer lugar, en este caso el sujeto era el primero de su clase, de manera que
no era muy probable que suspendiera el examen. Un cierto porcentaje de los
estudiantes que hacen el examen pueden suspender la primera vez, pero se les
permite examinarse de nuevo, de modo que las ideas catastrofistas no eran
realistas. No era verdad que su carrera profesional fuera a hundirse ni que su
vida fuera a parar a la basura si no aprobaba el examen al primer intento.
Además, lo más probable era que los compañeros estuvieran mucho más dispuestos
a aceptarlo que lo que él se imaginaba, y que se preocuparan mucho más de su
propia actuación que de la de él.
Le
propuse que preguntara a varios compañeros si se sentirían desilusionados con
él si suspendía el examen y si tenía que presentarse otra vez. Se enteró que
sus compañeros se preocupaban por el examen tanto como él y de que les
representaba un alivio saber que él se sentía igual que ellos, ya que siempre
aparentaba mucha confianza. Al final, aprobó el examen al primer intento y con
muy buena nota.
La
técnica de la flecha descendente es fácil de aprender y puede aportarle
enseguida una gran riqueza de información valiosa sobre sus propias actitudes y
creencias. Parta siempre de un pensamiento negativo de su registro diario de
estado de ánimo. No tiene importancia qué pensamiento sea el que elige; por
lo tanto, elija uno que tenga interés para usted. Trace bajo el pensamiento una
flecha descendente y pregúntese a sí mismo: «Si esto fuese verdad, ¿qué
significaría para mí? ¿Por qué me trastornaría?». Le vendrá a la cabeza un
pensamiento nuevo, que podrá apuntar debajo de la flecha.
Si
repite este proceso varias veces, llegará por fin al fondo. Repase entonces la lista de creencias contraproducentes
comunes
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