Escala D: Incomodidad respecto al sexo
Desde el primer momento en que a un niño lo visten de rosa o de azul, comienza su preparación para el rol de adulto (de adulto definido en cuanto al sexo). Incluso hoy en día, a pesar del significativo proceso iniciado hacia la igualdad en el tratamiento y la igualdad de oportunidades para niños y niñas, el proceso de inculcar en los chicos y chicas los roles masculinos y femeninos tradicionales sigue actuando. A medida que el niño progresa en su maduración, crece la conciencia acerca de las actitudes y expresiones parentales referidas a la sexualidad.
Con frecuencia, los niños aprenden a no tocar sus genitales y si los sorprenden, tienen la sensación de vergüenza o de desconcierto. La exploración temprana cambia generalmente desde una curiosidad inocente hacia una exploración furtiva y cargada de culpa. Incluso cuando los padres son tolerantes, otras personas transmiten a menudo la actitud de que el sexo es problemático.
La adolescencia temprana aporta con frecuencia, la anticipación de nuevas oportunidades y retos. El adolescente se enfrenta a la tarea de reconciliar las creencias previamente aprendidas con un nuevo y fuerte despertar sexual. Este proceso impone que se desarrolle la imagen de ser una persona con impulsos sexuales que son capaces de expresarse y de proporcionar placer. La capacidad de integrar estos impulsos sexuales en el marco de la imagen de uno mismo tendrá una influencia clara en los sentimientos del adolescente con respecto al sexo y en su manera de establecer relaciones sexuales.
La transición eficaz hacia la sexualidad consciente y cómoda no es una consecuencia simple de la maduración y de la aceptación parental. Más bien es algo que ocurre como producto de una interacción compleja entre la oportuna maduración biológica, la aceptación del cambio v el sentimiento de sí mismo en desarrollo que permite la integración de este nuevo aspecto. Otro elemento a considerar es la disposición del adolescente para ir más allá del rol seguro y dependiente de la infancia hacia uno nuevo que lleva a asumir las responsabilidades adultas.
El adolescente se las arregla para armonizar todos los aspectos (los estímulos biológicos, las inseguridades sociales y la propia conciencia amorosa) a fin de lograr el idealizado rol de adulto. Después de un trémulo comienzo, la mayoría de los adolescentes logran una expresión sexual plena de significado, en la que se combinan la amistad y la intimidad.
La facilidad y el ritmo de esta transición es evaluada por la escala de Incomodidad respecto al sexo que refleja las actitudes parentales, las creencias culturales y el impacto de los iguales, todo lo cual contribuye a la sexualidad y a su aceptación.
Las actitudes inmaduras y un perturbador sentimiento de culpa o de vergüenza es lo que se evalúa para asesorar al clínico en la ayuda a los adolescentes con este tipo de problemas.
Comentarios
Publicar un comentario