TÉCNICAS
QUE UTILIZA LA MADRE NARCISISTA PARA MANTENERTE BAJO SU CONTROL
Para
mantenerte bajo su control, tu madre utiliza diferentes técnicas, no tiene
porque utilizarlas todas contigo o puede que utilice varias al mismo tiempo.
Las madres tóxicas son bastante predecibles y tienen unos patrones de actuación
muy similares unas de otras. Pero son personas únicas y no todas utilizan las
mismas armas de tortura.
a)
Infantilización
La
infantilización consiste en infravalorar las capacidades físicas y mentales,
lo que favorece una pérdida de la independencia y autonomía. Esta forma de
abuso se traduce en el aislamiento y en una disminución de las
facultades físicas, cognitivas, funcionales y emocionales.
En una
familia no disfuncional, lo normal es que los hijos cuando llegan a la adolescencia
empiecen a separarse de los padres. Los hijos tienen que encontrarse a sí
mismos, tener sus propias opiniones, gusto...y encontrar su propia identidad.
Dentro
de una familia disfuncional, la madre tóxica no permite que este proceso
natural acontezca. Por el contrario, la madre tóxica se encarga de que
sus hijas no sean independientes y sigan revoloteando alrededor de ella.
Por
eso, normalmente la edad de la adolescencia es la época en la que las hijas
de madres tóxicas despertamos y nos empezamos a dar cuenta de lo que nuestra
madre nos ha hecho. Ya que, al querer tener nuestra propia identidad, sus
abusos se vuelven más fuertes para controlarnos. Incluso algunas sienten que
su madre fue buena con ellas durante su infancia, y que solo al crecer las empezaron
a abusar.
Por lo
que concierne a una madre tóxica sus hijas existen solo para su propio beneficio.
Tu madre te ve como su propia extensión, y no quiere darte la habilidad
para que puedas crecer y separarse de ella.
Uno de
los claros ejemplos de infantilización lo vemos en la película Rapunzel
(Enredados) de Disney. La madre convence a la hija mediante el lavado de
cerebro de que no sobrevivirá al mundo de ahí fuera sin ella.
Menos
mal que está ella para cuidarla y protegerla. La madre exagera los peligros
del mundo y le hace ver que no está preparada para afrontarlos.
Pero
la infantilización no se trata de protección, como nos quieren hacer ver nuestras
madres. Si no de crear terror y dependencia. De hacerte creer que necesitas
a tu madre y que sin ella no sobreviviras.
Ejemplos de
infantilización pueden ser:
·
Dar dinero constantemente a la hija, reforzando
el mensaje de que la hija no puede valerse por sí misma. Lógicamente la hija nunca
sabrá sobrevivir y buscarse la vida si la madre no le deja.
·
Aprobar o desaprobar tus amistades, ella decide
quién es bueno o malo para ti
·
Decirte qué debes llevar puesto
·
Decir que eres demasiado joven para casarte,
para irte de casa (aunque tengas 40)
b)
Invalidación
Invalidar
es rechazar, ignorar, ridiculizar, burlarse, juzgar o aminorar los sentimientos
de alguien. La madre tóxica controla cómo nos sentimos y durante
cuánto tiempo lo hacemos.
Un
niño, que es invalidado repetidamente se convierte en un niño confundido y una
madre tóxica invalida constantemente.
Cuando
eres invalidada de pequeña, y repetidamente te dicen que no vales nada, al ser
mayor es lo que crees y es muy difícil revertir este sentimiento grabado en
nuestro ser.
El
niño invalidado, despreciado, humillado, insultado...pierde confianza en sus
propios sentimientos. Pierde uso de su cerebro emocional - y
el cerebro emocional es una de las herramientas básicas para la supervivencia.
Para
adaptarse a este ambiente insano, la relación entre sus pensamientos y sus
sentimientos se malogra. Sus respuestas emocionales, su manejo emocional
probablemente serán dañados gravemente, y quizás permanentemente. Las
respuestas emocionales que funcionaron para ayudarle cuando era niño pueden
funcionar contra él mismo cuando es un adulto.
De
niña tu madre te ha invalidado, te ha hecho creer que tus necesidades no existen,
que tus sentimientos son erróneos, lo que ha impedido que “crees” tu verdadero
YO.
Ahora,
no eres tú, no has tenido libertad para serlo. Has estudiado lo que tu madre ha
sugerido, has vestido como ella ha marcado, y te has relacionado con amistades
que ella ha aprobado. De una manera sutil a veces, y en otros casos de un modo
más agresivo, tu madre no te ha dado opción a decidir. Se ha salido con la
suya.
Ejemplos de
Invalidación que utiliza:
·
Deja de llorar, o te pego.
·
Con todo lo que he hecho por tí.
·
No vales para nada.
·
No te va a querer nadie.
·
¡Cambia tu ánimo!
·
¡Vete a gritar/llorar a otra parte!
·
Que mal carácter, nadie va a querer estar
contigo.
·
Ya estás armando un drama.
·
No luchas lo suficiente.
·
No eres responsable.
·
Tu cuarto es un desastre.
·
Pareces un adefesio (aunque ese dia lleves tu
mejor ropa).
·
Eres muy torpe.
·
Siempre te equivocas.
·
Nunca te concentras.
·
Lárgate.
·
Cállate.
·
Cálmate.
·
Ya pasó no es para tanto.
·
No me molestes.
·
No me amargues.
·
Estás exagerando.
·
Es una tontería por lo que lloras.
·
Pudiste haberlo hecho mejor
·
Solo das problemas
·
Es por tu culpa
Cada
uno de estos ejemplos sirven para “borrar” o reprimir tus verdaderos
sentimientos.
Tu
madre nunca te ha halagado, no te ha validado. Y ahora tú no sabes hacerlo.
c)
Gaslighting, la asfixia emocional
Es uno
de los abusos emocionales más destructivos. Lo usan nuestras madres tóxicas para
hacerte creer que estás mal de la cabeza.
La
madre tóxica te presenta información falsa para que dudes de ti, e incluso de
tu cordura. Tu madre te convence de que tu manera de ver la vida no es cierta.
Así que si alguna vez has pensado estar loca, no, no lo estás. Ha sido tu
madre la que te lo ha hecho creer.
Gaslighting
es una forma de abuso psicológico que consiste en presentar información
falsa para hacer dudar a la víctima de su memoria, percepción o de su cordura.
El
término comenzó a utilizarse clínicamente después de las película, Luz de Gas,
o Gaslighting de 1944, donde una mujer cree estar volviéndose loca tras las
manipulaciones de su marido.
El
proceso de hacer luz de gas es un proceso psicológico con fases claramente
identificadas, que sirve para manipular y desestabilizar a la víctima.
Fases del proceso de
hacer luz de gas:
A. Manipulación de
la realidad: Para ello se introducen circunstancias anómalas como
puede ser hacer desaparecer objetos, producir ruidos que el manipulador dice no
escuchar, negar que se haya sostenido una conversación... La víctima comienza a
dudar de su propio juicio, hasta el punto de fiarse más del juicio del
abusador/a.
B. Invalidar la
percepción de la víctima: La persona abusadora aísla la víctima.
Trata de convencerla de que sus sentidos la engañan, para ello se niega
cualquier hecho que haya observado, se le convence de que ha dicho lo que no ha
dicho, se le hace creer que sus amigos son sus enemigos y que actúan con mala
fe. Se le acusa de errores no cometidos, etc. La víctima termina
creyendo que su opinión no es válida, lo que hace que se auto aísle por
miedo y falta de confianza.
C. Aislar a la
víctima: La persona abusadora limita la vida social de la víctima.
Cuanto más limitadas estén sus relaciones menos posibilidades existen de que se
interrumpa el proceso, es por ello que se la hace desconfiar de todo y de todos
garantizando así que no airee información de lo que está ocurriendo. El círculo
se va cerrando y llega un momento en que la víctima queda limitada a un espacio
cada vez más reducido que percibe como seguro.
Normalmente
la víctima termina relacionándose solo con la abusadora, ya que percibe que es
la única persona que quiere el bien para ella.
Esta
etapa es comparable al Síndrome de Estocolmo. En los dos abusos la víctima
cree que su agresora es la única que puede salvarla, siendo el control sobre
la víctima total.
D. Hacer dudar a
la víctima acerca de su cordura: Una vez que la víctima está
suficientemente debilitada, que duda de sus conductas y pensamientos, que cree
en lo que le dice la otra persona más que en sus percepciones, es cuando la
acosadora introduce la idea de que su cordura es cuestionable.
En
este punto la acosadora aprovecha cualquier arrebato o crisis de la víctima para
demostrarle lo enferma que está, por tanto, debe dejar cualquier tipo de actividad
social, si es que aún conservaba alguna, para depender exclusivamente de las decisiones
de la acosadora.
A
partir de este momento la víctima se ha puesto totalmente en manos de su verdugo,
en quien confía plenamente, aunque le produzca un daño irreparable.
Existe
el convencimiento de que se está atravesando un trastorno mental y por ello
debe delegar cualquier tipo de decisión en la otra persona, existe una confianza
ciega en la acosadora y se establece una relación de dependencia patológica
difícil de romper.
Es en
este momento cuando la patología que no existía, (tú no veías cosas que no
eran) comienza a instaurarse en el organismo de la víctima.(empiezas a ver
cosas que no son). En este estado de confusión la ansiedad, la depresión, las
crisis de nervios, los arrebatos emocionales y los trastornos obsesivos son síntomas
que aparecen en ti de manera cada vez más frecuente.
Al
final los síntomas que ha creado tu madre a través de la manipulación y una
gran inyección de estrés, y que anteriormente no tenías, terminan siendo ciertos
incapacitando a la víctima (a ti) para tomar cualquier tipo de decisión.
En
este estado has perdido cualquier tipo de credibilidad, tu cordura está en entredicho
y tus familiares y amigos, que desconocen las maniobras de la acosadora, tu
madre, aceptan que tienes algún tipo de trastorno mental y, por tanto, queda
anulada tu autonomía.
Resumiendo.
Tu madre te hace creer que lo que ves no es cierto, incluso te hace ver
cosas que no son, todo para aturdirte y que dudes de ti, de tu cordura. Te
aisla presentando a tus amigos como enemigos. Te muestra una realidad que no
es. Y terminas confiando solo en ella. Una vez que estás realmente confundida,
te sientes perdida, deprimida por creerte “loca” y te enfadas contigo misma. Es
el momento en el que sacas tu ira, tu frustración y tu madre te confirma que
estás mal de la cabeza.
Entonces,
es cuando crees la versión de tu madre sobre tu estado mental.
Es el
momento de gozo de tu madre abusadora, ya que disfruta del placer que le da el
pleno control sobre ti, su propia hija.
Una vez
tu madre ha construído las fantasías de tu inestabilidad emocional (recuerda no
es cierto, pero te lo hace creer), se lo contará a todo el mundo, mostrándose
preocupada por ti y presentándose como una víctima. Te quiere y no sabe qué
hacer para ayudarte, es una madre sufridora porque aguanta tus ataques de
locura.
No te
culpes por haber caído en sus manipulaciones. No es muy difícil hace dudar a
una criatura insegura y falta de amor.
La
parte más dura de crecer siendo gaseada es que lentamente va minando tu mente.
Aprendes a vivir en estado de plena hipervigilancia analizando todo lo que
dices y haces o lo que los demás dicen y hacen. Creces no fiándote de ti, pero
tan poco de los demás. Con ello el control de tu madre sobre tu mente es absoluto.
La madre abusiva ha
hecho que te cuestiones:
·
¿Ha ocurrido en realidad?
·
¿Qué ha hecho realmente mi madre?
·
¿Qué ha dicho mi madre?
·
¿Le he oído bien?
·
¿No he entendido algo?
·
¿No estaba atenta cuando me lo dijo?
·
¿Por qué confundo todo siempre?
Algunos ejemplos:
·
Normalmente no te prohiben ver a alguien , si
no que dicen eso de “a mi me parece que Menganita es así y así. No se si es lo mejor
para ti”.“Yo que tú me andaría con cuidado con Mengana.”, y te dice alguna
barbaridad sobre ella. ‘Se de buena tinta que Fulano es blabla, ten cuidado. Ya
sabes que a mí[MJSD1] me da igual, solo quiero lo mejor para
ti”. “Que necesidad tienes de irte por ahí. Si te hemos comprado una TV nueva
... para que estes bien y no te falte de nada”. “No, te parecerá a ti, yo nunca
he dicho eso”.
·
Cambia cosas tuyas de sitio y te dice que ella
no ha sido. Entonces te dice que tienes mala memoria.
·
Cuando recibes un regalo muy querido de alguien
ajeno (que puede amenazar el control de tu madre sobre ti), y no sabes como,
pero desaparece. Por supuesto ella no sabe nada.
·
Cuando se te cae un plato, y tu madre te dice
porqué haces eso, solo quieres que me enfade.
·
De pequeña ibas saltando con la cuerda mientras
caminabas al lado de tu madre. Puedes parar de hacer eso, quieres que me caiga.
No puedes caminar normal como otros niños.
·
Tu madre te dice si haces los deberes y limpias
tu cuarto te llevo a comer un helado. Después de hacer lo que ella te ha dicho
y más, le pides el helado y ella te dice que nunca te había dicho nada, no te
lo inventes.
·
Tu madre se reía de tus comportamientos, te
ridiculizaba cómo caminabas, o tu pelo...
·
Era inflexible contigo. Tenías que hacer las
cosas exactamente como ella quería, sin lugar al más mínimo error. Cualquier
fallo era castigado y te acusaba de incompetente.
·
Siempre te ha dicho que te conoce mejor que tú.
·
Hacía un comentario negativo sobre ti, se lo
recordabas cuando estabas delante de otras personas, y lo negaba poniéndose a
la defensiva e incluso agresiva, acusándote a ti de querer simplemente dejarla
mal delante de los demás.
·
Cuando eres pequeña es imposible darte cuenta
de que tu madre te gasea, ya que tomas los comportamientos como normales, y
creces pensando que la inestable eres tú.
Porque
el gaslighting trata de ejercer control sobre la víctima, algunas madres
suben el “volumen” de sus tortura cuando las hijas les responden o cuestionan
cómo les tratan. Así que muchas hijas cuestionan su propia visión de los
hechos, y empiezan a creer en sus percepciones. Creen que verdaderamente están
mal.
d)
No respeta tus límites personales
Los
límites personales son reglas o límites que una persona crea para identificar
por sí misma cuáles son las formas razonables, seguras permisibles para que otras
personas se comporten a su alrededor y cómo él o ella responderá cuando
alguien cruce esos límites. Están construidos a partir de una mezcla de
creencias, opiniones, actitudes, experiencias pasadas y aprendizaje social.
Los
límites personales te definen como individuo, delineando tus gustos y aversiones,
y estableciendo las distancias a las que permites que se acerquen los demás.
Incluyen límites físicos, mentales, psicológicos y espirituales, que incluyen
creencias, emociones, intuiciones y autoestima.
Los
límites personales son saludables y necesarios en la vida de una persona.
Como
hija de una madre tóxica has sido criada para no tener límites. Nada de lo
que poseas es tuyo, ni siquiera tu cuerpo, ciertamente no tus pensamientos
y creencias. No eres una persona individual, separada de tu madre, eres
una extensión de ella. Desafortunadamente, eso no cambia cuando eres mayor
y sigue así aunque tengas 60 años.
Tu
madre no respeta tus límites físicos, emocionales ni psicológicos. Ella
lee tus cartas, emails, o te hace preguntas excesivamente personales. Sientes
que no tienes intimidad, hurga en tus armarios, correo.... Dispone de tu
tiempo sin consultarte si te viene bien.
Uno de
los problemas que tienes como hija de una madre toxica es que nunca se te ha
permitido establecer tus propios límites. Tu madre lo ha hecho por ti.
El
problema de crecer de esta manera es que cuando llegas a la edad adulta, no
cambias: no sabes cómo establecer y hacer cumplir los límites. Así cualquiera
puede venir y establecerlos por ti: un jefe, una pareja, incluso hasta
tus propios hijos.
Diferentes tipos de
límites que puede quebrantar:
·
Límites Físicos. La madre tóxica viola tu
espacio físico. Ella cree que tiene derechos sobre tí, por eso entra
mientras estás en el baño sin preguntar, o se mete en una conversación tuya
privada sin que nadie le invite. Si te mudas, tendrá derecho para entrar en tu
casa cuando y como quiera.
·
Límites Mentales. Tu madre invade tus
pensamientos, opiniones y creencias. Las madres tóxicas no
pueden tolerar el desacuerdo. Así que cada vez que has intentado expresar tus
propios pensamientos, ella te ha reprendido, ... o peor ha actuado con ira, te
ha dejado aislada, o ignorado.
Como resultado has aprendido a vivir sin
expresar tu propia realidad. O si has sido la rebelde, el Chivo Expiatorio
que siempre ha seguido dando sus opiniones a pesar de saber que ibas a ser
reprendida, entonces te han tachado siempre como la mala. La causa de la
disfuncionalidad y los problemas de la familia.
Los límites mentales que te ha impuesto tu
madre son la razón por la que necesites constante aprobación de los que crees
más fuertes que tú. Dudas de tus pensamientos y opiniones. Necesitas que
terceros te los validen.
·
Límites Emocionales. La madre tóxica limita
tu capacidad de tener y controlar tus propios sentimientos. Ella solo está
motivada por sus deseos y las personas a su alrededor están allí con el único
propósito de satisfacerlos. La madre narcisista intenta minimizar los
sentimientos del niño si están en conflicto directo con sus propias
necesidades. Al niño se le dirá que “realmente no siente eso” o que “lo superará”
o “deje de ser un bebé”. Cualquier cosa que haga que el niño deje de ser tan
“dependiente” y requiera que ella ponga a sus hijos ante sus propias
necesidades.
Esto hace que hayas crecido sintiendo que
eres insignificante (tu madre ha ignorado tus sentimientos), y muy dolida
al saber que tu madre nunca se ha preocupado por tu verdadero ser. Y lo
peor, has creído que los sentimientos de tu madre están antes que los tuyos
propios.
e) Practica la
triangulación. La triangulación, es un método de
manipulación sádico utilizado por una persona narcisista para manipular a dos
personas a la vez creando un triángulo con ella en medio. La triangulación
en el seno de una familia disfuncional, con una madre tóxica consiste
básicamente en que la madre enfrente a los hermanos entre sí. Ésta alimenta
la envidia, el enfado y el menosprecio, emociones altamente corrosivas,
para enfrentar a los hermanos. Divide y vencerás, es algo que está vampiro
emocional tiene muy claro.
La madre tóxica se encarga de crear celos entre
los hermanos, a través del trato injusto a uno de ellos (el chivo expiatorio,
el hijo odiado u oveja negra de la familia) y de premiar arbitrariamente al
otro, (el hijo dorado, el favorito y consentido). La madre tóxica también
triangula a través de comparaciones injustas creadas con toda la intención de
desunir a los hermanos.
Este juego de la triangulación, da a la madre
mucho poder. Al aislar a sus hijos ella es la que controla la información y
lógicamente cuenta a cada uno las cosas como a ella le interesan para perpetuar
la situación de ruptura de la familia y su poder sobre ella.
Con el juego mental de la triangulación, la
madre tóxica disfruta, ya que la sensación de poder al controlar a diferentes
personas le confirma su grandiosidad. El poder alimenta su autoestima.
Aunque el hecho de que uno de los hijos sea
elegido como dorado o favorito, ocurre casi siempre de manera arbitraria, creo
que el sexo es importante. Así una madre narcisista que tiene dos hijos, una
niña y un niño, casi siempre tomará a la niña como chivo expiatorio o hija
odiada (probablemente este es el papel que te ha tocado), porque la ve como una
extensión de sí misma. No le perdonará el hecho de que la niña desee
diferenciarse de ella y durante la adolescencia, esta hija será vista como una
rival competidora.
El niño, no representa competencia alguna para
ella, por eso será el receptor de todo su apoyo incondicional (el hijo dorado).
Esto no significa que no haya varones que sean
chivos expiatorios, porque también los hay y sufren las mismas torturas y
secuelas que las chicas.
En ambos casos, tanto El Niño Dorado como El
Chivo Expiatorio son casos de niños que sufren el abuso narcisista. Los dos
sufren el abuso de distintas maneras (uno la aprobación, el miedo y el control
y el otro la desaprobación, la culpa, la humillación y el rechazo). En ambos
casos, los hijos de una madre narcisista viven en un ambiente tóxico y
destructivo.
Ser el hijo dorado no es una ventaja ni una
bendición. Es el hijo que probablemente nunca podrá escapar de la familia
tóxica, con todo lo que eso implica. Al crecer dentro de una burbuja, donde
todo le ha sido permitido, difícilmente encontrará un lugar en el mundo real.
Se convertirá en su clon, un ser totalmente tóxico, o en alguien totalmente
sumiso que no discutirá las órdenes maternas. Será visto como bueno, pero no
tendrá voluntad propia.
¿Y qué pasa en el caso de una hija única? Aquí
la madre no puede utilizar la triangulación para poner a un hermano contra el
otro. En estos casos, la madre absorbe aún más a la hija o hijo único, lo
asfixia más. Ya que es el único al que puede maltratar para sacar su ira y obtener
su suplemento narcisista
f)
Mina tus logros
La
madre tóxica no admitirá tus logros excepto si ella puede ponerse las medallas.
Tu madre tóxica nunca dejará que tu seas la que aparezca como la que
hace algo bien. Se lo atribuirá ella. Si la comida del domingo te ha
salido bien, no es por tus propios méritos, sino porque has utilizado su
receta. Si sacas buenas notas, se lo contará a todo el mundo porque le
hace parecer buena madre. Si no puede llevarse el crédito de tus logros, los
ignorará o los despreciará.
Si tu
vas a protagonizar un evento, ella o no irá, llegará tarde o actuará como si no
fuera algo tan importante. O comentará que Fulanita lo hizo mejor. O tratará de
tener una discusión contigo antes para que vayas sintiéndote mal.
De una
manera o de otra la madre tóxica trata de hacerte ver que no vales. Te
desvalora, lo cual tiene consecuencias devastadoras: creces pensando
que no vales para nada.
Crecer
creyendo que lo que tu consideras logros no lo son, que lo que tú haces nunca
está a la altura, deja una huella imborrable en nuestra personalidad. No
creemos en nosotras mismas. Necesitamos aprobación de los demás.
Por
eso nos volvemos demasiado exigentes con nosotras mismas, nos autoexigimos
para llegar a esa perfección, que parece que nunca llega a ojos de nuestra
progenitora. Nos desgarramos porque nunca conseguimos hacer nada bien, y no
podemos caminar solas por la vida, porque siempre buscamos la aprobación de un
tercero. No confiamos en nosotras mismas, porque nuestra madre nos enseñó con
sus descalificaciones y manipulaciones, a no confiar de nuestro raciocinio.
Esto es una de las razones por las que tendemos a buscar parejas que nos
ratifiquen, o a ser poco sociales.
g)
Utiliza un padre permisivo
Una
madre narcisista no puede actuar sola. Necesita un padre permisivo. Ese que
termina haciéndose sumiso a ella o la adora.
Dentro
de una familia distorsionada con una madre tóxica, siempre hay un padre
permisivo. Ese padre que de manera activa o pasiva permite que la madre
perpetúe sus actos terroristas emocionales.
Así
que, como hija de madre toxica, te sientes huérfana. No solo has carecido de
una madre afectuosa, además tu padre es como si no hubiera estado presente.
Vives el dolor de la ausencia de amor de tus padres.
Muchas
veces, como agarrándote a una liana de salvación, idealizas a tu padre, siendo
lo único que te puede mantener a flote. Al fin y al cabo él no es el que te
maltrata.
Como
he dicho el padre de nuestras familias disfuncionales, puede permitir el abuso
materno de forma pasiva o activa.
Tipos de padres
permisivos
h) El ciego: No es
consciente de lo que ocurre en casa mientras él no está. Es manipulado por la
madre tóxica que lo mantiene engañado. El juego de la madre con el padre ciego
es el de hacerle creer que la “hija mala” o chivo expiatorio, es horrible y
necesita corrección. Mira lo que ha hecho tu hija, qué mal carácter tiene, no
me respeta...
i) El padre “avestruz”:
esconde la cabeza y mira para otro sitio ante los abusos de la madre. Puede que
tenga miedo, se sienta incapaz de hacer nada o simplemente sea un cobarde. Al
pensar que no puede hacer nada y se absuelve a sí mismo de su “colaboración
pasiva” con la esposa tóxica. No tienen mayor criterio más que el de su mujer.
Es lo que conocemos como el hombre calzonazos, va siempre como un perrito
faldero con su mujer sin opinión propia.
j) El colaborador: es
el padre que activamente participa en el abuso. Puede ser un narcisista él también
o ser totalmente dependiente y estar completamente controlado por su mujer.
Con
cualquier tipo de padre permisivo que sea el tuyo, tu madre tóxica disfruta
viendo como le ayuda con tu destrucción e invalidación. Al fin y al cabo el
padre hace el trabajo sucio por ella.
h) Proyección
La
proyección es una herramienta disfuncional que la madre tóxica utiliza para
soportar sus propias deficiencias y limitaciones. Proyecta en tí lo que es, o
lo que envidia de ti. Así, cuando una madre tóxica te acusa de mentirosa, de
inestable, egoísta, mala persona... es porque ella lo es.
La
proyección es un mecanismo de defensa por el que la persona atribuye a otras
personas sus defectos, pensamientos, e incluso sus carencias. Estos le resultan
inaceptables para sí misma. Es un mecanismo que se pone en marcha en situaciones
de conflicto emocional o cuando la persona que lo practica, en este caso tu
madre, se siente amenazada.
Se puede dividir en:
·
Proyección neurótica, se trata de percibir a los
demás de formas que nosotros inconscientemente consideramos criticables de nosotros
mismos.
·
Proyección complementaria, que consiste en
asumir que los otros hacen, piensan y se sienten de la misma manera que nosotros.
También lo es la asunción de que las otras personas pueden hacer las cosas
igual que nosotros.
Las
madres narcisistas, cuando critican son un fiel reflejo de sí mismas, pero lo
peor es que realmente creen en sus versiones fabricadas de las cosas. Las
acusaciones de tu carácter y de lo que “haces” son en realidad lo que ella
siente internamente sobre sí misma. Sus proyecciones no son tus defectos sino
los suyos. Todo lo que te acusa tu madre es lo que ella es realmente. Te acusa
de ser lo que ella es.
Tu
madre en lugar de aceptar que tiene un problema de autoestima, te castiga a ti,
reprochándote sus propios defectos. Te dispara su rabia con afilados dardos, y
proyecta sus emociones negativas en tu persona porque de ese modo consigue lo siguiente:
·
Ignorar su problema y atribuirlo a ti.
·
Liberarse de esa carga
interna y dejarla en el exterior.
Generando
culpa en ti, consigue una posición de poder. “Yo NO tengo el problema”, lo
tienes TÚ (el mundo es quien debe moverse a su alrededor).
Al
interpretar que eres tú la que tiene el verdadero problema, logra distorsionar
de tal modo su realidad que llega a creerla. Tu madre se cree su fantasía,
negando así sus verdaderas carencias.
Comentarios
como, eres mala, estúpida, egoísta, no eres lo suficientemente buena, etc. son
fácilmente absorbidos por los niños como verdad. De pequeña no tienes tu ser
establecido y absorbes estas críticas como la verdad. Esa verdad, que en
realidad es absolutamente falsa, es lo que te atormenta. Has crecido creyendo
lo que tu madre te ha dicho sobre ti . Pero esa no eres tú.
Todos
esos defectos, no son tuyos sino de ella.
i)
Deflexión
La
deflexión es el arte de distraer psicológica y emocionalmente a una persona
para cambiar de tema, y enfocar la conversación hacia otro lugar. Tu madre
es la reina de la deflexión, la practica tan bien, que cuando estás manteniendo
una conversación con ella, probablemente termines en el mejor de los casos
rascándote la cabeza porque no sabes de qué está hablando. Es un método de
control conversacional, claro, simple y muy eficaz.
Las
madres con trastorno narcisista de la personalidad, son artistas de la deflexión.
Es una de sus tácticas para confundir tu mente y que dudes de ti. Cuando
tu madre elige desviar una pregunta o se esfuerza por sacar una conversación
irrelevante, o se pone a hacer algo que no viene a cuento, te causa sensación
de confusión, angustia y frustración ya que te quita el control de la
conversación.
Cualquier
forma de distracción para que no enfoques tu atención en los comportamientos
erráticos de tu madre es una forma de deflexión y ten por seguro que utilizará
todas sus armas, para lograrlo y convencerte de que ¡la que está mal eres tú!
Al
final la elocuencia de tu madre te confunde, porque te hace dudar, y una vez
más piensas que la que tienes un problema eres tú.
Desviar
un argumento al rehusar involucrarse con el tema en cuestión es un viejo truco
que las personas con trastornos del Grupo B usan en otros. Un ejemplo puede ser
cuando quieres irte a estudiar y tu madre te dice “cómete la verdura, porque
los niños se mueren de hambre en África. A tu padre le encantan, y tu primo ha
sacado muy buenas calificaciones, no como tú que nunca haces nada”.
La
madre hace comentarios absurdos e irracionales, que no vienen a cuento. Con
ello te muestra que no tiene ningún tipo de respeto emocional hacia tu persona.
Otro claro
ejemplo de deflexión puede ser cuando en un día importante para ti, puede ser
hasta tu boda, tu madre se inventa en el último momento cosas para estar lista
tarde (me he encontrado mal, en la peluquería no terminaban conmigo, había
mucho tráfico... cualquier excusa es válida para justificar la tardanza, y
restarte protagonismo). Sabe que esto te molestará y ella disfruta provocando
conflictos contigo.
Es
increíble la astucia con la te convencen para crear en ti confusión.
j)
Intimidación
Te
genera miedo. Es un acto que intenta generar miedo en otra persona para que
ésta haga lo que uno desea. Normalmente la persona que recurre a estas tácticas
no suele emplear la agresividad y la violencia, al menos no de forma evidente
porque su principal objetivo es manipular a su víctima sin que su imagen se vea
dañada.
Es
fácil percatarse de lo que pretende la persona abusadora, porque su discurso
está plagado de amenazas indirectas, que quedan implícitas en sus palabras. De
esta forma, le deja claro a su víctima cuáles serían las consecuencias de sus
acciones y, de paso, puntualiza que la responsabilidad es únicamente suya. Por
ejemplo, puede decir: “tú sabrás, pero ya te he dicho que no lo harás bien”,
“si no haces esto, no te compraré el pantalón”.
El
miedo es una muy poderosa arma para las madres tóxicas. Tu madre te enseña a
que le tengas miedo, incluso cuando ella no está. Te hace vivir con miedo,
pendiente de cuándo será su próximo ataque de ira, de qué será lo siguiente que
harás mal.
Lo que
más teme una madre tóxica, es que le descubran su verdad, le vean su verdadera
cara. Por eso cuando se siente amenazada reacciona con ira y entre otras
tácticas abusivas utiliza la de someterte al miedo. Además, el verte, asustada
y temerosa le hace sentirse poderosa.
Causar
miedo deliberadamente a un niño es abusivo y destructivo, porque le hace crecer
con miedo a todo. El miedo crea adultos inseguros. Por eso como víctima del
abuso narcisista de tu madre, la misma vida te da miedo. Y el miedo es
limitante. Seguro que hay muchas cosas que no has hecho en tu vida debido al
miedo que te acompaña como consecuencia de los abusos vividos.
Las
palabras son mucho más hirientes que un golpe. Manipular el cerebro de un niño
es la peor tortura que una madre puede cometer.
El
amor nunca, NUNCA debe ser condicional. Una madre no debe de querer más porque
tu te vistas de una determinada forma, o hagas lo que ella te diga. El amor de
una madre debe de estar por encima de todas esas condiciones.
A tus
hijos los quieres sin importar cómo son y qué hacen, o cómo visten. A los hijos
solo hay que ayudarles a crecer para que desarrollen su personalidad y puedan
volar. Si tu madre ha limitado tu crecimiento emocional, no importa cómo,
siento decirte que te ha maltratado.
K) Culpabilizar
Culpabilizar
a una persona es una forma de abuso psicológico. Algunos psicólogos lo definen
como manipulación emocional.
Las personas
que culpabilizan saben cómo hacerte sentir mal. Utilizan la culpabilidad para
manipularte para que hagas lo que desean.
La
culpa puede transmitirse con palabras, tono de la voz, o incluso una mirada. A
los culpabilizadores les gusta jugar sucio. Para salirse con la suya, explotan
tu deseo de complacerlos o que seas una buena persona.
Si tu
madre está tratando de hacerte sentir culpable, parte de su comportamiento
puede estar motivado por sus propios sentimientos de culpa no reconocidos ni
resueltos. La culpa no es un sentimiento agradable. Tratamos de evitarla;
cuando no lo conseguimos, tratamos de deshacernos de ella, a veces culpando a
los demás a través de la acción psicológica llamada “proyección”. (atribuir los
pensamientos, deficiencias y limitaciones a otros).
Si una
sensación es demasiado dolorosa, tratamos de pasarla a otra persona.
Cuando
una madre le dice a su hijo: “Después de todo lo que he hecho yo por ti me lo
pagas así...” está lanzando un dardo contra el sentimiento de culpa de su hijo,
esperando que de esa manera, haga lo que ella desea.
Como
hija de una madre tóxica, estás familiarizada con ese horrible sentimiento de
culpa. No solo conoces el sentimiento de culpa por tu comportamiento, sino la
culpa por solo pensar en hacer algo que a tu madre no le gusta.
El
problema es que el sentimiento de culpa continúa mucho después de que la acción
haya terminado, incluso aunque hayas corregido tus “errores”. Y lo peor... aún
cuando te separas de tu madre, todavía la culpa habita en ti. No consigues
echarla de tu organismo. Vives siendo culpable de todo.
La
culpa es parte de tu conciencia. Su propósito es mantenerte de unos límites. Si
estás contemplando hacer algo mal, tu conciencia te enviará una pequeña punzada
de culpabilidad para que pruebes lo que obtendrás si sigues adelante y lo
haces.
Si
continúas y lo haces de todos modos, tu conciencia te envía más culpa para castigarte
y para motivarte a arreglar lo que sea que hayas dañado con tu acto.
En una
persona con una psique saludable, alguien que creció en un ambiente emocionalmente
sano, esto funciona muy bien. Es parte de nuestra internalización de la
moralidad, y ocurre gradualmente a medida que maduramos.
Desafortunadamente
para las hijas de una madre tóxica, podemos internalizar la moralidad, pero,
debido a que aprendemos esa moralidad de una madre narcisista, puede ser
sorprendentemente diferente de la moralidad que aprendieron otros que tenían
modelos más normales y emocionalmente equilibrados.
Una
madre normal facilitará la individuación de sus hijos, alentándolos a tomar sus
propias decisiones, para que puedan convertirse en adultos. La madre tóxica,
quiere mantener a sus hijos atados al nido con miedo, obligación y culpa.
La
culpa con la que te ha hecho crecer tu madre, ha hecho que te sientas estúpida
por no poder descubrir qué es lo que has hecho mal para poder arreglarlo, para
que ella te pudiera amar. Tanto, que incluso ahora que ves claro
cuáles han sido los comportamientos de tu madre, todavía te preguntas qué has
hecho mal, para que ella te trate diferente.
Tu
aparente incapacidad para cumplir con las expectativas no expresadas de tu
madre, te hace sentir culpable por no alcanzar el listón que te ha puesto. Porque
no importa lo bien que lo hagas, ella siempre lo sube para que no lo alcances.
Esta
culpabilidad que sientes, es culpabilidad tóxica: es la culpa que no proviene
del verdadero mal hacer, proviene de la manipulación de tu conciencia.
No estás cometiendo ningún error en absoluto, pero lo crees. La culpa,
es una herramienta, implantada en tu psique al principio de tu vida, para
darle a tu tóxica una forma de controlarte.
Esas
frases “con lo que he hecho por ti”, “con lo que me he sacrificado por ti”, “me
quedé noches sin dormir por ti”, “perdí la salud por ti”, .... Te atormentan en
tu mente, te culpabilizan a cada momento.
Parece
que el hecho de haber nacido hace que estés en deuda con tu madre por el resto
de tus días. Llegarás a creer que le debes tu lealtad, que tu papel en la vida
es sacrificarte por ella, cuidarla incluso a costa de tu propia vida y de otras
relaciones.
La
culpabilidad es una herramienta idónea para que tu madre siga obteniendo el
Suplemento narcisista que necesita de ti. Con el sentimiento de culpa en ti, eres
muy vulnerable a sus manipulaciones. Ella sabe como hacerte sentir culpable, y
que la culpa junto con tu miedo e inseguridad te paraliza.
k)
Síndrome de Munchausen por poderes
En
realidad, no es una técnica de abuso, si no un trastorno que puede tener tu madre
toxica. Este trastorno consiste en enfermar a los hijos, lo cual es una
manera de maltrato.
El
Síndrome de Munchausen por poderes es un trastorno en el que una persona,
generalmente el cuidador o la madre del niño, deliberadamente causa lesión,
enfermedad o trastorno a otra persona, generalmente el hijo. Es un trastorno
psiquiátrico registrado en el DSM-V como Trastorno facticio, o artificial
Es una
forma de maltrato infantil en la que uno de los padres provoca en el niño
síntomas reales o aparentes de una enfermedad.
Hay
casos en los que las madres con trastorno de la personalidad narcisista, enferman
a sus hijos para mantenerlos bajo su poder y así obtener su suplemento
narcisista. Enfermando a sus hijos gratifican sus necesidades psicológicas de
atención y dependencia.
La
madre que enferma a sus hijos en apariencia es muy preocupada y abnegada,
por lo que normalmente no existen sospechas de maltrato por parte de médicos u
otros familiares. Los niños que sufren esta forma de abuso suelen ser
hospitalizados por presentar grupos de síntomas que no encajan mucho en ninguna
enfermedad conocida. O son llevados a menudo al médico por una enfermedad
supuesta que la madre insiste que tienen.
Los síntomas
del niño suelen mejorar en el hospital (ya que la enfermedad no existe) y
siempre empeoran en casa, cuando los médicos no están presentes.
El
Síndrome de Munchausen, fingir y provocar que tu hijo está enfermo, es una
forma de maltrato infantil elaborada y perversa, que puede ser potencialmente
mortal para el niño implicado, al margen de los posibles traumas psicológicos
que le puede provocar.
Características de
las madres que enferman a sus hijos
·
Gran destreza para manipular al personal
(médicos, enfermeras, trabajadoras sociales).
·
Sobreprotectoras con el hijo.
·
Relación simbiótica con el hijo (vive a través
de él)
·
Con trastornos disociativos atípicos.
·
Depresivas, ansiosas.
·
Con gran capacidad de invención.
·
Agresividad.
·
Con trastorno límite de la personalidad.
El DSM-IV (Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) propone los siguientes
criterios de investigación para el trastorno ficticio por poderes:
·
Producción o simulación intencionada de signos
o síntomas físicos o psicológicos en otra persona que se encuentra bajo el cuidado
del perpetrador.
·
La motivación que define al perpetrador es el
deseo de asumir el papel de paciente a través de otra persona.
·
No existen incentivos externos que justifiquen
este comportamiento (por ejemplo, una compensación económica).
·
El comportamiento no se explica mejor por la
presencia de otro trastorno mental.
El
pediatra Roy Meadow, a principios del siglo 20, quien acuñó el término Síndrome
de Munchausen después de estudiar a numerosos niños en el hospital, llegó a la
conclusión de que quien genera un trastorno ficticio por poderes no responde
a un cuadro psicótico ni alucina mientras enferma a sus hijos.
“Los
padres y sobre todo la madre, inventan, falsifican o producen de manera
voluntaria síntomas al niño, con la finalidad de gratificar las necesidades
psicológicas de atención y dependencia de ellos mismos”.
Los
síntomas son provocados por el adulto con intencionalidad, voluntariedad y
la ausencia de un beneficio consciente y la falta de control sobre su conducta
(sus actos son compulsivos, sus manipulaciones son conscientes, no así sus
motivaciones).
Esta
intencionalidad y voluntariedad son las características con las que las madres
con trastorno narcisista torturan a sus hijas. Abusan con premeditación y
alevosía.
A
todas luces se trata de una modalidad de maltrato que te “elimina” como persona.
Crecer encerrada por estar siempre enferma te distancia de la sociedad, además
de crearte por supuesto otros trastornos e impedir tu desarrollo integral.
Si de
pequeña estabas enferma más de lo que crees deberías haber estado, y con ello
te quedabas en casa aislada, lo más probable es que tu madre tuviera el
Síndrome de Munchausen.
l)
Ley del hielo o Tratamiento de silencio
Se le llama
ley del hielo a ese conjunto de comportamientos que tienen por objetivo
ignorar al otro. Es una forma de abuso psicológico encubierta. Un
intento por controlar y vejar a los demás. Constituye un comportamiento nocivo
y tóxico que puede causar diversos y graves efectos en el otro.
“El
peor pecado hacia nuestros semejantes no es odiarlos, sino tratarlos con indiferencia;
esto es la esencia de la humanidad”. -William Shakespeare.
Cuando
tu madre tóxica, decide ignorarte, se te rompe el alma. Con el silencio o
ignorándote, tu madre pretende anularte y herirte:
·
El silencio es una forma de mostrar poder y herirte con la
que pretende provocar que admitas que cometiste una ofensa y te disculpes.
Pero, como no sabes cuál es la ofensa, no puedes disculparte. Esto crea un
sentimiento de culpa inexplicable en ti.
·
El silencio manipula y castiga: El enojo expresado indirectamente
de manera pasivo-agresiva provoca una alta irritabilidad y una actitud
manipulativa que te confunde y enerva.
·
El silencio pretende controlar y es una forma de abuso: El
poder del silencio es muy grande y agresivo, ya que, genera culpa, duda en las
percepciones, defensividad y deseos de huir de la situación. Con él tu madre te
manda el mensaje de que no eres importante, valiosa o merecedora de
atención.
La Ley de Hielo, se considera una forma de
abuso en la que no hay gritos, ni golpes, pero sí mucha violencia.
El hecho de que tu madre te ignore puede
llegar a hacer que experimentes sentimientos negativos muy intensos de devaluación
e incomprensión al no saber interpretar el porqué de ese silencio. Es tu madre
quien te niega atención, eso es devastador para el crecimiento emocional de un
niño o un adolescente.
·
Causa estrés emocional y traumas: El hecho de ignorar a
alguien puede llegar a hacer que el otro experimente sentimientos negativos
muy intensos de devaluación e incomprensión al no saber interpretar el
porqué de ese silencio. Cuando eres niña no puedes comprender el porqué de este
comportamiento.
Te preguntas a cada momento qué has hecho para
merecer semejante castigo.
Habrá sido algo realmente malo, pero no lo
recuerdas. No lo haces porque tú no has hecho nada y te torturas tratando de
encontrar una respuesta.
m) Rechazo
La madre tóxica acostumbra a mostrar un
comportamiento de rechazo hacia la “hija mala” o chivo expiatorio. Le hace
saber en una variedad de formas, que no es querida.
Dejar
de lado el valor de un niño o menospreciar sus necesidades es una de las
formas que pueden tomar el rechazo emocional. Otros ejemplos de rechazo
pueden incluir decirle a un niño que se vaya o, lo que es peor, que salga de
su presencia, insultándole o diciéndole que no vale nada. Al niño que la madre
convierte en el chivo expiatorio de la familia, lo culpa de los problemas
familiares.
Otros ejemplos de
rechazo de una madre a sus hijos son:
·
Crítica constante.
·
Insultos.
·
Decirle al niño que es feo, o meterse con su
aspecto físico.
·
Gritar o maldecir al niño.
·
Desprecio frecuente y uso de etiquetas como
“estúpido” o “idiota”.
·
Chistes degradantes constantes.
·
Humillación verbal.
·
Burlas constantes sobre el tipo de cuerpo del
niño.
·
Rechazar abrazos y gestos cariñosos.
·
Excluir al niño de las actividades familiares.
·
Expresar arrepentimiento de que el niño no
nació del sexo opuesto.
·
Expulsar al niño de la familia.
n)
Explotación y violencia física
La explotación
puede considerarse manipulación o actividad forzada sin tener en cuenta
la necesidad de desarrollo del niño.
Por
ejemplo, pedir repetidamente a un niño de ocho años que sea responsable de la
cena de la familia es inapropiado para su edad ya que está por encima de lo que
se esperaría de un niño de esa edad y sería considerado explotación.
Dar a
un niño responsabilidades que son mucho mayores que las de un niño de esa edad
es explotación. Utilizar a un niño con fines de lucro es abusivo y también es
otro acto de explotación.
Aunque
la mayoría de las madres con trastorno narcisista de la personalidad son
bastante encubiertas, esto es “torturan” utilizando modos que los de fuera no
pueden ver, hay algunas que usan métodos más fácilmente detectables para las
personas ajenas a la familia.
Algunos de los actos
de explotación habituales son:
·
Un niño que se convierte en “cuidador” de su
madre.
·
Cuando se espera que un hijo se haga cargo de
los otros hermanos menores.
·
Culpar a un niño por la mala conducta de los
hermanos.
·
Dar responsabilidades irrazonables en la casa a
un niño.
·
Fomentar la participación en la pornografía.
·
Permitir que los hijos sean abusados
sexualmente por parejas o familiares.
Hay
madres que no pueden contener su ira y utilizan la agresividad física con sus
hijos. Cuando tu madre te pega para conseguir lo que ella quiere o simplemente
porque no puede manejar sus miserias, la parte buena es que es mucho más
fácil ver que te maltrata. Los golpes son fáciles d identificar como maltrato
ya que el maltrato físico está mucho más reconocido en la sociedad.
¿Ha
sido tu madre de las que te ha puesto la mano encima? ¿Te ha dolido más las
humillaciones que los golpes? Seguro que sí. El dolor físico se supera, o un
hueso roto se recompone, pero el alma rota es un trabajo más difícil.
o)
Perspecticidio, lavado de cerebro
Una de
las técnicas de manipulación más peligrosas consiste en cambiar la manera
que la víctima tiene de percibirse.
Evan
Stark, investigador y profesor en la Universidad Rutgers, fue el primero en
utilizar el término “perspecticidio” en 2007 en su libro “Control Coercitivo”.
La
palabra “perspecticidio” se ha utilizado para hacer referencia al lavado de cerebro
al que se sometían los prisioneros de guerra y su uso se está extendiendo en la
psicología para hacer referencia al lavado de cerebro de una persona abusadora
a su víctima.
El
objetivo del perspecticidio es lograr una pérdida total de identidad en la víctima.
La madre tóxica no quiere que pienses por ti misma, tratará como sea de borrar
tu identidad.
El
perspecticidio siempre implica una relación abusiva, de control y/o manipulación,
de manera que con el paso del tiempo la persona narcisista cambia la forma de
pensar y verse de su víctima.
Así tu
madre narcisista termina definiendo tu mundo. Define qué es el amor, cómo debe
de ser la relación contigo e incluso cómo debes de pensar o vestir.
Ejemplos de
perspicticidio más comunes son:
·
Decidir cómo la víctima debe invertir su
tiempo.
·
Control obsesivo sobre cada detalle cotidiano.
·
Cambio del autoconcepto. La persona narcisista
se asegura de “robarle” a la víctima el autoconcepto, colocando el suyo en su lugar.
De esta manera, la percepción de la víctima cambia, quien comienza a verse con
los ojos de la otra persona.
·
La persona con trastorno narcisista de la
personalidad decide sobre su víctima, cómo tiene que vestirse, qué trabajo ha
de tener o cómo tiene que comportarse.
p)
Empatía cognitiva
Existen
diferentes tipos de empatía:
·
Empatía emocional: se da cuando sientes el
mismo dolor de quienes te rodean aunque no estés experimentando el dolor (lloras
cuando a tu amiga se le ha muerto su perro)
·
Empatía compasiva: entiendes las dificultades
de una persona pero, como no las estás experimentando, puedes actuar y
ayudar a mejorar la situación.
·
Empatía cognitiva: percibes y comprendes las
emociones de otro. La empatía cognitiva implica tener un conocimiento más
completo y exacto sobre los contenidos de la mente de otra persona,
incluyendo cómo se siente la persona. La empatía cognitiva es más una
habilidad: y se puede entrenar y desarrollar. Es una habilidad bien
desarrollada en los vendedores habilidosos y muchos abogados que la utilizan
para conseguir lo que quieren. Y por supuesto es una habilidad que el
narcisista borda.
Según el neuropsicólogo Simon Baron Cohen,
que desarrolló un test para medir la empatía en los adultos, en su libro “Zero
Degrees of Empathy” explica:
“El
componente afectivo de la empatía se organiza en el sistema límbico, las zonas
cerebrales profundas implicadas en la regulación de las emociones. Mientras que
el componente cognitivo se estructura y regula en zonas de la corteza cerebral.
En la
mayor parte de los sujetos las diferentes formas de empatía caminan de la mano,
pero en el caso de psicópatas, y algunos tipos de trastorno límite de la personalidad
y de la personalidad narcisista, se presentan aisladas.
Baron
Cohen habla de la falta de empatía emocional en estos sujetos y su gran
capacidad de observación para lograr sus fines. Esta observación les capacita
para comprender exactamente lo que el otro siente (los narcisistas tienen
elevada empatía cognitiva) , pero se mantienen alejados emocionalmente de la
víctima que observan ( no tienen empatía afectiva o emocional). Por el
contrario, en otros trastornos neurológicos y psiquiátricos, el sujeto carece
de empatía cognitiva pero mantiene la afectiva. Es el caso de la esquizofrenia,
autismo, alcoholismo”.
No es
lo mismo sentir que comprender. No hace falta una capacidad emocional
para entender a la otra persona. Debemos diferenciar compasión
de empatía. La madre narcisista, carece de la
primera, pero utiliza la empatía cognitiva con maestría. Te observa para
conocer tus defectos, debilidades y fortalezas para luego jugar con tu mente.
A
través de la empatía cognitiva la madre tóxica, te observa, te conoce y planea
para obtener lo que quiere. Necesita entender tus sentimientos y pensamientos
para manipularte.
q)
Compartimentalización
Según
la wikipedia compartimentalización es “Un mecanismo de defensa psicológica
inconsciente utilizado para evitar la disonancia cognitiva, o la incomodidad
mental y la ansiedad causada por una persona que tiene valores, cogniciones,
emociones, creencias, etc. en conflicto entre sí. La compartimentalización permite
que estas ideas en conflicto coexistan, al inhibir el reconocimiento
directo o explícito y la interacción entre los estados del yo compartimentados
separados”.
En
resumen y aplicado a la madre narcisista, ésta cambia todo su enfoque a una
situación en cuestión y suprime los sentimientos que normalmente la acompañan
(un ejemplo popular es el de los soldados en el campo de batalla que hacen a un
lado cualquier culpa asociada con matar a personas cuando están en combate).
Según
la doctora Dr. Cécile Rozuel, de la Universidad Tecnológica de Auckland, en su
trabajo “The Moral Threat of Compartmentalization” dice: “La persona
compartimentada puede, conscientemente o no, despegarse de los valores morales,
las aspiraciones, los sentimientos y las emociones que se consideran
inapropiados e irrelevantes para un cierto contexto (por ejemplo, el lugar de
trabajo), creando así un vacío moral al desconectar la responsabilidad moral de
sí mismo. (es decir, quiénes son realmente) “.
La
madre tóxica es capaz de desconectar de sus valores morales, y no sentir remordimiento
por maltratarte y hacerte daño. (no es que no sepa que te lo hace, sino que es capaz
de guardar ese sentimiento en un compartimento para que no le duela y así
seguir haciéndolo).
La
compartimentalización es lo que permite a tu madre hacerte sufrir sin que le
importe.
r)
Juega con tus emociones
A la
persona narcisista abusadora le encanta mantener el control. Tu madre controla
tus finanzas, redes sociales, teléfono... cada faceta de tu vida. Sin embargo, el
mecanismo más poderoso que tiene para controlarte es jugar con tus emociones.
Es por
eso que la narcisista creará situaciones de conflicto para mantenerte encrespada.
Se enfada y luego te ronronea, para agotarte emocionalmente. Ya has visto
que utiliza su empatía cognitiva para conocerte bien, y sabe de qué hilo tirar
para desestabilizarte.
Por
eso ves a una persona que pasa de su falso Yo al verdadero continuamente,
para que nunca tengas una sensación de seguridad psicológica o certeza acerca
de quién es realmente tu madre. Cuanto más poder tenga sobre tus emociones,
menos probable será que confíes en tu propia realidad y en la verdad sobre el
abuso que estás soportando.
Todas
las técnicas que estás viendo sirven para controlarte emocionalmente.
Todos
los juegos mentales, humillaciones, insultos e incluso golpes sirven para jugar
con tus emociones y desestabilizarte. Así, ella cree puede controlarte.
s)
El Triángulo dramático de Karpman
El
triángulo dramático de Karpman es un modelo psicológico y social de la
interacción humana en el análisis transaccional, descrito por primera vez por
Stephen Karpman, en su artículo de 1968 “Fairy Tales and Script Drama Analysis”.
No es
una técnica de manipulación, pero es conveniente entenderlo para ver el
comportamiento de tu madre contigo.
El
modelo propone tres papeles habituales psicológicos (o juegos de rol ) que la
gente suele tomar en una situación:
·
Víctima: La persona que se considera, o acepta
el papel de víctima.
·
Perseguidor: La persona que coacciona a las
presiones, o persigue a la víctima
·
Salvador: El socorrista, o rescatador que
interviene, aparentemente con un deseo de ayudar al más débil, o mejorar la situación.
Tu
madre es la perseguidora, la que se siente con la potestad de poder juzgar tus
comportamientos de una forma completamente libre y sin limitaciones. Pero
además también es muchas veces tu salvadora: yo lo arreglo, quién te va a
querer como yo, con lo que me preocupo por ti. Y en el medio de este juego, donde
tu madre desempeña los dos papeles de la buena y la mala, estás tú la víctima.
El
triángulo dramático es uno de los muchos juegos psicológicos utilizados por las
madres tóxicas o narcisistas.
En el
caso de estas madres abusadoras, los roles se unen en la misma persona. Nos dan
una de cal y otra de arena, y esa es una de las herramientas más potentes que
tienen para mantenernos bajo su control y sin que podamos hacer mucho para
escaparnos de esa situación.
Cuando
claramente reconoces el papel de perseguidora en tu madre: “con todo lo que yo
he hecho por ti, yo no haría eso, no vales para nada, eres una consentida, te
he dado de todo...”, y quieres salir del círculo del abuso y apartarte de ella,
tu querida madre toma entonces el papel de salvadora:
“estoy
aquí para ayudarte, te quiero a mi manera,....” Es lo que también se conoce
como Hoovering, trata de aspirarte para que no cortes las cadenas que te unen a
ella, sigas siendo la víctima y ella siga surtiéndose de su “sangre osuplemento
narcisista”.
Recuerda
que cuando tu madre se pone en el papel de salvadora, solo lo hace para seguir
manipulándote. Jamás lo siente, estas personas carecen de empatía.
Cuando
te des cuenta del juego de tu madre, tienes que verte no como una víctima, sino
como una superviviente. Una persona que ha sobrevivido a multitud de abusos,
humillaciones, falta de amor,.. y que todavía está viva y coleando y con ganas
de vivir.
t)
Defensa Preventiva
La
madre narcisista siempre enfatiza el hecho de que es “buena”, que debes “confiar
en ella”, sin que nadie le diga nada ni le pregunte. Presume de su bondad y de
lo buena madre que es sin venir a cuento.
Las
personas tóxicas y abusivas exageran su capacidad para ser amables y compasivas.
Tu madre puede ser de esas que de puertas para fuera se presenta como la super
madre preocupada y excesivamente atenta.
A
veces parece que se preocupa por ti cuando te presta atención. Pero vas a ver
en el punto de la empatía cognitiva, que no es emoción lo que muestra sino que
te escucha y te parece atenta porque lo que hace es recabar información sobre
ti, para luego utilizarla para poder manipularte.
Las
personas realmente agradables rara vez tienen que mostrar persistentemente sus
cualidades positivas: exudan su calidez más de lo que hablan y saben que las
acciones hablan mucho más que las palabras. Saben que la confianza y el respeto
es una calle de doble sentido que requiere reciprocidad, no repetición.
La
persona buena no necesita decir que lo es. Fíate de las acciones no de las palabras.
u)
Generaliza
Cuando
la madre narcisista generaliza y hace declaraciones generales, invalida las
experiencias de la víctima que no encajan en sus supuestos, esquemas y
estereotipos.
Es
habitual que la narcisista generalice para desacreditar tus sentimientos, opiniones
y reacciones. Esos, “tú siempre quieres llevar razón”, “todo te molesta” o
“nunca estás satisfecha”. Estas y otras generalizaciones te despojan
inmediatamente de legitimidad lleves razón o no.
v)
Tergiversa la realidad
La madre
narcisista disfruta confundiendo a sus hijos y creando discusiones y malentendidos.
Es capaz de convertir tus sentimientos en un defecto de carácter que evidencie
tu propia irracionalidad.
La
tergiversación de lo que dices suele suceder, cuando tratas de imponer tus límites
o mostrar opiniones diferentes a las suyas.
Algo
muy común para tergiversar es lo conocido como la “lectura de mente”, es decir,
cree que es capaz de percibir lo que realmente piensas poniendo palabras en tu
boca .
“No
digas que no lo has hecho”, “ya sé yo lo que te gusta”,...
Cuando
la narcisista dice lo que “tú piensas” puede actuar en consecuencia de sus
propias argucias y falacias, haciéndote a ti responsable de las mismas y de su
reacción. Son retorcidas.
w) Practica el Hoovering, trata de aspirarte
Cuando
tu madre siente que te distancias y pierde control sobre ti, trata de aspirarte
de vuelta a la jaula. No lo hace por estar arrepentida, ni porque te quiera, sino
porque necesita controlarte para inflar su ego.
Ella vive
para que la adoren, y si te vas, no podrá utilizarte para obtener atención.
Incluso podrá actuar como una madre buena para recuperarte.
El
Hoovering (o aspirar) es una técnica de manipulación que la madre narcisista
utiliza para recuperar a su víctima aspirándola de regreso a su vida a través
del chantaje sentimental.
Tu
madre utilizará tus debilidades emocionales para traerte de vuelta. (te chantajea
emocionalmente haciéndote sentir mal para que vuelvas).
El
Hoovering puede suceder si tu madre sospecha que te estás distanciando, a los pocos
días que la abandones o bien, puede suceder meses o años después para aspirarte
de regreso.
Ejemplos de Hoovering
de una madre tóxica:
Cuando
estás considerando romper con tu madre
1. Te
invita a comer o a unas vacaciones: actúa como una madre buena, y “normal”, o
amorosa pero no invasiva. Y tú que estabas pensando dejar el nido, te sientes
fatal, culpable de querer irte. Si no es tan mala, pobre es mayor, con lo que
ha hecho por mí, ..
2.
Actúa como si fuera tu mejor amiga: hasta te cuenta lo mal que lo pasó de niña,
su madre nunca la entendió, su vida no ha sido fácil. Y tú que estás dudando te
lo crees.
3. Te
pide perdón por no ser cariñosa: hasta llora, lo siento, es que yo no soy
cariñosa, pero eso no significa que no te quiera. Y tú caes en su trampa. Es
normal es una actriz genial.
Una
vez que te has ido
1.
Mensaje preocupada por ti: Quiere saber cómo estás, cómo te sientes, si estás
deprimida, triste, etc. Finge estar muy preocupada por ti para ver si caes y
regresas con ella.
2. Te
contacta como si nada hubiera pasado: ¿Cómo estás? ¿Qué has hecho?Te llaman o
escriben en tu cumpleaños o en Navidad aunque lleves tiempo alejada de ella.
3.
Manipulación a través de terceros : Te llegan noticias de ella a través de tus
hermanos, padre, prima....
4.
Tiene cáncer, le está dando un infarto o se quiere suicidar:
Este
es un clásico de una madre narcisista. Te prueba para ver que tanto le sigues
importando. Quiere ver si corres a ayudarle. Tranquila, una persona narcisista
nunca se suicidaría porque se aman demasiado a sí mismas.
5.
Pone como excusa a alguién que tu quieres: no puedes hacer que tu padre se
sienta mal, o tu hermana te echa de menos, tu padre está sufriendo mucho...
6.
Cuando ve que no puede atraerte de nuevo, te hará la vida imposible. Cuando
está desesperada porque no consigue lo que quiere, se vuelve patética. Deja de
un lado el actuar como la madre buena para atraerte, ya no puede más. Saca su
verdadero yo, se quita la careta. Aquí tu madre narcisista intentará hablar mal
de ti a todo el mundo...te hará sentirte culpable. Es cuando saca su verdadero
YO y utiliza todas sus armas de destrucción masiva. Hará lo que sea para que no
avances en la vida.
z) Victimismo
Cuando
todas las tácticas de manipulación que hemos visto le fallan a tu madre,
recurre al victimismo. En práctica, descarga su responsabilidad en ti y recurre
al chantaje emocional, haciéndose pasar por la víctima de la situación.
Se
victimiza hasta el punto que terminas sintiéndote mal por tu comportamiento,
cuando en realidad no has hecho nada malo. De esta manera, tu madre, la
abusadora, genera un sentimiento de CULPA que te mantiene a ti víctima atrapada
en su tela de araña.
La
empatía que te caracteriza te hace caer en sus redes y, al convertirte en la “mala
de la película”, eres más proclive a ceder a sus demandas. Así te manipula sin
que seas consciente de ello.
En
muchos casos el ser la víctima es la característica eterna de estas madres tóxicas.
Es una manera que tienen de demandar atención. Son madres muchas PSICOSOMÁTICAS.
La Madre Psicosomática
Narcisista es aquella que usa las enfermedades, achaques y dolores
para manipular a sus hijos y salirse con la suya. Con sus continuos achaques
busca que le presten continua atención. Sus dolencias le sirven para que el
mundo gire a su alrededor.
Se
trata de un abuso emocional que la madre inflige a sus hijos. A través de sus
enfermedades, reales, supuestas o creadas en su mente, lo que busca es el absoluto
control de su hija.
Si la
hija no responde a las demandas, la madre se hace la víctima poniéndose más
enferma, sufriendo una crisis relacionada con la enfermedad o montando en
cólera acusándole de que no se ocupa de ella como debiera. Todas las tretas son
pocas para redirigir la atención de la hija y hacerle sentir culpable.
La
madre juega a ser la eterna víctima para controlar a la hija hasta el extremo
de dejarla sin ningún tipo de relación social. Lo más importante para esta
madre psicosomática es que su hija esté ahí para cuidarla y ser su prioridad.
x) Venganza
persecutoria, o acoso
Si tu
madre tóxica no puede cambiarte, ni hacerte volver, entonces cambiará como los
demás te ven. Venganza. Parece que sí.
La
abusadora no soporta que la abandonen, y es entonces cuando pierde los papeles
e intenta atormentarte.
Intentará
atacarte socialmente, moralmente, y físicamente. Cualquier manera para
hacerte daño es válida. Su ego está tan dolido que solo busca revancha.
Estate
preparada para cualquier sorpresa.
La
madre tóxica en estos casos utilizará a cualquier persona que pueda convencer
de lo mala hija que eres para hacerte llegar su ira. Es el momento de tener
cuidado con amistades que quizá no lo son tanto pues se dejan manipular por lo
que tu madre les cuenta sobre ti.
Su
difamación no conoce límites. Así que puede que te veas en la obligación de
tener que pararle los pies con denuncias legales.
Piensa
que el acoso se define en muchos países como una forma de violencia social que
involucra a una persona depredadora que fuerza la vida de otra con la intención
de privarle de sus derechos humanos fundamentales o amenazarlos. También es
conocido como Bullying.
Tu
grado de estrés en estos momentos será tremendo. Puede que con el paso del
tiempo su acoso disminuya, pero si no lo hace tendrás que pararlo, ya que ella
cree que está bien hacer lo que hace. Cree que tiene derecho a hacerte daño
incluso cree que los demás lo aprueban. Piensa que lo que hace es correcto.
Bibliografía
Fernández, O. (s.f.). Sobrevivir a una madre narcisista.
Comentarios
Publicar un comentario