BENEFICIOS Y RETOS DE LA ADOLESCENCIA
Las características esenciales de la adolescencia surgen a
causa de unos cambios saludables y naturales en el cerebro.
Durante los años de la adolescencia, nuestra mente cambia en
la forma de recordar, pensar, razonar, centrar la atención, tomar decisiones y
relacionarse con los otros. Desde los doce años hasta los veinticuatro,
aproximadamente, se da una explosión de crecimiento y maduración como no
ha habido otra en nuestra vida. Cuando alcanzamos la adolescencia la vida está
en plena ebullición. Y no deberían evitarse esos cambios o pasar por ellos como
por una simple fase que hay que superar, sino que deberían estimularse.
Tormenta cerebral nació de la necesidad de centrarse en la esencia positiva de
esta etapa de la vida para los adolescentes y para los adultos.
Cómo gobernemos los años de la adolescencia tiene un impacto
directo en cómo viviremos el resto de nuestra vida. Para cada forma nueva de
pensar, sentir y actuar con su potencial positivo, existe también un posible
lado negativo. Pero hay una manera de aprender a sacar todo el partido de las
importantes cualidades positivas de la mente juvenil durante la adolescencia y
de utilizarlas bien en los años de madurez que vendrán después.
Cualidades que se establecen en la adolescencia fruto de los
cambios cerebrales:
·
Búsqueda de novedades
·
Implicación social
·
Aumento de la intensidad emocional
·
Experimentación creativa.
Se dan cambios en los circuitos fundamentales del cerebro que
hacen que el período de la adolescencia sea diferente al de la infancia.
Estos cambios afectan a:
·
La forma en que los buscan la gratificación
en probar cosas nuevas
·
Conectar con sus iguales de manera diferente
·
Sentir emociones más intensas
·
Rechazar los modos establecidos de hacer
las cosas para crear nuevas formas de estar en el mundo.
Cada uno de estos cambios es necesario para crear las importantes
transformaciones que ocurren en nuestra forma de pensar, sentir, interactuar y tomar
decisiones durante la adolescencia. Sí, estos cambios positivos también
tienen posibilidades negativas. Cada una de estas cuatro características del
crecimiento del cerebro adolescente tiene tanto ventajas como desventajas, y
cómo llenan nuestra vida de beneficios, pero también de riesgos.
Búsqueda de novedades
La búsqueda de novedades surge de un creciente impulso de
necesidad de gratificación en los circuitos del cerebro adolescente que crea la
motivación interior de probar algo nuevo y experimentar la vida más plenamente,
estableciendo un mayor compromiso con la vida.
Desventajas: la búsqueda de sensaciones y la
aceptación del riesgo que conceden más importancia a las emociones y se
la quitan al riesgo tienen como resultado comportamientos peligrosos y
los daños consiguientes. La impulsividad puede convertir una idea en acción
sin tiempo para reflexionar en las consecuencias.
Ventajas: Estar abierto al cambio y vivir
apasionadamente se acrecientan, a medida que la investigación de la
novedad se agudiza hasta convertirse en fascinación por la vida y en un deseo
de inventar nuevas formas de hacer las cosas y de vivir con interés por la aventura.
Implicación social
La implicación social mejora la conexión entre iguales y
crea nuevas amistades.
Desventajas: los jóvenes aislados de los adultos y
rodeados solamente de otros como ellos tienen comportamientos de riesgo cada
vez mayor, y el rechazo total de los adultos y del conocimiento y el
razonamiento de éstos aumenta dicho riesgo.
Ventajas: el impulso de conexión social lleva a la creación
de relaciones de apoyo que, según prueban las investigaciones, son el mejor
indicador de bienestar, longevidad y felicidad a lo largo de toda la vida.
Aumento de la
intensidad emocional
El aumento de la intensidad emocional confiere a la vida una
mayor vitalidad.
Desventajas: la emoción intensa puede tomar las riendas
y provocar impulsividad, cambios de humor y una reactividad excesiva, a veces
poco aconsejable.
Ventajas: la vida vivida con intensidad emocional puede
estar llena de energía y de un sentido del impulso vital que confiera
exuberancia y entusiasmo por sentirse vivo en el planeta.
Exploración creativa
La exploración creativa con un sentido ampliado de la
conciencia. El nuevo pensamiento conceptual y el razonamiento abstracto del
adolescente permiten cuestionarse el statu quo, enfocar los problemas con
estrategias «fuera de lo establecido», la creación de nuevas ideas y la
aplicación de innovaciones.
Desventajas: la búsqueda del significado de la vida
durante los años de la adolescencia puede conducir a una crisis de
identidad, la vulnerabilidad a la
presión de los iguales y a la falta de dirección y
propósito.
Ventajas: si la mente consigue mantener el pensamiento,
la imaginación y la percepción del mundo de formas nuevas dentro de la
conciencia, de la exploración creativa del espectro de experiencias que son
posibles, se puede minimizar la sensación de estar en un bache que a veces
puede impregnar la vida adulta y es posible cultivar una experiencia de «lo
ordinario vivido como algo extraordinario».
Si por un lado tenemos que podemos barajar en nuestro
interior una tormenta cerebral con cantidad de ideas nuevas que podemos
compartir en colaboración durante las exploraciones creativas y la búsqueda de
novedades de la adolescencia, también es posible que entremos en otro tipo de
tormenta cerebral al perder la coordinación y el equilibrio y que nuestras
emociones actúen como un tsunami, inundándonos de sentimientos. Es entonces
cuando nos sentimos invadidos no solo de excitación mental, sino también de
confusión mental.
Los cambios cerebrales de la adolescencia ofrecen al mismo tiempo
riesgos y oportunidades. La decisión es nuestra.
Mantener el poder y el propósito de la mente adolescente en la edad
adulta
En muchas ocasiones los adultos se sienten «estancados» o
«vacíos», han perdido el impulso de buscar la novedad y están invadidos por el
aburrimiento que supone hacer las mismas cosas una y otra vez. También
consideran que su vida está dominada por la falta de conectividad social; se
sienten aislados y solos. Y para muchos la vida ha perdido su intensidad
emocional, todo les parece sin brillo, incluso aburrido.
Este tedio puede llevar a la apatía y hasta a la depresión y
la desesperación. Parece que nada importa; parece que nada resulta vivo y
vitalista. Cuando los adultos dejan de usar su capacidad para la exploración
creativa, su forma de razonar y enfocar los problemas de la vida se convierte
sencillamente en una repetición de rutinas conocidas y la imaginación sale
volando por la ventana. La vida puede volverse, bueno, carente de vida. Cuando
los adultos pierden el poder creativo de la mente adolescente su vida puede
perder vitalidad y parecerles carente de sentido.
El juego y la alegría que surgen de la creación de nuevas
combinaciones de cosas son esenciales para que nuestras existencias sigan
llenas de vitalidad. Si uno sale con jóvenes oirá con frecuencia risas y
carcajadas incontrolables. Y algunas veces lo que oirá es un montón de llanto.
O sea que la intensidad emocional puede traer alegría, pero también lágrimas,
sin lugar a dudas. Si uno sale por ahí con adultos lo que oirá principalmente
serán charlas serias. Sí, la vida es algo serio. Pero podemos aportar alegría y
humor a la vida que llevamos.
Necesitamos vivir con humor y entusiasmo no a pesar
de los problemas que hay en el mundo, sino a causa de ellos.
Sin embargo, cuando los adultos pierden las cuatro
características diferenciadoras de la adolescencia, cuando dejan de cultivar el
interés por buscar la novedad, la implicación social, la intensidad emocional y
la exploración creativa, la vida puede volverse aburrida, aislada, plana y
rutinaria. ¿Quién elegiría de manera voluntaria llevar una vida así? Es
probable que nadie. Pero pasa constantemente. Al parecer los adultos tenemos
tendencia a navegar con el piloto automático. ¿Por qué? Vérselas con las
circunstancias de la vida a enfrentarse a las preocupaciones de este mundo
puede ser difícil. A veces resulta más sencillo dar por cerrados esos aspectos
esenciales de una vida plena que llegan con la adolescencia y, en cambio,
intentar seguir en «modo supervivencia» desarrollando una rutina en la que
podemos confiar que funcionará. Pero perder la vitalidad solo puede hacer la
vida más dura, y también puede llevar a no mantener el cerebro tan fuerte como
podía serlo a medida que nos hacemos mayores.
Por otro lado, la gente tiende a dar por sentado que el
cerebro deja de crecer después de la infancia. Pero eso no es cierto. El cerebro
no crece y cambia solo durante la infancia y la adolescencia, sino que sigue
creciendo a lo largo de toda la vida. En este sentido, las cuatro características
de la adolescencia son exactamente las que necesitamos para no solo vivir una
vida activa cuando somos adolescentes, sino también para que nuestro cerebro
siga creciendo a lo largo de nuestra existencia:
·
Chispa emocional: Se trata de respetar esas importantes
sensaciones internas que son más intensas durante la adolescencia, pero sirven
para crear sentido y vitalidad a lo largo de toda nuestra vida.
·
Implicación social: Las importantes conexiones que
establecemos con otros que dan apoyo a nuestro trayecto en la vida con
relaciones significativas y gratificantes para las dos partes.
·
Novedad: Cómo buscamos y creamos nuevas experiencias que nos atrapan
por completo, estimulando nuestros sentidos, emociones, pensamientos y cuerpo
de formas nuevas y desafiantes.
·
Exploración creativa: El pensamiento conceptual, el
razonamiento abstracto y la conciencia desarrollada que crean un marco para ver
el mundo a través de una óptica nueva.
A veces lo que vemos en otros (incluido en nuestros hijos)
nos puede recordar lo que echamos de menos en nosotros mismos, y este
recordatorio nos produce frustración, desilusión, rabia y tristeza.
Los adultos tenemos cosas que aprender de la adolescencia
como etapa por la que hemos pasado, y de los adolescentes como personas que
están pasando por ese período de desarrollo en ese momento. Los adolescentes
nos pueden recordar lo que tenemos derecho a experimentar en nuestra vida. De
igual manera, como adolescentes, tenemos cosas que aprender de los adultos, ya
que éstos comparten con nosotros sus experiencias mientras favorecen nuestra
evolución hacia la independencia.
Aprender a usar el poder de la mente adolescente puede
ayudarnos a tener una experiencia positiva surgida de este período de cambio
intenso. Si se manejan bien, estos cambios cerebrales pueden llevar a
resultados positivos más adelante. Puede capacitarnos para que continuemos un
aprendizaje a lo largo de toda la vida y que reconozcamos el importante y
revitalizante sentido de la aventura, la vitalidad y el valor que trae consigo
la adolescencia.
Bibliografía
Siegel, D. J. (s.f.). Tormenta cerebral. El poder y
el propósito del cerebro adolescente. Alba.
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