Pensar en términos matizados
El pensamiento todo o nada puede provocar ansiedad por la actuación porque usted piensa que toda su actuación tiene que ser fabulosa, pues de lo contrario no valdría nada. Esta manera de pensar no tiene mucho de realista, ya que en la mayoría de los casos su actuación estaría en algún lugar entre los dos extremos. Puede reducir mucho la presión si opta por evaluarse a sí mismo en términos matizados o grises, en vez de verlo todo o blanco o negro.
Cuando yo estaba empezando a estudiar la terapia cognitiva, impartí un seminario con un colega,
el doctor Aaron Beck, en la reunión anual de la Asociación para el Progreso de la Terapia Conductista.
El seminario no estuvo mal, pero tampoco fue tan bien como esperaba. El doctor Beck me
notó molesto y me preguntó qué me pasaba. Por entonces, yo todavía era muy perfeccionista. Le dije
que me sentía desanimado porque me parecía que nuestro seminario había sido inferior a la media
en cuanto a resultados.
Él me dijo: «Bueno, David, ¡podemos agradecérselo a nuestra buena suerte! Recuerda que
la media es el punto medio. Por definición, la mitad de nuestras presentaciones serán inferiores a la
media y la mitad serán superiores. Así que es una suerte que nos hayamos quitado de en medio ésta.
¡Podemos esperar que la próxima será estupenda!». Esto representó un alivio enorme para mí,
pues empecé a comprender que no tenía la obligación de ser perfecto constantemente y que siempre
se podría mejorar.
En el capítulo anterior leyó usted el caso de un joven llamado Jason que tuvo que debatirse con
sus sentimientos de timidez cuando vio a una mujer atractiva en la caja del supermercado. Aunque
le pareció que le sonreía, se sentía tan incómodo y nervioso que salió del supermercado sin haberle
dicho nada y sin haberle devuelto siquiera la sonrisa. En la página 152 se puede ver el registro diario
de estado de ánimo de Jason. El suceso trastornador fue «Estar en la cola del supermercado».
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