Ir al contenido principal

Escenas temidas en la entrevista

 Escenas temidas en la entrevista

 

Las escenas temidas en la entrevista hacen referencia a algunas constantes relacionadas con situaciones que generan ansiedad o preocupación añadidas a las inherentes de la relación asistencial sobre todo al inicio de la práctica clínica 

Algunas de ellas giran en torno al tema de la agresividad, tanto si se muestra de forma explícita como si lo hace de forma latente. Por un lado estaría el paciente que proyecta toda la rabia en el profesional, atacándolo de forma continuada y haciéndolo responsable de una buena parte de su malestar o, cuando menos, de que no desaparezca. Por otra parte, cuando se percibe un alto grado de agresividad reprimida que aun así invade al otro e impregna la relación, aparece inevitablemente el miedo por lo que pueda llegar a hacer, tanto consigo mismo como con otras personas, incluido el profesional. 

Cuando en el servicio de atención infantil una madre, en presencia de su hijo, amenaza directamente con pegarle una bofetada por algo que es percibido como desproporcionado, el profesional tenderá a sentirse violentado por una reacción que interpela directamente al trabajo que intenta realizar y, por consiguiente, hacia sí mismo. 

En esta misma categoría estaría el reproche narcisista del paciente que, de forma sutil, pero continuada, desprecia todo lo que el profesional hace o intenta hacer para ayudarlo.

En otras ocasiones, las preguntas directas e insistentes representan claramente lo que llamamos una escena temida en la entrevista: interrogar al profesional, cuando este todavía no tiene elementos suficientes, sobre la gravedad o el pronóstico, sobre qué hacer o sobre el significado de un síntoma o respecto de una pretendida solución rápida y eficaz; en definitiva, sobre todas aquellas situaciones intensamente demandantes en las que el profesional puede experimentar un bloqueo de su capacidad de pensar y, por lo tanto, de reaccionar de forma adecuada.

A menudo, aunque no se haga explícita la demanda, el silencio puede revestir las mismas características; por ejemplo, un paciente que presenta un mutismo persistente pero que, con la mirada, interroga expectante al profesional esperando alguna cosa de él, o cuando apenas aparece una reacción suya como respuesta a la demanda del profesional, a su explicación o a la devolución de algún contenido. Con frecuencia, laincomodidad de este tipo de silencios se asocia al miedo del profesional a quedarse «en blanco», lo que supone sentirse atrapado en la relación que el paciente, de forma intencionada o no, ha conseguido manipular y controlar. Curiosamente, la posibilidad de que el paciente lleve a cabo este control de la relación terapéutica mediante la seducción o la idealización, muy pocas veces aparece como una escena temida, aun cuando amenudo conlleva parecidas dificultades e incomodidades.

Por último, cabe destacar un grupo de situaciones en las que la incomodidad aparece desplazada hacia «el exterior» de la relación, a través de la narración pormenorizada de accidentes dramáticos, enfermedades devastadoras, muertes traumáticas y todas aquellas narraciones de gran intensidad emocional que pueden amenazar la capacidad del profesional para seguir realizando su función como corresponde.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

TERAPIA DE PAREJA: Técnicas terapéuticas

  TÉCNICAS TERAPÉUTICAS PARA EL CONTROL DE LA IRA   Suspensión temporal (tiempo-fuera)    Se trata de que el sujeto esté atento a las primeras reacciones de ira en un momento determinado y de atajar el momento de las mismas por medio de un alejamiento temporal de la pareja.       Fases en la aplicación de esta técnica son las siguientes: 1)      Identificación de los indicios de ira.  2)      Aviso a la víctima. Se establece un acuerdo con la pareja sobre una señal que indique la puesta en marcha de la suspensión temporal. La señal puede ser física o verbal. No puede añadir ninguna expresión inculpatoria hacia la pareja como “Tiempo-fuera, estás enfureciéndome” o “estás haciéndome perder el control”.  3)      Alejamiento físico y psicológico de la situación. Dejar el hogar durante una hora (ni más ni menos). Durante este tiempo puede hacer alguna actividad física que le ayude a ...

CARACTERÍSTICAS COMUNES DE LA ADICCIÓN

  Las drogas adictivas son aquellas cuyos  efectos reforzantes  son tan fuertes que algunas personas expuestas a ellas no pueden prescindir de tomarlas y llegan a organizar su vida en función de su consumo. Por fortuna, la mayoría de los que consumen droga no se convierten en adictos. En un principio, las drogas más adictivas procedían de plantas, que las utilizaban en defensa contra insectos u otros animales que de otra manera las devorarían; pero los farmacólogos han sintetizado muchas otras drogas con efectos aún más potentes. Si se toma regularmente ciertas drogas adictivas (sobre todo opiáceos), se produce tolerancia a sus efectos y se han de tomar dosis cada vez mayores para alcanzar el mismo efecto. Si luego se deja de tomar la droga, se producen efectos de abstinencia, opuestos a los efectos básicos de la droga. Sin embargo, los efectos de la abstinencia no son la causa de la adicción:  el potencial adictivo que conlleva una droga se relaciona con su capacida...

LA PERSONALIDAD DEL DROGODEPENDIENTE

  LA PERSONALIDAD DEL DROGODEPENDIENTE En primer lugar, ha de decirse quién es una persona dependiente de una droga. Para ello hay que detenerse en explicar el continuo: uso, abuso y dependencia. Se puede usar una pastilla de éxtasis, es decir, hacer uso de ella, consumirla esporádicamente tal vez para experimentar, como hay quien lo hace con el LSD, en momentos puntuales. El uso o consumo aislado no tiene por qué poner necesariamente en peligro la vida del sujeto, a no ser que tome una sobredosis en relación a lo que su organismo puede admitir o que tenga un mal viaje como les ha sucedido a muchos en la toma de ácidos lisérgicos. Se puede hacer abuso de la sustancia, tomando más de una dosis de modo reiterado y con acotaciones de tiempo pequeñas y, en último lugar, se puede caer en una dependencia , en la que el sujeto necesita constantemente de la sustancia para salir de marcha a bailar bakalao todo el fin de semana o varios días, o ir a los afters para relacionarse ...