Reestructuración cognitiva en psicoterapia para mejorar la autoestima
Pasos de la reestructuración cognitiva:
· Identificar el pensamiento
· Identificar la principal función de la critica
1) Identificar el pensamiento.
Pregúntele en qué estaba pensando durante un episodio reciente de autorreproche. Consiga el mayor número de detalles posible acerca de la voz crítica interior y luego introduzca la noción de crítica patológica y desarmar a la crítica. Hay que animar al cliente a desarrollar su nombre específico de la crítica a fin de que empiece a apropiarse del concepto. Los nombres típicos son «el obligador», «el tiburón», «mi atizador», «el señor Perfecto», «Marsha (la madre del cliente)»...La personificación de la crítica ayuda al cliente a empezar a exteriorizar la voz autoacusadora. Se trata de que el individuo experimente la voz como algo que procede del exterior, en vez de como parte del flujo normal de pensamiento. Es más fácil combatir algo que se percibe como externo. También es más fácil hacer egodistónica la voz crítica, algo que el cliente rechaza eventualmente como «no yo». Al mismo tiempo que identifica y nombra a la crítica patológica, puede introducir al cliente en su «voz sana».
La voz sana es la capacidad del cliente para pensar en términos realistas. Subrayando y reforzando esta capacidad, estamos posicionando al cliente para empezar a responder a la crítica. Los nombres que se utilizan típicamente para esta voz sana incluyen «mi parte racional», «mi parte aceptante», «mi parte compasiva», «mi instructor sano»...
Creando esta dicotomía entre la voz crítica y la voz sana, podemos animar al cliente a enfrentarse con su crítica. Los siguientes diálogos ilustran este proceso.
Terapeuta: Así, ¿qué le dijo el crítico cuando usted esperaba y no vio a su nuevo amigo?
Cliente: Que no soy interesante, que yo le aburría y que estaba cansado de mí.
Terapeuta: ¿Qué le respondió a esto el instructor sano?
Cliente: Que nuestra conversación era viva y divertida. Que había bastante energía entre ambos. Yo podía sentirla.
Terapeuta: ¿Qué más? ¿Piensa el instructor que usted debería preocuparse por eso o bien que podría hacer alguna cosa?
Cliente: Podría llamarle e intentar averiguar cómo se siente.
He aquí otro ejemplo:
Cliente: No concluí un encargo a tiempo en mi trabajo.
Terapeuta: ¿Qué le dijo el «obligador» al respecto?
Cliente: Que soy perezoso. Una y otra vez: «Eres perezoso, te duermes, nunca llegarás a nada».
Terapeuta: ¿Puede movilizar a la voz sana para que responda algo?
Cliente: Todo lo que oigo es al obligador.
Terapeuta: Intente encontrar ahora su voz sana para poder responder al obligador. ¿Es usted realmente perezoso y lento?
Cliente: Bien, mi voz sana me dice: «Te retrasaste un poco, pero lo terminaste, lo hiciste. Nadie más que tú se preocupó por que fuese con retraso».
Terapeuta: ¿Así que el obligador exageraba acerca de su lentitud?
Cliente: Sí. Siempre exagera.
2) Identificar la principal función de la critica
El siguiente paso de la reestructuración cognitiva consiste en identificar la principal función de la crítica de un cliente. En todos los casos, la voz crítica se refuerza porque desempeña alguna función positiva:
· Promueve una conducta deseada
· Protege paradójicamente la valía de uno mismo
· Controla sentimientos penosos.
Un cliente debe comprender la razón por la que utiliza la voz crítica y cómo ayuda a protegerle. He aquí un ejemplo de cómo puede comentarse esta cuestión.
Terapeuta: Cuando se sintió usted nervioso durante la cena, ¿qué decía la crítica?
Cliente: Ella no te querrá. No sabes nada y no tienes mucho dinero. Y además no eres muy divertido.
Terapeuta: Recuerde que dijimos que la crítica siempre intenta satisfacer alguna necesidad.¿De qué estaba intentando protegerle en esta ocasión?
Cliente: Del rechazo al beso.
Terapeuta: ¿Estaba intentando protegerle del miedo al rechazo?
Cliente: Exacto.
Terapeuta: ¿Cómo?
Cliente: Esperándolo y no resultar tan dañado.
Terapeuta: Así que el crítico estaba desensibilizándole, preparándole. Usted no se sentiría tan mal si no le gustase a ella, porque usted ya lo esperaba. Eso es algo que ya hemos visto muchas veces. Es una de las principales funciones de su crítico: protegerle del temor al rechazo.
El conocer la función de la crítica exige una indagación exhaustiva. Todo pensamiento, por doloroso que sea, existe porque se recompensa de algún modo. Los autoataques críticos deben desempeñar por tanto una importante función.
Hay que preguntar al cliente: «¿Qué se vería usted forzado a sentir o tener presente si el crítico no le atacase en esta situación? ¿Cómo le ayuda el crítico en esta situación? ¿Qué teme podría hacer o dejar de hacer sin el crítico en esta situación?».
Una vez desenmascara la función de la voz crítica, esta información puede utilizarse una y otra vez durante las confrontaciones. «Una y otra vez está usted utilizando a la crítica para impulsarse a niveles de rendimiento imposibles.» «Otra vez afronta el miedo al fracaso dejándole decir al crítico que usted no puede hacerlo y que para qué intentarlo entonces.» «Está usted dejando al crítico castigarle otra vez para que no tenga que sentir tanta culpa.»
Además, el cliente debe aprender que las importantes necesidades que su crítico le ayuda a satisfacer pueden ser satisfechas de forma más sana. La crítica no es la única forma de afrontar el miedo al fracaso, el miedo al rechazo, la culpa.... Ahora hay que idear nuevas estrategias, no tóxicas.
Terapeuta: ¿Hay otra forma de reducir su ansiedad ante el rechazo? ¿Una forma que no utilice la crítica?
Cliente: Supongo que sí. Yo podría recordarme a mí mismo que probablemente los dos estamos nerviosos. Y que sólo íbamos a pasar una velada agradable y que no tiene que pasar nada más por encima de esto.
Terapeuta: En otras palabras, decirse a sí mismo que no es más que una cita, y usted no esperará necesariamente gustarle tanto a ella como para pasar el resto de su vida con usted.
Cliente: Exacto.
Terapeuta: ¿Puede esta reformulación reducir su ansiedad?
Cliente: Creo que sí.
Bibliografía
McKay, M., & Fanning, P. (1991). Autoestima, evaluación y mejora. Barcelona: Ediciones Martínez Roca S. A.
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