Ir al contenido principal

MACI Escala DD: Propensión a la impulsividad

 Escala DD: Propensión a la impulsividad

Frecuentemente se presenta a la madurez como un nivel al que todo el mundo aspiraría. Pero a pesar de asumir que todos, tanto los adolescentes como los adultos, tienen una interpretación común de dicho constructo, el camino desde la infancia hasta el comportamiento autónomo y responsable de la edad adulta puede estar cargado de dificultades. A medida que los adolescentes comienzan a cambiar hacia la autonomía, sienten a la vez la necesidad y el derecho de hablar francamente y de comportarse de una manera que concuerde con su nuevo sistema de creencias. Aunque este comportamiento no es inusual en la adolescencia, frecuentemente es percibido como un cambio inoportuno, tolerado de mala gana por padres y maestros. ¿Qué es lo que el adolescente puede expresar sin peligro y qué es lo que forma parte de una retórica inmoderada u hostil? 

Los excesos en la forma mediante la que los adolescentes que crecen demuestran su asertividad, constituyen el foco de esta escala de Propensión a la impulsividad.

A pesar de que en este periodo, los adolescentes están sujetos a fuertes emociones, también toman reiteradas decisiones para ahogar y controlar los impulsos. Sin embargo, su capacidad para mantener esos controles junto con su voluntad para hacerlo se ven reducidas en esta fase en la que se afirma en ellos la convicción de que tienen el derecho, incluso la obligación, de expresar sus puntos de vista. El impacto de los cambios biológicos que con frecuencia incrementan el mal humor y la asertividad, viene a ser algo así como echar leña al fuego. En cierto modo, la sociedad ha hecho frente a este estado de cosas estableciendo una moratoria «psicosocial» (Erikson, 1968), un periodo en el que se relajan las normas habituales para evaluar la conducta. Existe la expectativa de que los adolescentes pueden tener sentimientos perturbadores y que estos, a su vez, pueden hacerse presentes a través de un comportamiento que de forma ordinaria sería considerado inapropiado. Queda pendiente el tema de qué es lo que es aceptable (es decir, cuál es la magnitud del grado de desviación que es permisible y, en consecuencia, cómo debería ser manejado).

El comportamiento impulsivo se distribuye a lo largo de un continuo y la sociedad y las familias en particular establecen indicadores claros a lo largo de ese continuo que indican lo que es aceptable y lo que no lo es. En primer lugar, hay comportamientos que de forma regular merecen aprobación o incluso elogios. Acontinuación, están aquellos comportamientos que si bien no son encomiables, son vistos como parte del proceso de hacerse adulto y se producen por la necesidad de cuestionar los límites y de desarrollar el sentimiento de sí mismo: éstos son, aún, permisibles y entran dentro del rango de la moratoria psicosocial. Los siguientes son aquellos comportamientos que exceden los límites de tolerancia de la familia o de la escuela. Este tipo de actos exasperan fácilmente a los adultos y dan lugar a que se incremente la fricción y a una espiral creciente de actuaciones. En los chicos, este tipo de comportamiento incluye habitualmente un exceso de agresión; mientras que en las chicas, más frecuentemente, se hacen notar por actuaciones de tipo sexual. La forma extrema de comportamiento es no sólo un trastorno en el ámbito de la familia o la escuela, sino que queda también fuera de los límites de las normas generales de la sociedad; este tipo de comportamiento es el obieto de discusión en el apartado de Predisposición a la delincuencia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

TERAPIA DE PAREJA: Técnicas terapéuticas

  TÉCNICAS TERAPÉUTICAS PARA EL CONTROL DE LA IRA   Suspensión temporal (tiempo-fuera)    Se trata de que el sujeto esté atento a las primeras reacciones de ira en un momento determinado y de atajar el momento de las mismas por medio de un alejamiento temporal de la pareja.       Fases en la aplicación de esta técnica son las siguientes: 1)      Identificación de los indicios de ira.  2)      Aviso a la víctima. Se establece un acuerdo con la pareja sobre una señal que indique la puesta en marcha de la suspensión temporal. La señal puede ser física o verbal. No puede añadir ninguna expresión inculpatoria hacia la pareja como “Tiempo-fuera, estás enfureciéndome” o “estás haciéndome perder el control”.  3)      Alejamiento físico y psicológico de la situación. Dejar el hogar durante una hora (ni más ni menos). Durante este tiempo puede hacer alguna actividad física que le ayude a ...

LA PERSONALIDAD DEL DROGODEPENDIENTE

  LA PERSONALIDAD DEL DROGODEPENDIENTE En primer lugar, ha de decirse quién es una persona dependiente de una droga. Para ello hay que detenerse en explicar el continuo: uso, abuso y dependencia. Se puede usar una pastilla de éxtasis, es decir, hacer uso de ella, consumirla esporádicamente tal vez para experimentar, como hay quien lo hace con el LSD, en momentos puntuales. El uso o consumo aislado no tiene por qué poner necesariamente en peligro la vida del sujeto, a no ser que tome una sobredosis en relación a lo que su organismo puede admitir o que tenga un mal viaje como les ha sucedido a muchos en la toma de ácidos lisérgicos. Se puede hacer abuso de la sustancia, tomando más de una dosis de modo reiterado y con acotaciones de tiempo pequeñas y, en último lugar, se puede caer en una dependencia , en la que el sujeto necesita constantemente de la sustancia para salir de marcha a bailar bakalao todo el fin de semana o varios días, o ir a los afters para relacionarse ...

CARACTERÍSTICAS COMUNES DE LA ADICCIÓN

  Las drogas adictivas son aquellas cuyos  efectos reforzantes  son tan fuertes que algunas personas expuestas a ellas no pueden prescindir de tomarlas y llegan a organizar su vida en función de su consumo. Por fortuna, la mayoría de los que consumen droga no se convierten en adictos. En un principio, las drogas más adictivas procedían de plantas, que las utilizaban en defensa contra insectos u otros animales que de otra manera las devorarían; pero los farmacólogos han sintetizado muchas otras drogas con efectos aún más potentes. Si se toma regularmente ciertas drogas adictivas (sobre todo opiáceos), se produce tolerancia a sus efectos y se han de tomar dosis cada vez mayores para alcanzar el mismo efecto. Si luego se deja de tomar la droga, se producen efectos de abstinencia, opuestos a los efectos básicos de la droga. Sin embargo, los efectos de la abstinencia no son la causa de la adicción:  el potencial adictivo que conlleva una droga se relaciona con su capacida...