El criticismo de Hewitt y Flett
· Perfeccionismo orientado a uno mismo: Esta es la tendencia del individuo a marcarse estándares imposibles de lograr. Estos estándares son auto impuestos y tienden a estar asociados a la autocrítica y a una imposibilidad para aceptar sus propios errores y faltas. Cuando el perfeccionismo orientado a uno mismo se combina con experiencias vitales negativas o fracasos percibidos, puede conducir a dificultades y depresión.
· Perfeccionismo asociado a los demás: Esta es la tendencia a exigir que los demás cumplan los altos e imposibles estándares que usted marca. Las personas que manifiestan este tipo de perfeccionismo son a menudo incapaces de delegar tareas en otras personas, por temor a verse disgustados por un rendimiento imperfecto en el trabajo. Los perfeccionistas “asociados a los demás” pueden asimismo sufrir problemas de ira excesiva, estrés de relación, y otras dificultades asociadas a sus altas expectativas acerca de los demás.
· Perfeccionismo prescrito socialmente: Los perfeccionistas “prescritos socialmente” presentan una creencia exagerada de que los demás tienen unas expectativas acerca de ellos imposibles de cumplir. Además, piensan que para obtener la aprobación de los demás, estas expectativas han de ser cumplidas. A diferencia de los perfeccionistas “asociados a uno mismo”, cuyas expectativas son auto impuestas, en el perfeccionismo prescrito socialmente, los altos estándares están supuestamente impuestos por los demás. El perfeccionismo prescrito socialmente puede asociarse a sentimientos de ira (hacia las personas que se perciben como poseedores de estos estándares altos), depresión (si los estándares no se ven alcanzados), o ansiedad social (temor a ser juzgado por otras personas).
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