Estilos de afrontamiento desadaptativos importantes en relación al mantenimiento del esquema:
1. Rendirse al esquema.
2. Evitación del esquema.
3. Sobre compensación.
1. Rendirse al esquema supone que el paciente no intenta evitarlo o luchar contra él, sino que acepta el esquema como si fuera cierto o verdadero, siente el dolor emocional del esquema directamente y actúa de forma que confirman el esquema. Sin darse cuenta de lo que está haciendo, el paciente repite patrones que conducen al esquema, de manera que en su vida adulta continúa reviviendo las experiencias infantiles que crearon el esquema. Inicialmente, Young denominó a este estilo un proceso de mantenimiento del esquema. Por ejemplo, una mujer con un esquema de desconfianza/abuso puede casarse con un hombre que tenga aventuras amorosas continuamente, con lo cual confirma sus creencias de que la van a traicionar y de que se no se puede confiar en la gente.
2. La evitación del esquema ocurre cuando el individuo evita cogniciones, afectos o conductas, de manera que no se active el esquema. Mediante este proceso el individuo está intentando evitar el malestar que aparece con la activación del esquema. La evitación del esquema, por tanto, se refiere a cualquier cosa que podemos hacer para evitar que se active un esquema, desde pensar y bloquear pensamientos e imágenes que lo activen, distraernos, evitar sentimientos, beber o comer en exceso, tomar drogas, limpiar de forma compulsiva o convertirnos en adictos al trabajo, cualquiera de estas conductas puede ser un ejemplo de evitación del esquema. Por ejemplo, un paciente con un esquema de auto-sacrificio puede evitar mantener relaciones interpersonales.
3. Los pacientes sobrecompensan cuando luchan contra el esquema pensando, sintiendo, comportándose y relacionándose con los demás de forma opuesta, como si el esquema fuera incorrecto. Es decir, el individuo, compensa, en exceso, un esquema temprano, lo que conduce a que no se experimente el afecto desagradable asociado con el esquema. Por ejemplo, una mujer influida por un esquema de imperfección/vergüenza puede fanfarronear sobre sus habilidades y parecer arrogante, esto reflejaría un intento de superar su creencia de imperfección la cual al final se va a debilitar. Otro ejemplo, de esta compensación sería, por ejemplo, un paciente que se ha sentido controlado en su vida infantil mientras que en su vida adulta intenta, para compensar, controlar a todos los demás y rechazar cualquier forma de influencia externa.
La sobrecompensación se puede ver como un intento, medianamente saludable, de luchar contra el esquema, aunque el esquema continúa perpetuándose, en lugar de curarse. Muchas personas que sobrecompensan nos aparecen como saludables. De hecho, algunos de los individuos más admirados en nuestra sociedad, por ejemplo, líderes políticos, estrellas mediáticas o grandes empresarios son, con mucha frecuencia, sobrecompensadores.
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