¿CÓMO TRATAMOS EL TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA ?
Los dos focos principales del tratamiento del TAG son:
· Las preocupaciones excesivas e incontrolables
· La sobreactivación acompañante de dichas preocupaciones (ansiedad y tensión).
Para ello, empleamos distintos tratamientos:
Terapia cognitivo-conductual
La TCC combina la terapia cognitiva de Beck (reestructuración cognitiva verbal y conductual aplicada en situaciones inductoras de ansiedad) con el entrenamiento en relajación aplicada e incluye los siguientes componentes:
1) Entrenamiento para darse cuenta de los estímulos internos (cogniciones, emociones, sensaciones) y eventos externos que producen ansiedad y de las reacciones de los mismos.
Esto se hace mediante:
· Autorregistros
· Imaginación en la consulta de los estímulos provocadores de ansiedad y petición al cliente de que comience a preocuparse en sesión sobre algo y que note las sensaciones, pensamientos e imágenes asociados.
Todo esto permite que el cliente sea consciente de los factores que mantienen su ansiedad y que aprenda a identificar tempranamente los cambios que hacen que se ponga ansioso.
2) Relajación
Se han empleado distintas técnicas:
· Relajación progresiva
· Respiración lenta y regular
· Relajación imaginal
· Técnicas de meditación
Se enseñan varias de estas técnicas. Las técnicas enseñadas se aplican en situaciones de ansiedad durante la sesión y en la vida real.
3) Reestructuración cognitiva
Se identifican los pensamiento, imágenes y creencias asociados con la respuesta ansiosa y se utiliza el método socrático para examinar los datos a favor y en contra de los mismos, generar interpretaciones alternativas y descatatrofizar (suponer que es cierto lo que piensa; identificar qué pasaría y examinar las pruebas de esta nueva cognición; y buscar qué se podría hacer para afrontarlo).
Además, se realizan experimentos conductuales para someter a prueba las antiguas y nuevas perspectivas.
El Diario de los Resultados de las Preocupaciones es una técnica muy útil para que un cliente compruebe si sus predicciones son ciertas o no y cuestione la utilidad de preocuparse. El cliente apunta cada preocupación, lo que teme que suceda y su habilidad percibida para afrontarlo. Al final del día considera las preocupaciones con resultados para ese día y valora si los resultados y su habilidad de afrontamiento fueron mejores, iguales o peores que los predichos (los primeros es lo habitual). Además, el cliente debe imaginar vívidamente los resultados ocurridos para procesar en su totalidad la información que la realidad proporciona.
4) Exposición graduada, imaginal y en vivo.
Se trata de exponer al cliente a situaciones y estímulos internos suscitadores de ansiedad con la finalidad de aprender y manejar ésta mediante la aplicación de las estrategias aprendidas. P.ej., los clientes imaginan situaciones externas y eventos internos (incluidas las preocupaciones) y cuando notan ansiedad, aplican relajación e imaginan los resultados realistas y probables.
El procedimiento se practica primero en la sesión y luego en casa. Posteriormente, se pide a los clientes que apliquen sus estrategias de afrontamiento en la vida real cuando noten que empiezan a preocuparse o ponerse ansiosos y antes, durante y después de eventos estresantes.
Una parte importante del procedimiento es que, una vez que se sabe afrontar una imagen, se termine ésta con la imaginación del resultado más probable, tanto en la consulta como en la vida real al detectar el surgimiento de una preocupación.
5) Estrategia de control de estímulos
Se trata de posponer las preocupaciones para un momento y lugar específicos del día. Se dice al cliente que:
a) Identifique preocupaciones
b) Elija un período de preocupación de 30 minutos en el mismo lugar y a la misma hora. No es conveniente elegir como momento el final del día, ya que lo más probable es que las preocupaciones que queden sin resolver interfieran en el sueño.
c) Cuando note que se está preocupando, posponga la preocupación al periodo prefijado y se concentre hasta entonces en la experiencia del momento presente
d) Utilice el periodo de preocupación para preocuparse y aplicar sus estrategias, una vez que las haya aprendido.
Se incluye aquí la búsqueda de soluciones cuando sea posible.
La finalidad de la estrategia de control de estímulos es que el cliente adquiera inicialmente un cierto control sobre las preocupaciones, en vez de sentirse desbordado por ellas, pero se trata de una estrategia temporal, la cual se emplea hasta que se aprendan las habilidades previamente mencionadas para mejorar la preocupación.
Una vez dominados todos estos elementos, se incluirán los siguientes:
1) Minimizar las expectativas y predicciones negativas focalizando la atención en el momento presente.
No se trata de intentar eliminarlas cuando aparecen, sino de minimizarlas. La idea es vivir más el presente y no tener que intentar corregir continuamente las expectativas erróneas sobre los eventos futuros. Lo malo de hacer predicciones es que se tiende a atender y a interpretar la información de un modo que confirma las expectativas previas, lo que hace difícil percibir y procesar lo que realmente ocurre. Ante una predicción negativa, el cliente puede recordarse que simplemente es un pensamiento y pasar a centrarse en el presente.
2) Vivir de acuerdo con los propios valores.
Una vez que la persona está viviendo más tiempo en el presente, se busca no sólo reducir la ansiedad y la preocupación, sino fomentar estados afectivos positivos. Para ello, se identifican los valores del cliente (familia, pareja, hijos, amigo, trabajo, formación, ocio, espiritualidad, cuidado físico) y se le ayuda a llevar a cabo actividades en el momento presente que le permitan alcanzarlos. Esto es reforzante por sí mismo y contribuye aún más a la reducción de los síntomas.
Terapia integradora
Newman y cols (2004) han sugerido que para evitar emociones dolorosas los clientes con TAG no sólo se preocupan, sino que se comportan de un modo que aumenta la probabilidad de experimentar consecuencias interpersonales negativas. Así, evitan que otros conozcan cómo son y lo que sienten para evitar la crítica y el rechazo que anticipan. También pueden fallar en comunicar a otros lo que necesitan y quieren en sus relaciones, pero expresan enfadado y decepción cuando sus necesidades emocionales no son satisfechas.
La terapia integradora se basa en la aplicación de forma secuencial de:
a) La TCC tradicional
b) Técnicas interpersonales dirigidas a alterar las pautas problemáticas de relacionarse y técnicas experienciales orientadas a superar la evitación emocional. Las metas son, en primer lugar, identificar las necesidades interpersonales del cliente, las formas interpersonales actuales y pasadas con las que intenta satisfacer dichas necesidades y la experiencia emocional subyacente; y, en segundo lugar, generar conductas interpersonales más eficaces para satisfacer las propias necesidades.
Para conseguir estas metas, se abordan cuatro dominios:
1. Problemas actuales en las relaciones interpersonales, incluyendo el impacto negativo que el cliente tiene en otros.
Tras explorar las relaciones interpersonales en general, se escoge una persona que sea importante para el cliente y se explora con más profundidad la relación que el cliente tiene con ella.
Es importante hablar de situaciones concretas y especificar bien una serie de aspectos:
a) ¿qué sucedió entre usted y la otra persona?
b) ¿qué emociones sintió?
c) ¿qué necesitaba o esperaba obtener de la otra persona?
d) ¿qué temía de la otra persona?
e) ¿qué hizo usted?
f) ¿qué sucedió a continuación entre usted y la otra persona?
A partir de aquí se vuelve al punto “b” hasta que la situación esté clarificada
2. Orígenes de los problemas interpersonales actuales (p.ej., problemas de apego y traumáticos)
Se hace una vez que se ha explorado totalmente el dominio anterior.
Ayuda a comprender por qué las formas de relacionarse con los demás pueden haber sido adecuadas en el pasado, aunque no ahora.
Una vez que se han identificado las pautas problemáticas de relacionarse, terapeuta y cliente trabajan con simulaciones modos alternativos de relacionarse con los demás.
En las simulaciones el sujeto asume primero su papel y luego el terapeuta representa el papel del cliente. El cliente debe imaginar cómo se habría visto afectado en la situación, como si estuviera en la piel del otro.
3. Dificultades interpersonales que surgen en la relación con el terapeuta.
Se incluyen las rupturas en la relación terapéutica.
El cliente tiende a repetir con el terapeuta los modos desadaptativos de relacionarse.
El terapeuta debe reconocer, basándose en sus comportamientos y emociones propias cuando ha quedado enganchado en estos modos desadaptativos que permiten la evitación interpersonal y emocional del sujeto.
Posibles marcadores son:
· Impresión de que la terapia no va a ningún sitio
· Sentirse emocionalmente desconectado del cliente
· Permitir al sujeto proporcionar información irrelevante
· Contar largas historias tangenciales
· Cambiar de tema
· Proporcionar sólo descripciones abstractas de emociones y sucesos.
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