La psicoterapia sensoriomotriz
El termino de psicoterapia sensoriomotriz hace referencia a un enfoque que incorpora una serie de intervenciones somáticas utilizadas por la mayoría de los psicoterapeutas corporales. Pero la psicoterapia sensoriomotriz también es una escuela o corriente dentro de la psicoterapia, que ha desarrollado la teoría de la psicología corporal con objeto de guiar la aplicación de las interven- ciones somáticas, de manera que el término también se utiliza para aludir a la síntesis única propia de dicha escuela. La corriente sensoriomotriz enseña a trabajar con las sensaciones y los movimientos corporales, pero por lo general excluye la utilización del tacto. El uso razonable del contacto físico en psicoterapia puede ser ocasionalmente útil en algunas situaciones específicas, pero también es potencialmente problemático, y no constituye un componente necesario del enfoque sensoriomotriz.
El trauma tiene profundos efectos sobre el cuerpo y el sistema nervioso, y muchos de los síntomas de las personas traumatizadas tienen una base somática (Nijenhuis y Van der Hart, 1999; Van der Hart, Nijenhuis, Steele y Brown, 2004; Van der Kolk, McFarlane y Weisaeth, 1996). Los pacientes que padecen traumas no resueltos casi siempre hablan de vivencias corporales desreguladas; a nivel corporal se reproduce interminablemente una cascada incontro lable de emociones y de sensaciones físicas intensas desencadenadas por los recuerdos de la traumatización. Esta activación fisiológica crónica suele estar con frecuencia en la raíz de los síntomas postraumáticos recurrentes para los que el paciente solicita tratamiento. La capacidad de asimilar la experiencia traumática dentro del contexto de una narrativa vital todavía no está al alcance de estas personas, debido tanto a que los recuerdos traumáticos no están codificados dentro de la memoria autobiográfica, como a que la activación fisiológica recurrente de origen traumático continúa generando una sensa- ción somática de amenaza un “terror mudo” (Van der Kolk, Van der Hart y Marmar, 1996; véase también Siegel, 1999).
Diferencia con los modelos terapéuticos tradicionales
Los modelos terapéuticos tradicionales
Se basan principalmente en la idea de que el cambio tiene lugar de manera “descendente” top- down, en virtud de un proceso de expresión y formulación narrativa: la facilitación, dentro del contexto de la relación terapéutica, del contacto emocional con la experiencia dolorosa del pasado junto con el tratamiento de las distorsiones cognitivas asociadas, generará un cambio positivo en el sentido de la propia identidad y con ello un alivio de los padecimientos y una mejora del bienestar.
La premisa de trabajo es que un cambio significativo en las cogniciones y las emociones del paciente generará un cambio en las vivencias físicas o corporales asociadas al sentido de la propia identidad individual.
El objetivo principal de la intervención terapéutica sería, el lenguaje del paciente; es decir, la narrativa sería la puerta de entrada la vía de acceso, el punto de partida en el proceso terapéutico. Las representaciones verbales, las creencias y los afectos del paciente son movilizados, analizados y reelaborados a través de la relación terapéutica.
Mejorar el funcionamiento del yo, clarificar la cuestión del sentido, formular una narrativa y trabajar las vivencias emocionales son intervenciones de una utilidad fundamental que reportan unas ganancias reales para el paciente.
La psicoterapia sensoriomotriz
Se trata de añadir a las prácticas y técnicas cognitivas y dinámicas ya útiles de por sí, intervenciones ascendentes o bottom-up con objeto de tratar las sensaciones físicasreiteradas y espontáneas, las inhibiciones motrices y las intrusiones soma- tosensoriales características de las experiencias traumáticas no resueltas. Los pacientes traumatizados están atormentados por la reaparición de las reacciones sensoriomotrices relacionadas con el trauma bajo la forma de vivencias intrusivas tales como imágenes, sonidos, olores, sensaciones corporales, dolores físicos, constricción, entumecimiento o insensibilidad, y la incapacidad de modular o regular la activación fisiológica.
Incluye las sensaciones y los movimientos corporales como una vía fundamental para procesar el trauma, la psicoterapia sensoriomotriz le enseña al terapeuta a utilizar las intervenciones centradas en el cuerpo con objeto de reducir estos síntomas e impulsar un cambio en las cogniciones, las emociones, los sistemas de creencias y la capacidad de relación del paciente.
Combina la teoría y la técnica de la terapia cognitiva y la terapia dinámica con la conciencia somática y las intervenciones motrices directas, tales como ayudar a los pacientes a tomar conciencia de su cuerpo, rastrear las sensaciones corporales y materializar acciones físicas que favorezcan la autorrealización empowerment, la capacitación, el control del propio destino y la competencia.
Enseña a los pacientes a observar la relación entre su organización física y sus creencias y emociones, advirtiendo, por ejemplo, de qué forma una representación de sí mismo formulada en el aquí y ahora dentro de la terapia como, por ejemplo, “soy una mala persona”, influye en las sensaciones físicas, la postura, la activación fisiológica del sistema nervioso autónomo y los movimientos.
Los pacientes aprenden a identificar de qué forma sus sensaciones físicas, posturas y movimientos afectan a su estado emocional e influyen en el vocabulario y en los contenidos que describen en la terapia. Dichas intervenciones incorporan activamente al cuerpo dentro de la psicoterapia, ofreciendo un modelo mente-cuerpo más unificado para el tratamiento de la traumatización.
Dentro del contexto de una terapia empática relacionalmente receptiva, los psicólogos pueden ayudar a los pacientes a sentir curiosidad e interés por analizar de qué forma las reacciones del cuerpo al trauma del pasado se prolongan dentro del contexto de la vida actual, y de qué forma se pueden cambiar estas reacciones a fin de posibilitar un funcionamiento más adaptativo.
Bibliografía
Ogden, P., Minton, K., & Pain, C. (2009). El trauma y el cuerpo. Un modelo sensoriomotriz de terapia. Bilbao: Desclée de Brouwer.
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