CREENCIAS MÁGICAS
A los niños les agrada lo mágico. Piensan que, a través de ciertas palabras, gestos o conductas, la magia puede transformar la realidad. Con frecuencia, padres equivocados retuerzan el pensamiento mágico de sus hijos. Por ejemplo, si usted asegura a los niños que su conducta es directamente la responsable de los sentimientos de otra persona, les está inculcando pensamientos mágicos.
Algunas frases comunes de este tipo son: Estás matando a tu madre"; "Mira lo que has hecho... has incomodado a tu madre"; "¿Estás satisfecho? Has enfadado a tu padre."
Por ejemplo, una persona que se había casado cinco veces antes de cumplir los treinta y dos años, pensaba que el matrimonio solucionaría todos sus problemas. Si encontraba al hombre "adecuado", todo estaría bien, Ésa es una creencia mágica.
Implica que un suceso o una persona pueden alterar la realidad
de alguien sin que éste haga nada por cambiar su conducta.
Para un niño, es natural pensar que las cosas se producen mágicamente. Pero si resulta lastimado mediante necesidades de dependencia no satisfechas, no madura realmente. El adulto en que se convierte está contaminado todavía con las mágicas ideas que tenía de niño.
Otras ideas erróneas acerca de hechos mágicos son:
• Si tengo dinero, estaré bien.
• Si la persona amada me abandona, moriré o no podré continuar solo.
• Un título académico me hará ser más inteligente.
• Si lucho tenazmente, el mundo me recompensará.
• El saber esperar me producirá maravillosos resultados.
A las niñas pequeñas les enseñan que los cuentos de hadas están llenos de magia. La Cenicienta aprendió que debía esperar en la cocina a un sujeto que llevaría el zapato apropiado. Blanca nieves sabía que si esperaba lo suficiente, su príncipe llegaría. Literalmente, este cuento insinúa a las mujeres que su destino depende de que un necrófilo (alguien a quien le gusta besar cadáveres) pase por el bosque en el momento oportuno.
También a los niños los cuentos de hadas les hacen creer en la magia. Muchas historias contienen el mensaje de que existe una mujer perfecta, a la que ellos deben buscar y encontrar. En esta búsqueda deben viajar lejos, recorrer lugares tenebrosos y enfrentarse a peligrosos y temibles dragones. En algún
momento, él sabrá, sin lugar a dudas, cuándo ha encontrado a su pareja. (por eso muchos hombres están tan inquietos ante el altar.)
Con frecuencia, el destino de los hombres está forjado por cosas misteriosas como frijoles mágicos o espadas milagrosas. Hasta tiene que ver con la búsqueda de ranas. Si alguno tiene el valor de besar una de ellas, ésta se puede convertir en una princesa.
Para las mujeres, la magia consiste en saber esperar al hombre correcto; para el hombre, es una búsqueda interminable de la mujer adecuada.
Los cuentos de hadas operan en un nivel simbólico y mítico. No se basan en la lógica y, como los sueños, hablan a través de imágenes. Cuando nuestro desarrollo se efectúa sin complicaciones, conseguimos que el niño que llevamos en nuestro interior capte el significado simbólico de estas historias.
Pero cuando nuestro niño interior está lastimado; acepta estas historias literalmente. Como adultos que desconocen la existencia de ese niño, esperamos o buscamos el feliz final de esas historias.
Bibliografía
Bradshaw, J. (s.f.). Volver a casa.
Comentarios
Publicar un comentario