Descripción de las 5 dimensiones
1. Dimensión de desconexión y rechazo
La dimensión de desconexión y rechazo incluye individuos criados en ambientes que carecen de alimentación, afecto, aceptación y estabilidad.
Los adultos criados en este tipo de ambiente asumen que no van a encontrar en la vida su deseo de amor, aceptación, seguridad y empatía.
Los esquemas dentro de esta dimensión recogen las diversas “posibilidades” o “consecuencias” de este tipo de privaciones. Un niño si afecto o sin aceptación tendrá una cierta probabilidad de desarrollar un esquema como el de imperfección/vergüenza.
2. Dimensión de perjuicio en autonomía y desempeño
La dimensión de perjuicio en autonomía y desempeño refleja un ambiente infantil muy complicado y sobreprotector.
En sus relaciones en la vida adulta, estos individuos son demasiados dependientes de los demás y creen que carecen de las habilidades adecuadas para afrontar situaciones por ellos mismos. Es fácil que un niño excesivamente protegido desarrolle esquemas disfuncionales tempranos como, por ejemplo, el de dependencia/ incompetencia.
3. Dimensión de límites inadecuados
Los individuos incluidos en la dimensión de límites inadecuados normalmente fueron criados por padres permisivos y demasiado indulgentes, lo cual pudo contribuir a que se creyeran superiores, como adultos carecen de auto disciplina y pueden tener un sentimiento de autoridad en sus relaciones con los demás, llegando incluso a ser insensibles ante las necesidades y deseos de las otras personas.
4. Dimensión tendencia hacia el otro
La dimensión de la tendencia hacia el otro está fomentada por experiencias tempranas en las que las necesidades del niño son secundarias a las necesidades de los demás. En sus interacciones en la vida adulta se preocupan más del bienestar de los demás y de ganar su aprobación que de sus propias necesidades. Esquemas como el de subyugación sería un buen ejemplo de esta dimensión.
5. Dimensión de sobrevigilancia e inhibición
La dimensión de sobrevigilancia e inhibición se desarrolla cuando se educa a los niños en el perfeccionismo, en una familia rígida. En su vida adulta presenta un exceso de control, con reglas extremadamente elevadas. Por ejemplo, es normal que un individuo criado en ese ambiente desarrolle un esquema disfuncional temprano que lo lleve a interpretar sus experiencias en función del éxito o del fracaso.
Referencia bibliográfica
Rodriguez, E. (2009). La terapia centrada en esquemas de Jeffrey Young.
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