Escala 6A: Rebelde
Los adolescentes rebeldes, aquellos a los que la teoría caracteriza como ejemplos de una orientación activa-independiente, muestran la apariencia, el temperamento y el comportamiento inaceptable del trastorno antisocial de la personalidad del DSM.
Actúan para contrarrestar de forma anticipada el engaño y el desprecio proveniente de los otros. Lo hacen mediante su implicación activa en un estilo hostil y tramposo y embarcándose en un comportamiento ilegal mediante el cual buscan el desquite o la explotación de otros.
Escépticos en cuanto a los motivos de los demás, estos adolescentes desean autonomía y buscan la revancha por lo que ellos sienten como injusticias pasadas.
Muchos de ellos son irresponsables e impulsivos y se sienten iustificados de ser así porque juzgan que los demás no son ni de fiar ni leales.
La insensibilidad y la crueldad con los otros son los principales medios que han aprendido a utilizar para atajar lo que ellos consideran abuso o victimización.
Diferencias con la personalidad explotadora
En contraste con la personalidad explotadora, el prototipo Rebelde de orientación sobre sí mismo se desarrolla como una forma de protección. Estos adolescentes se vuelven hacia sí mismos, primero para evitar los estragos que anticipan y segundo para compensarlos mediante la búsqueda de recompensas instituidas por ellos mismos.
Habiendo aprendido que no pueden confiar en los otros, recuperan el desequilibrio producido por esta pérdida confiando únicamente en ellos mismos y buscando activamente el desquite por lo que consideran humillaciones pasadas.
Al volverse hacia sí mismos buscando activamente el alcanzar fuerza, poder y venganza, actúan de manera irresponsable, explotando a los otros y usurpándoles lo que poseen. Su seguridad no está nunca totalmente garantizada, incluso cuando se han engrandecido a sí mismos más allá de sus precarios orígenes.
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